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Fallece el Premio Nacional de Ciencias y precursor de la investigación nuclear Igor Saavedra

El Profesor Emérito de la Universidad de Chile y ex académico del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) impulsó el desarrollo de la física en Chile formando la primera generación de científicos e investigadores en esta disciplina.

Diario UChile

  Sábado 8 de octubre 2016 16:57 hrs. 
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A los 84 años, falleció Igor Saavedra Gatica, Profesor Emérito de la Universidad de Chile que dejó un legado y huella imborrable en la Universidad de Chile, y en especial en la comunidad de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM), por su compromiso con la investigación y la docencia, y su preocupación por el desarrollo de la ciencia en el país.

Considerado como uno de los hombres claves del desarrollo de la física en Chile, Igor Saavedra Gatica se tituló como ingeniero civil electricista en la Universidad de Chile en 1957, obteniendo posteriormente el grado de Doctor en Física Teórica en la Universidad de Manchester, Gran Bretaña.

Su legado en la Casa de Bello comenzó cuando por encargo del Rector Juan Gómez Millas formó el primer equipo de física nuclear de la FCFM. Asimismo, luego de volver de su doctorado en Inglaterra impulsó y formalizó la Licenciatura en Física como grado académico en 1960.

Destaca dentro de su trayectoria la iniciativa que lideró junto con Jacobo Rappaport para montar el acelerador de partículas Cockroft Walton, que se instaló en el subterráneo del edificio de Física.

Este proyecto cambió para siempre la historia de la investigación científica en Chile, pues esta tecnología dio el puntapié inicial a la investigación en energía nuclear en nuestro país.

En 1981 recibió el Premio Nacional de Ciencias por su aporte al desarrollo de la física teórica y la Mecánica Cuántica, convirtiéndose en el primer académico de su Facultad en recibir este reconocimiento.

Su compromiso con el desarrollo de la investigación científica lo llevó a desempeñarse en varios cargos públicos. Fue vicepresidente de CONICYT, Presidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica, Presidente del Consejo Superior de Ciencias FONDECYT, Presidente de la Academia Chilena de Ciencias y Presidente del Directorio de Fundación Andes, fundación privada de apoyo a las ciencias.

En 1999 fue distinguido como Profesor Emérito de la Universidad de Chile y en 2000 recibió la Medalla de Oro del Instituto de Ingenieros de Chile. Asimismo, en 2005 le fue entregada la medalla Rector Juvenal Hernández Jaque de la Universidad de Chile por su labor en docencia, investigación y extensión.

Los ´80 en la FCFM: Testimonios para reconstruir historia

El Profesor Saavedra fue testigo de la intervención militar que sufrió la Universidad durante la Dictadura. En los años ochenta ejerció como miembro del Consejo de Facultad, viviendo situaciones límites, como la que él mismo relató en una entrevista realizada en 2015:

(…) Sucedieron varios incidentes, de distinta relevancia. Recuerdo el siguiente, porque es ilustrativo de nuestro comportamiento colectivo frente a este tipo de hechos. Hacia las 21:00 horas me informaron que un alumno de primer año, que caminaba por calle Ahumada rumbo a su casa, fue detenido por personal de la DINA debido a que llevaba su mochila en la espalda. Teníamos que acudir en su ayuda. En el auto del Profesor Rutllant del Departamento de Geofísica, y acompañado por el Presidente del Centro de Alumnos, el Sr. Quintana, partimos hacia el Cuartel General de la DINA, de cuya ubicación sólo sabíamos que estaba en la calle Borgoño. Yo me bajé a la entrada de esa calle, en Mapocho, y mis acompañantes se quedaron en el auto para reaccionar según fueran las circunstancias. Alcancé a caminar unos pocos metros por una calle Borgoño desprovista de luces, cuando vislumbré un bus de Fuerzas Especiales, semi oculto en una callejuela oscura, perpendicular a Borgoño. Me acerqué a preguntar por la dirección del cuartel de la DINA. A un grito del hombre de guardia, bajó del bus un oficial, afirmando que no existía un cuartel semejante en esa calle, y me ordenó marcharme. Continué mi camino en la oscuridad y de pronto me encontré iluminado por reflectores potentes y pude distinguir un contingente de individuos armados con metralletas, que me rodeaban. Me identifiqué como el Presidente de la Academia de Ciencias y dije que venía a averiguar por un alumno nuestro recién detenido por ellos. El jefe del grupo tomó mi tarjeta y me ordenó que esperara. Después de varios minutos, que me parecieron largos, reapareció para informarme que el alumno iba en ese momento rumbo a su casa, sin ningún cargo. Le agradecí y le dije que iría a la casa del alumno y que volvería si no lo encontraba. Allá fuimos con Rutllant y Quintana y constatamos que el alumno acababa de volver sano y salvo a su casa. Fue un final feliz para un incidente que pudo haber sido tenebroso, y que sirvió para verificar que académicos y alumnos estábamos decididos a defender nuestros valores y principios cualquiera fuera el potencial peligro que tuviéramos que enfrentar. A pesar de haber sido un incidente fortuito debió haber servido de advertencia al Sr. Juan Antonio Poblete respecto del futuro que vendría, pero no fue así. (…) ”.

Testimonios

“Para muchos de mi generación y de otras, Igor fue un referente intelectual, un modelo de científico y académico, comprometido, exacto en el razonar e intenso en sus juicios, de horizontes amplios, de enorme simpatía y gran entrega. Posiblemente, representaba un modelo de vida que nos resultaba atractiva y que terminó dando forma a esa academia muy profesional y exitosa que floreció en Beauchef. Pero Igor no era sólo academia; fue el científico independiente, ortogonal al sistema, con enorme sensibilidad social y extremadamente áspero frente a la prepotencia del poder. Por años fue uno de los pocos intelectuales nacionales que dio abiertamente la lucha contra la intervención universitaria practicada en tiempos de dictadura, puso las ideas frente a la fuerza, dio esperanzas cuando ahogaba la tontera”, señaló Francisco Brieva, ex Decano de la FCFM y académico del Departamento de Física.

“Igor Saavedra fue un gran constructor en la Facultad de lo que podría denominarse su sello, su carácter actual. Junto al suyo viene a la mente el nombre de Moisés Mellado y varios otros que fundaron mucho de lo que entendemos hoy como la identidad de Beauchef, en su vocación de alianza armónica de ingeniería y ciencias. Sus innumerables discípulos, sus colegas y respectivos descendientes llevan grabados en su disco duro su concepción de academia. Los tiempos difíciles no fueron para él excusa para posponer el desarrollo de un ambiente donde la excelencia en docencia e investigación fuera el centro, ni ésta una excusa para sustraerse de la responsabilidad que cabía en académicos y estudiantes a mejorar nuestra sociedad. No le conocí mucho en lo personal, pero duele como beauchefiano la partida de uno de los grandes fundadores de lo que somos”, recordó Manuel del Pino, Premio Nacional de Ciencias Exactas 2013; académico del Departamento de Ingeniería Matemática de la FCFM.

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