Según la Encuesta de Ocupación y Desocupación en el Gran Santiago elaborada por el Centro de Microdatos de la Universidad de Chile, en septiembre pasado, la tasa de cesantía se fijó en 7,2 por ciento registrando una caída de un 0,4 por ciento respecto de la última medición, que registró un 7,8 por ciento.
En otras palabras, 230 mil personas se encuentran actualmente cesantes. Sin embargo, esta cifra representa un aumento del desempleo en 0,1 puntos respecto al mismo período de 2015.
A juicio del director de este organismo, el economista Jaime Ruiz- Tagle, en general no se puede hablar de cifras positivas porque la inestabilidad del mercado laboral se mantiene en el país.
“Es preocupante de la disminución de la ocupación, hay una caída importante en el empleo, que en alguna medida muestra la volatilidad del mercado laboral que no se ha podido recuperar como lo veíamos en los años anteriores”, explicó Ruiz-Tagle.
Respecto al tipo de empleo, los trabajos no asalariados disminuyeron en un 1 por ciento, mientras que el empleo asalariado tuvo una caída mayor con un 1,3 por ciento.
En este contexto, Ruiz-Tagle afirmó que la baja creación de empleos es preocupante.
En cuanto a la vulnerabilidad de los hogares, el 10,7 por ciento de los hogares consultados tiene al menos un desempleado, lo que refleja una leve disminución respecto a septiembre de 2015 donde la cifra se posicionaba en 11,1 por ciento. Esto explica que la vulnerabilidad no se ha acentuado pese al aumento marginal del desempleo observado en los que va de 2016.
Por otro lado, se mantiene la tendencia de una mayor participación de los hombres en el marcado laboral, aunque disminuyó de un 74,6 por ciento registrado el año pasado a un 72,5 por ciento según lo observado en septiembre de este año. En tanto, en el caso de las mujeres esta tendencia de participación laboral tiende a estancarse en torno al 52 por ciento.
Sobre esto último se refirió la directora nacional del Programa de Economía del Trabajo (PET), Carmen Espinoza. “Hay que hacer una segunda lectura de estos datos porque hay muchas mujeres que trabajan haciendo muchas actividades sin el reconocimiento de “trabajo”. Las mujeres trabajan por ejemplo en artesanías, venta de distintas cosas, pequeñas labores de aseo manteniéndose en sus casas, y eso aún no es integrado por este tipo de estadísticas”, comentó.
En tanto, el ministro de Hacienda Rodrigo Valdés dijo que la tasa de desempleo sigue siendo baja, prácticamente igual que la del año pasado. Por lo tanto, es una buena noticia ante la desaceleración que enfrenta la economía del país.
Según la Encuesta de Ocupación y Desocupación en el Gran Santiago elaborada por el Centro de Microdatos de la Universidad de Chile, en septiembre pasado, la tasa de cesantía se fijó en 7,2 por ciento registrando una caída de un 0,4 por ciento respecto de la última medición, que registró un 7,8 por ciento.
En otras palabras, 230 mil personas se encuentran actualmente cesantes. Sin embargo, esta cifra representa un aumento del desempleo en 0,1 puntos respecto al mismo período de 2015.
A juicio del director de este organismo, el economista Jaime Ruiz- Tagle, en general no se puede hablar de cifras positivas porque la inestabilidad del mercado laboral se mantiene en el país.
“Es preocupante de la disminución de la ocupación, hay una caída importante en el empleo, que en alguna medida muestra la volatilidad del mercado laboral que no se ha podido recuperar como lo veíamos en los años anteriores”, explicó Ruiz-Tagle.
Respecto al tipo de empleo, los trabajos no asalariados disminuyeron en un 1 por ciento, mientras que el empleo asalariado tuvo una caída mayor con un 1,3 por ciento.
En este contexto, Ruiz-Tagle afirmó que la baja creación de empleos es preocupante.
En cuanto a la vulnerabilidad de los hogares, el 10,7 por ciento de los hogares consultados tiene al menos un desempleado, lo que refleja una leve disminución respecto a septiembre de 2015 donde la cifra se posicionaba en 11,1 por ciento. Esto explica que la vulnerabilidad no se ha acentuado pese al aumento marginal del desempleo observado en los que va de 2016.
Por otro lado, se mantiene la tendencia de una mayor participación de los hombres en el marcado laboral, aunque disminuyó de un 74,6 por ciento registrado el año pasado a un 72,5 por ciento según lo observado en septiembre de este año. En tanto, en el caso de las mujeres esta tendencia de participación laboral tiende a estancarse en torno al 52 por ciento.
Sobre esto último se refirió la directora nacional del Programa de Economía del Trabajo (PET), Carmen Espinoza. “Hay que hacer una segunda lectura de estos datos porque hay muchas mujeres que trabajan haciendo muchas actividades sin el reconocimiento de “trabajo”. Las mujeres trabajan por ejemplo en artesanías, venta de distintas cosas, pequeñas labores de aseo manteniéndose en sus casas, y eso aún no es integrado por este tipo de estadísticas”, comentó.
En tanto, el ministro de Hacienda Rodrigo Valdés dijo que la tasa de desempleo sigue siendo baja, prácticamente igual que la del año pasado. Por lo tanto, es una buena noticia ante la desaceleración que enfrenta la economía del país.
Según la Encuesta de Ocupación y Desocupación en el Gran Santiago elaborada por el Centro de Microdatos de la Universidad de Chile, en septiembre pasado, la tasa de cesantía se fijó en 7,2 por ciento registrando una caída de un 0,4 por ciento respecto de la última medición, que registró un 7,8 por ciento.
En otras palabras, 230 mil personas se encuentran actualmente cesantes. Sin embargo, esta cifra representa un aumento del desempleo en 0,1 puntos respecto al mismo período de 2015.
A juicio del director de este organismo, el economista Jaime Ruiz- Tagle, en general no se puede hablar de cifras positivas porque la inestabilidad del mercado laboral se mantiene en el país.
“Es preocupante de la disminución de la ocupación, hay una caída importante en el empleo, que en alguna medida muestra la volatilidad del mercado laboral que no se ha podido recuperar como lo veíamos en los años anteriores”, explicó Ruiz-Tagle.
Respecto al tipo de empleo, los trabajos no asalariados disminuyeron en un 1 por ciento, mientras que el empleo asalariado tuvo una caída mayor con un 1,3 por ciento.
En este contexto, Ruiz-Tagle afirmó que la baja creación de empleos es preocupante.
En cuanto a la vulnerabilidad de los hogares, el 10,7 por ciento de los hogares consultados tiene al menos un desempleado, lo que refleja una leve disminución respecto a septiembre de 2015 donde la cifra se posicionaba en 11,1 por ciento. Esto explica que la vulnerabilidad no se ha acentuado pese al aumento marginal del desempleo observado en los que va de 2016.
Por otro lado, se mantiene la tendencia de una mayor participación de los hombres en el marcado laboral, aunque disminuyó de un 74,6 por ciento registrado el año pasado a un 72,5 por ciento según lo observado en septiembre de este año. En tanto, en el caso de las mujeres esta tendencia de participación laboral tiende a estancarse en torno al 52 por ciento.
Sobre esto último se refirió la directora nacional del Programa de Economía del Trabajo (PET), Carmen Espinoza. “Hay que hacer una segunda lectura de estos datos porque hay muchas mujeres que trabajan haciendo muchas actividades sin el reconocimiento de “trabajo”. Las mujeres trabajan por ejemplo en artesanías, venta de distintas cosas, pequeñas labores de aseo manteniéndose en sus casas, y eso aún no es integrado por este tipo de estadísticas”, comentó.
En tanto, el ministro de Hacienda Rodrigo Valdés dijo que la tasa de desempleo sigue siendo baja, prácticamente igual que la del año pasado. Por lo tanto, es una buena noticia ante la desaceleración que enfrenta la economía del país.
