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Año XVI, 28 de marzo de 2024


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Reflexiones de un proceso electoral en tres partes


Martes 25 de octubre 2016 16:13 hrs.


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Parte 1

Resulta extraña la baja concurrencia a votar, en tiempos en los cuales la alegría no solo está consolidada, sino que cuando llegó lo hizo para quedar arraigada en los chilenos.

Basta con salir a las calles para observar que la gente camina contenta y gustosa del país en el cual vive. Cada uno vive preocupado del otro, y todos sabemos que se nos han dado las oportunidades para crecer, hay una valoración grande por la Educación, la Salud es tema prioritario a nivel nacional y de manera permanente existe preocupación por quienes llegan a la vejez, proporcionando pensiones que sin duda alcanzan para vivir en forma holgada.

Las autoridades y con la anuencia de toda la población, siempre está haciendo cálculos del presupuesto familiar digno, para proyectar finalmente con cuánto debe vivir una persona y a partir de eso fijar el monto del salario mínimo.

Nadie quiere más de lo necesario y uno de los valores que más destacan es la honestidad.

Claro que el llegar a este estado de cosas no ha sido fácil, se trata de un proceso constructivo desarrollado en un cuarto de siglo, período en el cual todos han puesto lo mejor de sí.

Ha existido una gran comprensión y entendimiento de la influencia de las realidades geográficas distintas y del rol de los pueblos originarios en la construcción de un país.

Pero esto no es todo, siempre ha estado presente la integración regional latinoamericana, con el concepto fundamental del principio de la hermandad.

Ciertos rasgos de soberbia que dieron en el pasado, en la actualidad no se presentan y en el ambiente han primado y se ha enaltecido las confianzas.

También el individualismo ya no existe y el ponerse en el lugar del otro constituye directriz. En general, las actividades son bien valoradas y se sabe de la importancia que tiene el trabajo de distintas personas  que contribuyen de manera positiva a la sociedad. Lejanos están los tiempos en que la actividad de un basurero era menospreciada, ahora la autoridad de salud, en forma mancomunada con la autoridad ambientalista,  saben perfectamente de la relevancia del trabajo del basurero y ello ha implicado a que se encuentre entre las que ocupan uno de los primeros lugares en el nivel de remuneraciones. El personal de salud, sabe que su trabajo sería en vano si las ciudades en algún momento se vieran envueltas en una emergencia sanitaria.

Parte 2

Sabemos que el contenido de la Parte 1, no se ajusta a la realidad. Entonces, cabe por plantearse varias interrogantes que ayuden a sincerar verdaderas intenciones.

Quienes han estado por años en el mundo político, creen que con el triunfo del NO el año 1988 ¿la gente pedía que se pusieran fin a toda esa estructura diseñada e implementada en dictadura, donde se impuso las AFP, las ISAPRES, la mala Educación, etc.? ¿O es que acaso sólo se trataba de un retorno a la democracia, a través del hecho de volver a votar?

Es cierto que con el término de la dictadura, se puso freno en parte al grado extremo de violación de los derechos humanos. Pero con las acciones futuras ¿realmente se reivindico los sueños, anhelos, proyectos y luchas de los caídos, correligionarios de algunos que todavía transitan en lo político en posiciones aventajadas?

Y en consideración a que la mayor parte del tiempo del último cuarto de siglo, ha estado bajo los gobiernos de la Concertación, ¿existió una concepción profunda sobre un modelo educacional diferente al trazado en época de Pinochet, que se hubiese construido bajo el alero de una construcción pedagógica bien planeada, en el entorno de un pensamiento educativo consecuente y que a la fecha ya estuviera con varios años de resultados positivos?. No es que acaso después de transcurrido un cuarto de siglo, no resultaría natural que el Ministerio de Educación sea un Profesor. Lo anterior en relación con los profesionales que se hacen cargo de la cartera de Salud.

Aceptando que los cambios requieren de un tiempo y más aún deben ser fruto de un proceso, ¿Debemos considerar que nunca existió desde el año 1990 en adelante, la voluntad de llevar en adelante cambios que a la fecha ya estarían más que concluidos, y estaríamos en un país diferente?

Pero siendo aún más drásticos, ¿No es que acaso que varios de los más influyentes buscaron y obtuvieron beneficios personales en el tiempo, que ciertamente le hizo modificar su pensamiento?

Y en relación al poder económico, ¿Se puede considerar que ha existido un permanente actuar de resguardo de los intereses de ese poder?. ¿Ha existido en alguien aunque sea un leve atisbo de propiciar una relación económica diferente entre las personas, alejada del neoliberalismo?

Y en todo esto al parecer se caído en muchos eufemismos, por ejemplo, cuando se habla de calidad en la Educación, ¿existe claramente un concepto preciso del significado y lo que debe ser calidad en la Educación? ¿También divida en segmentos tal como operan los quintiles?

Si convenimos que las cosas no se han hecho bien, ¿Cuánto tiempo se demoran en aceptar ese hecho?. O es que ¿los ciudadanos son unos mal agradecidos?, porque ¿Cómo se puede explicar la alta abstención electoral?.

Parte 3

La génesis del actual momento viene de un mal entendido con rasgos intencionados, claramente no se hizo caso a lo que expresaban las personas el día del triunfo del NO el año 1988, episodio muy lejano y extemporáneo para las generaciones más nuevas.

Era un tiempo en el cual el candidato electo como Alcalde de Valparaíso tenía alrededor de tres años, y que coincidió con la época en que se empezaban a construir lo que terminaría en irse perfilando como el duopolio. En algún momento a inicios de los 90, cuando ciertamente habían esperanzas, se producía reconocidamente un apoyo mayoritario a los nuevos gobernantes, pero con posterioridad en que la historia y los años transcurren, las esperanzas se extinguen, los sueños desaparecen y nos vemos ubicados en la elección entre el mal menor y el mal mayor, que por cierto es una muy mala elección para quienes estaban inscritos, pero se trataba de elecciones obligatorias, en que cada vez el padrón electoral se va viendo más reducido. Con los años pero ya dentro de una escala continua de desacreditación de los partidos políticos, se aprueba la inscripción automática y voto voluntario, pero eso llega en un tiempo en que los desprestigios, desaciertos, desconfianzas y malas prácticas ya estaban instalados y sin vuelta atrás.

Se gobernaba mostrando diferentes caretas (PPD, PS y PDC), pero dejando intactos los enclaves dictatoriales. Comenzaba a perfilarse una clase política que obedece a intereses del poder económico, con obediencia hacia los Estados Unidos y una rotunda aceptación al modelo económico social proveniente de la época de Pinochet, favorecido por el posicionamiento del individualismo.

De esa forma se produce una reacción ciudadana, que va alejando a la Nueva Mayoría de la ciudadanía y ello se refuerza por el hecho de que se van palpando señales de que la corrupción y situaciones raras rodean a la política, hay un vínculo estrecho entre dinero y política, con personeros que deambulan entre directorios y Ministerios. Por supuesto, no todos están en esa dinámica, pero es claro que la etiqueta de la desconfianza se extiende a muchos.

Lo anterior es la causa clara de porqué acuden a las urnas no más del 35% de los electores y que en su justa dimensión los sectores gobernantes tradicionales no alcanzan más de un 15% cada uno, de las preferencias emitidas, es decir, está primando las mayorías relativas. El ex Presidente Lagos dice que el resultado se debió a que puede que se vaya muy rápido en algunos cambios o Reformas, sin embargo, la expresión del Alcalde electo de Valparaíso nos lleva a barajar la hipótesis que en realidad los cambios históricos trascendentales no se asumieron de manera oportuna, dentro del cuarto de siglo, aunque fuera de a poco. A esta altura, ya hay una tardanza muy grande lo cual echa por tierra la creencia de Lagos, teniendo responsabilidad de no ser parte de la conducción de un proceso gradual a favor de las personas.

El futuro debe estar en los nuevos líderes, las soluciones ya no pueden provenir de quienes siempre mantuvieron un país con un retardo y que ahora tienen un apoyo diminuto. El país hay que construirlo con los jóvenes que en escaso número están en el Parlamento y por sobretodo con el 65% de la ciudadanía habilitada para votar, agregando los más jóvenes que aún no tienen la edad para ser electores, pero forman parte de los movimientos estudiantiles.

Queda rondando con plena seguridad, el hecho que el actual gobierno entre el año 2010 y el 2013, no tuvo ningún proceso de reflexión que lo hiciera disponer de grupos de avanzada para pensar en temáticas sustanciales ante un eventual regreso al gobierno como ocurrió, pero eso ya no fue. Siguiendo con la idea del duopolio, los procesos venideros se deben orientar a botar a los monos porfiados, con el anhelo de una Educación que enseñe a construir una patria justa y solidaria, basada en principios e ideas de futuro. Quienes ya tuvieron la oportunidad deben dar un paso al costado.