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Año XVI, 24 de abril de 2024


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Los exonerados de la Democracia olvidados por la ANEF

Son 63 los trabajadores que aún luchan por ser reincorporados al servicio público, luego que al asumir Sebastián Piñera fueran despedidos abruptamente. En su mayoría son mujeres de más de 40 años, con más de 20 años en sus funciones. Toda su vida en puestos técnicos y a contrata, quienes además fueron desamparados por la ANEF y que hoy deciden presentar una demanda a la Comisión Interamericana.

Francisco Velásquez

  Martes 22 de noviembre 2016 15:29 hrs. 
exonerados

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La Asociación de Exonerados por Piñera comenzó a funcionar el 27 de noviembre de 2014 luego que durante meses se reunieran constantemente en la mesa dispuesta por la ANEF para resolver su reincorporación al servicio público.

Llegaron a ser cerca de doscientos los que se descolgaron de las negociaciones que emprendió la organización de trabajadores fiscales, esto luego que se dieran cuenta que la directiva de esta comisión, una vez que comenzó el segundo periodo de la Presidente Michelle Bachelet, recuperaron sus puestos en el servicio público y dejaron de apoyar a este grupo que a nivel nacional perdió su trabajo sin previo aviso.

En su mayoría son mujeres que trabajaron más de 20 años en regiones en diferentes partes del país y que en sus evaluaciones queda demostrada su eficiencia. Todas personas que ejercían su labor pública desde áreas técnicas y no necesariamente vinculadas a partidos políticos. Sin embargo, la mayoría de estas personas se encontraban vinculadas a sus trabajos bajo la figura de contrata, convenio que permite que el empleador a través de sumario pueda cesar de sus funciones a un trabajador sin tener que cancelar indemnización alguna.

En el caso de estos exonerados no se les cursó un sumario, ni menos se les pagó una indemnización, aunque muchos de ellos tenían grados entre el uno y el diez, lo que significa que ese profesional ha tenido que esforzarse constantemente para capacitarse, mantener una hoja de vida intachable, tener evaluaciones sobresalientes, entre otros requisitos que permiten el avance dentro del servicio público.

Historias de despojo

Los casos se repiten en todo Chile y las vulneraciones fueron reiteradas y sistemáticas. Acoso laboral, explotación y despidos. Personas con daños psicológicos y emocionales que hoy a más de cinco años, no pueden rehacer sus vidas. Para muchos de ellos su único empleador había sido el Estado.

Una de las exoneradas de la Región del Bio – Bio trabajó 31 años en la Seremi de Salud, tenía grado ocho, de los más altos de la administración. Llegó a tener a cargo una coordinación regional. Es enfermera y profesora, se capacitó en términos de postgrados y desarrolló su carrera de forma intachable.

Ella, con mucha congoja, cuenta su historia y pide expresamente que no se le nombre porque tiene miedo de ser perseguida. “Lo mío fue un acoso laboral de siete meses. Cuando un día yo regresé a mi trabajo, me habían descerrajado los cajones, me habían botado las fotos de mis hijos al suelo, me habían sacado todos mis documentos y los dejaron en una bodega. Primero me mandaron a trabajar a esa bodega, luego al subterráneo, me quitaron la secretaria, el auxiliar, me dejaron corcheteando papeles y poniendo timbres después de tener una coordinación regional”.

Otra de las exoneradas por Piñera cuenta que ella trabajó siempre en el nivel central, la trasladaron a la región de Coquimbo a un servicio de salud. Ella como era auditora interna conservó importantes documentos y evidencias que demostraban los fraudes que cometían las autoridades y con éstos se ha defendido hasta ahora para conservar su trabajo.

“Tengo a mis hijos advertidos de lo que está pasando y yo vivo con miedo, porque no sé en qué momento estas personas me pueden hacer algo. Mis jefes me acosan constantemente y he sufrido persecución. Yo los tuve que amenazar para mantenerme en mi puesto. Estoy con honorarios, me quitaron la contrata y perdí todos mis años de servicio. Yo no pienso retroceder lo que he luchado tantos años en contra de estas personas y ver que nuestros propios compañeros en la ANEF, que sufrieron lo mismo, hoy solo piensan en ellos, se acomodan en buenos puestos y no piensan en nadie más”.

El abogado de Derechos Humanos, Nelson Caucoto explica que “dentro de la teoría si es posible que alguien pueda estar tantos años con contrata, pero lo que pasa es que hoy tenemos una Corte Suprema con una cuarta sala que falla diferente a como se fallaba en esos años. Porque la justicia laboral entendería que alguien que está a contrata tanto tiempo vinculado a un empleador, cumpliendo jornada de trabajo, cumpliendo horario de trabajo, estando bajo supervisión y subordinación de un empleador, tiene tácitamente un contrato de trabajo”.

Agrega el especialista: “Entonces la contrata muchas veces se ha utilizado para disfrazar verdaderos contratos de trabajo de personal de planta. Bajo este entendido, ellos indudablemente son exonerados de sus funciones y dentro del marco de una vulneración de sus derechos como trabajadores”.

Exonerados de la ANEF  

Quienes conforman la mesa de exonerados de la ANEF  fueron reincorporados al servicio público inmediatamente después que la Presidenta Michelle Bachelet asumió su segundo periodo. Claudio Ovando del PS fue reincorporado como supervisor con dos grados más que lo que tenía cuando Piñera lo echó. A Fernando Norambuena lo reintegraron al Ministerio de Educación y a Patricia Hernández, funcionaria del Ministerio de Salud, la incorporaron a la Central de Compras del mismo organismo. Todos ellos lideraban la mesa de exonerados.

La  presidenta de la Asociación de Exonerados por Piñera, Adriana Burgos, ha estado desde que se inició este movimiento que comenzó en las salas de la ANEF con las personas antes nombradas. Ella se reunió durante tres meses constantemente para coordinar. Burgos comenta que cada martes se decidían cosas, pero nada de eso era vinculante para la toma de decisiones. En ese momento ella solicitó que se incorporara a exonerados a la mesa para que se democratizara la toma de decisiones.

Primero le dijeron que no era posible, que debían desarrollar un perfil de incorporación. Ella continuó exigiendo esto hasta que en el mes de junio del año 2014 le tocó a ella estar a cargo junto a un asesor de la ANEF. En ese tiempo ella tuvo acceso a los correos de quien coordinaba esta mesa y se dio cuenta que le estaban pagando por sus servicios y que existían innumerables correos de reclamo de exonerados de todo el país que no habían sido incorporados.

Es así como en el mes de septiembre de ese año, y con más de doscientas personas contactadas, pidieron a quienes coordinaban la mesa que firmen las listas para presentárselas a Raúl de la Puente, presidente de la ANEF. Los coordinadores se niegan a hacer este procedimiento y le dicen a Burgos que falta incorporar personas. Luego de ese episodio se autoconvocan las personas de esta lista y comienzan a sesionar en la ANEF, a lo que la organización respondió que ellos no podían utilizar estas instalaciones si no permanecían bajo la tutela de la mesa de coordinación. De esta manera, en noviembre de ese mismo año, comienza a funcionar la Asociación de Exonerados por Piñera.

“A ellos les pagaban por mantenernos tranquilos e invisibles. Es impresentable que conociendo los casos que existen a lo largo de todo Chile hayan obviado la necesidad de trabajadores como ellos”, expresó Adriana Burgos exonerada de la Dirección del Trabajo.

El abogado Nelson Caucoto  piensa en los vejámenes sufridos por estos funcionarios y explica: “En democracia se siguen violando los derechos humanos, políticos, civiles y también estos derechos económicos y sociales. Estamos viviendo  una sociedad  en la que aparecen estas infracciones graves a la dignidad de las personas, hay que tratar de cambiar las cosas para que esto se mejore y no puedan seguir persistiendo en el tiempo estas situaciones, como lo que ocurre al interior de los servicios públicos. Es realmente un escándalo”.

Para finalizar, Lisandro Valladares, exonerado de la Presidencia de la República afirma que: “Nosotros fuimos traicionados. La ANEF no hizo nada por nosotros, nos ‘bypaseó’ formando una directiva que una vez que se reincorporaron a la administración pública nos hicieron a un lado. Es por eso que Raúl de la Puente dice que el problema de los exonerados está solucionado, pero para ellos no para nosotros. La mayoría quedamos fuera, los que fueron reincorporados son solo los amigos de la directiva”.

Diario y Radio Universidad de Chile intentó comunicarse con la presidencia de la ANEF para que aclarará este caso, pero no quisieron referirse al tema.

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