Canal Cultural: El proyecto que peligra en el Congreso
El proyecto, que fue anunciado en 2015, ha recibido más críticas que aplausos. Su financiamiento y la poca rigurosidad del contenido que emitirá son parte de las críticas que hoy se elevan desde la industria audiovisual. Una compleja situación, que hoy se discute a contratiempo en el parlamento.
Sábado 3 de diciembre 2016 15:15 hrs.
La semana recién pasada la Ministra Secretaria General de Gobierno, Paula Narváez, se reunió con la comisión de Transporte y Telecomunicaciones del Senado para solicitar una prórroga en la discusión del proyecto que crea el canal cultural anunciado por el Ejecutivo en mayo de 2015.
La medida tuvo por objetivo evaluar el documento para generar consenso al interior de la Nueva Mayoría y así, acelerar su tramitación.
Y es que la discusión sobre el canal cultural no ha sido fácil ni para el Gobierno, ni para las organizaciones que desde el primer minuto han visto con recelo la iniciativa.
El proyecto de canal cultural ingresó al Congreso el 19 de mayo de 2016 como una indicación sustitutiva que modifica la Ley Larga de TVN presente en el Parlamento desde 2008.
El texto establece que la señal no poseerá publicidad y que para su puesta en marcha se le otorgarán 25 millones de dólares. Además, indica que será administrada por una filial de TVN.
Un financiamiento insostenible
Desde que el Ejecutivo planteó que el canal cultural no contará con avisos publicitarios, distintas voces surgieron criticando el modelo.
Según el senador de la UDI y miembro de la comisión de Transporte y Telecomunicaciones, Alejandro García Huidobro, “hay bastantes dudas respecto del manejo del canal cultural”.
“El futuro canal va a necesitar recursos y las platas que se están dando hoy son sólo para la implementación, y hay que pensar también en cuánto va a costar, permanentemente, al erario nacional y a todos los chilenos ese costo, como lo que va a significar a futuro TVN”, dijo el parlamentario.
“Esta señal va a tener sólo aporte del Estado, entonces uno quisiera escuchar que efectivamente está la voluntad política en cuanto entregar ese tipo de recursos”, añadió.
En los pasillos de TVN el proyecto también ha despertado incertidumbres, sobre todo si se considera la crisis económica que atraviesa el medio de comunicación.
Juan Cardemil, presidente del sindicato N°2 de TVN, comentó: “Para el canal esto es un gran desafío y por supuesto que sería muy bueno hacerlo, pero eso va a ser otra empresa dentro de TVN, por lo que no sabemos qué figura va tener. No hay mucha información. Hay interés. Hay expectativas, pero no se nos ha comunicado nada. No se sabe cómo funcionará ni las características que va a tener”.
Un proyecto mal encaminado
El proyecto del canal cultural fue ideado, en gran parte, por Bruno Bettati, director de cine, ex asesor de la ex ministra de Cultura Claudia Barattini y jefe de Comunicación Estratégica de la Secretaría de Comunicaciones de La Moneda (Secom); Pablo Morales, ex director de contenidos y programación de Chilevisión; y Germán Berger, cineasta y ex jefe de comunicaciones de la Secom.
En el texto se estableció que la nueva señal será autónoma y que emitirá contenidos culturales y educativos.
Frente a ello, distintas organizaciones han golpeado la mesa indicando que es necesario definir “seriamente”, las características de la iniciativa.
Patricio Escala, presidente de la Asociación Gremial de productoras y profesionales de animación (Animachi), sostuvo que el documento del nuevo medio no representa las inquietudes de la industria. “Nosotros no fuimos invitados al Seminario que realizó el Gobierno sobre el proyecto, ni fuimos invitados a la promulgación del proyecto de ley. No participamos sino hasta que manifestamos la molestia de que las organizaciones habían sido excluidas de esta conversación”, dijo.
“Todos queremos que el canal cultural sea lo mejor posible para la sociedad que tenemos y, a pesar de que tenemos fondos a través del CNTV y el CNCA, no tenemos el espacio de exhibición necesaria y me da la impresión de que la gente que está tomando las decisiones de cómo se construye el canal, de cuáles son los contenidos que van a ir, no están siendo los asesores adecuados para lo que hoy se necesita en el impulso del nacimiento de este canal cultural”, recalcó el realizador.
En este sentido, el dirigente manifestó que la propuesta debe ser validada junto a los representantes de la industria. “Hace falta definir qué es lo que se busca con el canal. ¿Por qué no hay gente creativa dentro de la gestación del canal cultural? ¿De qué manera los recursos que se van a utilizar de la mejor forma posible para que el canal se active y logre conectar con la audiencia?, porque si no lo logra eso será un gran tropiezo”, subrayó Escala.
Educación, cultura y programación infantil
El realizador también explicó que el proyecto debería llenar los espacios vacíos que actualmente existen en la programación nacional.
En esta línea, señaló que el canal cultural debe hacerse cargo de promover los contenidos infantiles. Más aún, si se considera que del total de la programación nacional sólo el 5,6 por ciento está dedicado al sector infantil según datos del CNTV.
“A pesar de que en su minuto el ex ministro Marcelo Díaz mencionó que el canal cultural iba a ser un lugar donde la televisión infantil iba a tener su espacio, el proyecto de ley no contempla en ningún punto el que haya mayor programación infantil, sino que impulsa la televisión educativa que no es necesariamente lo mismo”, cuestionó Escala.
La espera
Durante la segunda semana de diciembre la ministra Paula Narváez deberá reunirse nuevamente con los parlamentarios de la comisión de Transporte y Telecomunicaciones. ¿La razón? Retomar una discusión que desde ya se vislumbra compleja, más aún si se considera que la ley que moderniza TVN lleva entrampada en el Congreso ocho años.
“Voy a ser franco. Este proceso no será corto, porque no existe la unanimidad ni menos una decisión política fuerte de llevar adelante este proceso”, concluyó el senador Alejandro García Huidobro.
La semana recién pasada la Ministra Secretaria General de Gobierno, Paula Narváez, se reunió con la comisión de Transporte y Telecomunicaciones del Senado para solicitar una prórroga en la discusión del proyecto que crea el canal cultural anunciado por el Ejecutivo en mayo de 2015.
La medida tuvo por objetivo evaluar el documento para generar consenso al interior de la Nueva Mayoría y así, acelerar su tramitación.
Y es que la discusión sobre el canal cultural no ha sido fácil ni para el Gobierno, ni para las organizaciones que desde el primer minuto han visto con recelo la iniciativa.
El proyecto de canal cultural ingresó al Congreso el 19 de mayo de 2016 como una indicación sustitutiva que modifica la Ley Larga de TVN presente en el Parlamento desde 2008.
El texto establece que la señal no poseerá publicidad y que para su puesta en marcha se le otorgarán 25 millones de dólares. Además, indica que será administrada por una filial de TVN.
Un financiamiento insostenible
Desde que el Ejecutivo planteó que el canal cultural no contará con avisos publicitarios, distintas voces surgieron criticando el modelo.
Según el senador de la UDI y miembro de la comisión de Transporte y Telecomunicaciones, Alejandro García Huidobro, “hay bastantes dudas respecto del manejo del canal cultural”.
“El futuro canal va a necesitar recursos y las platas que se están dando hoy son sólo para la implementación, y hay que pensar también en cuánto va a costar, permanentemente, al erario nacional y a todos los chilenos ese costo, como lo que va a significar a futuro TVN”, dijo el parlamentario.
“Esta señal va a tener sólo aporte del Estado, entonces uno quisiera escuchar que efectivamente está la voluntad política en cuanto entregar ese tipo de recursos”, añadió.
En los pasillos de TVN el proyecto también ha despertado incertidumbres, sobre todo si se considera la crisis económica que atraviesa el medio de comunicación.
Juan Cardemil, presidente del sindicato N°2 de TVN, comentó: “Para el canal esto es un gran desafío y por supuesto que sería muy bueno hacerlo, pero eso va a ser otra empresa dentro de TVN, por lo que no sabemos qué figura va tener. No hay mucha información. Hay interés. Hay expectativas, pero no se nos ha comunicado nada. No se sabe cómo funcionará ni las características que va a tener”.
Un proyecto mal encaminado
El proyecto del canal cultural fue ideado, en gran parte, por Bruno Bettati, director de cine, ex asesor de la ex ministra de Cultura Claudia Barattini y jefe de Comunicación Estratégica de la Secretaría de Comunicaciones de La Moneda (Secom); Pablo Morales, ex director de contenidos y programación de Chilevisión; y Germán Berger, cineasta y ex jefe de comunicaciones de la Secom.
En el texto se estableció que la nueva señal será autónoma y que emitirá contenidos culturales y educativos.
Frente a ello, distintas organizaciones han golpeado la mesa indicando que es necesario definir “seriamente”, las características de la iniciativa.
Patricio Escala, presidente de la Asociación Gremial de productoras y profesionales de animación (Animachi), sostuvo que el documento del nuevo medio no representa las inquietudes de la industria. “Nosotros no fuimos invitados al Seminario que realizó el Gobierno sobre el proyecto, ni fuimos invitados a la promulgación del proyecto de ley. No participamos sino hasta que manifestamos la molestia de que las organizaciones habían sido excluidas de esta conversación”, dijo.
“Todos queremos que el canal cultural sea lo mejor posible para la sociedad que tenemos y, a pesar de que tenemos fondos a través del CNTV y el CNCA, no tenemos el espacio de exhibición necesaria y me da la impresión de que la gente que está tomando las decisiones de cómo se construye el canal, de cuáles son los contenidos que van a ir, no están siendo los asesores adecuados para lo que hoy se necesita en el impulso del nacimiento de este canal cultural”, recalcó el realizador.
En este sentido, el dirigente manifestó que la propuesta debe ser validada junto a los representantes de la industria. “Hace falta definir qué es lo que se busca con el canal. ¿Por qué no hay gente creativa dentro de la gestación del canal cultural? ¿De qué manera los recursos que se van a utilizar de la mejor forma posible para que el canal se active y logre conectar con la audiencia?, porque si no lo logra eso será un gran tropiezo”, subrayó Escala.
Educación, cultura y programación infantil
El realizador también explicó que el proyecto debería llenar los espacios vacíos que actualmente existen en la programación nacional.
En esta línea, señaló que el canal cultural debe hacerse cargo de promover los contenidos infantiles. Más aún, si se considera que del total de la programación nacional sólo el 5,6 por ciento está dedicado al sector infantil según datos del CNTV.
“A pesar de que en su minuto el ex ministro Marcelo Díaz mencionó que el canal cultural iba a ser un lugar donde la televisión infantil iba a tener su espacio, el proyecto de ley no contempla en ningún punto el que haya mayor programación infantil, sino que impulsa la televisión educativa que no es necesariamente lo mismo”, cuestionó Escala.
La espera
Durante la segunda semana de diciembre la ministra Paula Narváez deberá reunirse nuevamente con los parlamentarios de la comisión de Transporte y Telecomunicaciones. ¿La razón? Retomar una discusión que desde ya se vislumbra compleja, más aún si se considera que la ley que moderniza TVN lleva entrampada en el Congreso ocho años.
“Voy a ser franco. Este proceso no será corto, porque no existe la unanimidad ni menos una decisión política fuerte de llevar adelante este proceso”, concluyó el senador Alejandro García Huidobro.
La semana recién pasada la Ministra Secretaria General de Gobierno, Paula Narváez, se reunió con la comisión de Transporte y Telecomunicaciones del Senado para solicitar una prórroga en la discusión del proyecto que crea el canal cultural anunciado por el Ejecutivo en mayo de 2015.
La medida tuvo por objetivo evaluar el documento para generar consenso al interior de la Nueva Mayoría y así, acelerar su tramitación.
Y es que la discusión sobre el canal cultural no ha sido fácil ni para el Gobierno, ni para las organizaciones que desde el primer minuto han visto con recelo la iniciativa.
El proyecto de canal cultural ingresó al Congreso el 19 de mayo de 2016 como una indicación sustitutiva que modifica la Ley Larga de TVN presente en el Parlamento desde 2008.
El texto establece que la señal no poseerá publicidad y que para su puesta en marcha se le otorgarán 25 millones de dólares. Además, indica que será administrada por una filial de TVN.
Un financiamiento insostenible
Desde que el Ejecutivo planteó que el canal cultural no contará con avisos publicitarios, distintas voces surgieron criticando el modelo.
Según el senador de la UDI y miembro de la comisión de Transporte y Telecomunicaciones, Alejandro García Huidobro, “hay bastantes dudas respecto del manejo del canal cultural”.
“El futuro canal va a necesitar recursos y las platas que se están dando hoy son sólo para la implementación, y hay que pensar también en cuánto va a costar, permanentemente, al erario nacional y a todos los chilenos ese costo, como lo que va a significar a futuro TVN”, dijo el parlamentario.
“Esta señal va a tener sólo aporte del Estado, entonces uno quisiera escuchar que efectivamente está la voluntad política en cuanto entregar ese tipo de recursos”, añadió.
En los pasillos de TVN el proyecto también ha despertado incertidumbres, sobre todo si se considera la crisis económica que atraviesa el medio de comunicación.
Juan Cardemil, presidente del sindicato N°2 de TVN, comentó: “Para el canal esto es un gran desafío y por supuesto que sería muy bueno hacerlo, pero eso va a ser otra empresa dentro de TVN, por lo que no sabemos qué figura va tener. No hay mucha información. Hay interés. Hay expectativas, pero no se nos ha comunicado nada. No se sabe cómo funcionará ni las características que va a tener”.
Un proyecto mal encaminado
El proyecto del canal cultural fue ideado, en gran parte, por Bruno Bettati, director de cine, ex asesor de la ex ministra de Cultura Claudia Barattini y jefe de Comunicación Estratégica de la Secretaría de Comunicaciones de La Moneda (Secom); Pablo Morales, ex director de contenidos y programación de Chilevisión; y Germán Berger, cineasta y ex jefe de comunicaciones de la Secom.
En el texto se estableció que la nueva señal será autónoma y que emitirá contenidos culturales y educativos.
Frente a ello, distintas organizaciones han golpeado la mesa indicando que es necesario definir “seriamente”, las características de la iniciativa.
Patricio Escala, presidente de la Asociación Gremial de productoras y profesionales de animación (Animachi), sostuvo que el documento del nuevo medio no representa las inquietudes de la industria. “Nosotros no fuimos invitados al Seminario que realizó el Gobierno sobre el proyecto, ni fuimos invitados a la promulgación del proyecto de ley. No participamos sino hasta que manifestamos la molestia de que las organizaciones habían sido excluidas de esta conversación”, dijo.
“Todos queremos que el canal cultural sea lo mejor posible para la sociedad que tenemos y, a pesar de que tenemos fondos a través del CNTV y el CNCA, no tenemos el espacio de exhibición necesaria y me da la impresión de que la gente que está tomando las decisiones de cómo se construye el canal, de cuáles son los contenidos que van a ir, no están siendo los asesores adecuados para lo que hoy se necesita en el impulso del nacimiento de este canal cultural”, recalcó el realizador.
En este sentido, el dirigente manifestó que la propuesta debe ser validada junto a los representantes de la industria. “Hace falta definir qué es lo que se busca con el canal. ¿Por qué no hay gente creativa dentro de la gestación del canal cultural? ¿De qué manera los recursos que se van a utilizar de la mejor forma posible para que el canal se active y logre conectar con la audiencia?, porque si no lo logra eso será un gran tropiezo”, subrayó Escala.
Educación, cultura y programación infantil
El realizador también explicó que el proyecto debería llenar los espacios vacíos que actualmente existen en la programación nacional.
En esta línea, señaló que el canal cultural debe hacerse cargo de promover los contenidos infantiles. Más aún, si se considera que del total de la programación nacional sólo el 5,6 por ciento está dedicado al sector infantil según datos del CNTV.
“A pesar de que en su minuto el ex ministro Marcelo Díaz mencionó que el canal cultural iba a ser un lugar donde la televisión infantil iba a tener su espacio, el proyecto de ley no contempla en ningún punto el que haya mayor programación infantil, sino que impulsa la televisión educativa que no es necesariamente lo mismo”, cuestionó Escala.
La espera
Durante la segunda semana de diciembre la ministra Paula Narváez deberá reunirse nuevamente con los parlamentarios de la comisión de Transporte y Telecomunicaciones. ¿La razón? Retomar una discusión que desde ya se vislumbra compleja, más aún si se considera que la ley que moderniza TVN lleva entrampada en el Congreso ocho años.
“Voy a ser franco. Este proceso no será corto, porque no existe la unanimidad ni menos una decisión política fuerte de llevar adelante este proceso”, concluyó el senador Alejandro García Huidobro.
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