Luis Alberto Latorre: “Todo pianista chileno debe tocar la música de su presente”
El concertista, Premio a la Música Nacional 2016, se ha destacado principalmente por difundir e investigar obras de compositores nacionales. Por ello, comenta que uno de los desafíos que se imponen con este nuevo galardón es continuar trabajando en torno a las creaciones locales. "La idea no es cambiar sino que mantenerse en esta línea", dice. Asimismo, sostiene que se deben "estudiar obras chilenas de distintas épocas".
Abril Becerra
Martes 6 de diciembre 2016 10:37 hrs.
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El día a día del pianista Luis Alberto Latorre, quien fue distinguido con el Premio a la Música Nacional Presidente de la República 2016 en género Música Docta, transcurre entre ensayos, presentaciones y cátedras.
“Este premio me tomó por sorpresa. Casi había olvidado que existía”, dice el músico que desde 1990 forma parte de la Orquesta Sinfónica de Chile.
El intérprete comenzó su carrera en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile y, posteriormente, continuó en la Universidad de Indiana, Bloomington, en Estados Unidos.
Desde entonces se ha caracterizado por desarrollar una extensa difusión e investigación sobre la música nacional.
En este sentido, el concertista recalca: “El Premio Nacional reconoce la actividad que he estado haciendo sobre todo a nivel de tocar, difundir y estudiar obras chilenas de distintas épocas”.
“Eso es algo que tengo como meta, porque creo que todo pianista chileno o de otro país, debe tocar la música de su presente, la música de su país fundamentalmente. No solamente eso, pero en gran medida”, comenta en conversación con Diario y Radio Universidad de Chile el solista que también ha sido reconocido con el Premio del Círculo de Críticos de Arte en mención Música (2012) y el Premio Domingo Santa Cruz de la Academia Chilena de Bellas Artes otorgado en 2014.
Considerando la importante labor que ha realizado respecto de la promoción de la música nacional, ¿cuánto se reconoce el trabajo de los compositores chilenos actualmente?
Eso depende de la labor de los intérpretes. En general, creo que para un compositor es muy difícil ser reconocido o darse a reconocer e un medio tan pragmático y conservador como el de Chile. Pero mientras haya músicos que estén en relación directa del compositor, por ejemplo, a través del estudio de la música nacional, ellos van a poder ser conocidos en el ambiente del auditor.
En su caso, ¿qué compositor chileno te ha marcado?
Cirilo Vila fue un profesor muy importante en mi formación, ya sea por ramos que yo estudié con él y también por sus composiciones. Después está el trabajo que hice con Andrés Alcalde. Yo estuve varios años con él trabajando en Valparaíso y Santiago y, por lo tanto, hubo mucho trabajo. Después podría nombrar a Aliosha Solovera. Actualmente, también hay dos compositores que los encuentro muy buenos que son Ricardo Silva y Cristián Donoso que son de Valparaíso.
¿Cómo las Orquestas nacionales se han hecho cargo de las creaciones locales?
Hay agrupaciones que se dedican a eso, yo conformo un ensamble que se llama Grupo Zero y su principal misión es encargar música a compositores chilenos y tocarla y, en lo posible, grabarla. También está el ensamble de Pablo Aranda en la Universidad Católica que también se dedican mucho a tocar música nacional. O sea, hay ensambles, hay agrupaciones de cámara que se dedican a esto.
Hoy muchos músicos están decidiendo quedarse en agrupaciones internacionales, producto de las mejores condiciones laborales que en otros países existen. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Salir al extranjero en algún momento de tu vida, sobre todo después de los estudios normales acá y estar en países tan importantes como Alemania o de Europa, recoger la tradición tremenda que hay en la historia de la música de esos países, ir a todos los conciertos y festivales, me parece que es absolutamente positivo, pero siempre y cuando esa persona vuelva al país, enseñe lo que aprendió y ojalá se integre acá a alguna agrupación importante, como concertista, por ejemplo, o como un profesor de alguna universidad importante. Ese para mi es el ideal.
Existen varias voces que opinan que las condiciones laborales en las orquestas en Chile no son las óptimas. ¿Qué opinión le merecen estos comentarios?
Las condiciones laborales, los sueldos no son buenos para nada. El músico en Chile no puede vivir de la orquesta, tiene que hacer clases, conseguir trabajo por otros lados. Cuesta vivir de la música en Chile y esa es la razón de que cuando un músico gana un puesto importante en una orquesta afuera, se puede dedicar solamente a eso que es fantástico también. Pero bueno, esa es la realidad chilena y hay que pelearla para cambiarla o tratar de que la cultura sea cada vez un asunto más importante en Chile.
¿Cuáles son los planes para 2017?
Tengo agendado varios conciertos y estoy conformando un dúo de piano con el que tenemos programadas distintas presentaciones y se van a ir dando otras cosas. Pero la idea no es cambiar sino que mantenerse en esta línea y estar en mucha relación con los compositores.
El día a día del pianista Luis Alberto Latorre, quien fue distinguido con el Premio a la Música Nacional Presidente de la República 2016 en género Música Docta, transcurre entre ensayos, presentaciones y cátedras.
“Este premio me tomó por sorpresa. Casi había olvidado que existía”, dice el músico que desde 1990 forma parte de la Orquesta Sinfónica de Chile.
El intérprete comenzó su carrera en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile y, posteriormente, continuó en la Universidad de Indiana, Bloomington, en Estados Unidos.
Desde entonces se ha caracterizado por desarrollar una extensa difusión e investigación sobre la música nacional.
En este sentido, el concertista recalca: “El Premio Nacional reconoce la actividad que he estado haciendo sobre todo a nivel de tocar, difundir y estudiar obras chilenas de distintas épocas”.
“Eso es algo que tengo como meta, porque creo que todo pianista chileno o de otro país, debe tocar la música de su presente, la música de su país fundamentalmente. No solamente eso, pero en gran medida”, comenta en conversación con Diario y Radio Universidad de Chile el solista que también ha sido reconocido con el Premio del Círculo de Críticos de Arte en mención Música (2012) y el Premio Domingo Santa Cruz de la Academia Chilena de Bellas Artes otorgado en 2014.
Considerando la importante labor que ha realizado respecto de la promoción de la música nacional, ¿cuánto se reconoce el trabajo de los compositores chilenos actualmente?
Eso depende de la labor de los intérpretes. En general, creo que para un compositor es muy difícil ser reconocido o darse a reconocer e un medio tan pragmático y conservador como el de Chile. Pero mientras haya músicos que estén en relación directa del compositor, por ejemplo, a través del estudio de la música nacional, ellos van a poder ser conocidos en el ambiente del auditor.
En su caso, ¿qué compositor chileno te ha marcado?
Cirilo Vila fue un profesor muy importante en mi formación, ya sea por ramos que yo estudié con él y también por sus composiciones. Después está el trabajo que hice con Andrés Alcalde. Yo estuve varios años con él trabajando en Valparaíso y Santiago y, por lo tanto, hubo mucho trabajo. Después podría nombrar a Aliosha Solovera. Actualmente, también hay dos compositores que los encuentro muy buenos que son Ricardo Silva y Cristián Donoso que son de Valparaíso.
¿Cómo las Orquestas nacionales se han hecho cargo de las creaciones locales?
Hay agrupaciones que se dedican a eso, yo conformo un ensamble que se llama Grupo Zero y su principal misión es encargar música a compositores chilenos y tocarla y, en lo posible, grabarla. También está el ensamble de Pablo Aranda en la Universidad Católica que también se dedican mucho a tocar música nacional. O sea, hay ensambles, hay agrupaciones de cámara que se dedican a esto.
Hoy muchos músicos están decidiendo quedarse en agrupaciones internacionales, producto de las mejores condiciones laborales que en otros países existen. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Salir al extranjero en algún momento de tu vida, sobre todo después de los estudios normales acá y estar en países tan importantes como Alemania o de Europa, recoger la tradición tremenda que hay en la historia de la música de esos países, ir a todos los conciertos y festivales, me parece que es absolutamente positivo, pero siempre y cuando esa persona vuelva al país, enseñe lo que aprendió y ojalá se integre acá a alguna agrupación importante, como concertista, por ejemplo, o como un profesor de alguna universidad importante. Ese para mi es el ideal.
Existen varias voces que opinan que las condiciones laborales en las orquestas en Chile no son las óptimas. ¿Qué opinión le merecen estos comentarios?
Las condiciones laborales, los sueldos no son buenos para nada. El músico en Chile no puede vivir de la orquesta, tiene que hacer clases, conseguir trabajo por otros lados. Cuesta vivir de la música en Chile y esa es la razón de que cuando un músico gana un puesto importante en una orquesta afuera, se puede dedicar solamente a eso que es fantástico también. Pero bueno, esa es la realidad chilena y hay que pelearla para cambiarla o tratar de que la cultura sea cada vez un asunto más importante en Chile.
¿Cuáles son los planes para 2017?
Tengo agendado varios conciertos y estoy conformando un dúo de piano con el que tenemos programadas distintas presentaciones y se van a ir dando otras cosas. Pero la idea no es cambiar sino que mantenerse en esta línea y estar en mucha relación con los compositores.
El día a día del pianista Luis Alberto Latorre, quien fue distinguido con el Premio a la Música Nacional Presidente de la República 2016 en género Música Docta, transcurre entre ensayos, presentaciones y cátedras.
“Este premio me tomó por sorpresa. Casi había olvidado que existía”, dice el músico que desde 1990 forma parte de la Orquesta Sinfónica de Chile.
El intérprete comenzó su carrera en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile y, posteriormente, continuó en la Universidad de Indiana, Bloomington, en Estados Unidos.
Desde entonces se ha caracterizado por desarrollar una extensa difusión e investigación sobre la música nacional.
En este sentido, el concertista recalca: “El Premio Nacional reconoce la actividad que he estado haciendo sobre todo a nivel de tocar, difundir y estudiar obras chilenas de distintas épocas”.
“Eso es algo que tengo como meta, porque creo que todo pianista chileno o de otro país, debe tocar la música de su presente, la música de su país fundamentalmente. No solamente eso, pero en gran medida”, comenta en conversación con Diario y Radio Universidad de Chile el solista que también ha sido reconocido con el Premio del Círculo de Críticos de Arte en mención Música (2012) y el Premio Domingo Santa Cruz de la Academia Chilena de Bellas Artes otorgado en 2014.
Considerando la importante labor que ha realizado respecto de la promoción de la música nacional, ¿cuánto se reconoce el trabajo de los compositores chilenos actualmente?
Eso depende de la labor de los intérpretes. En general, creo que para un compositor es muy difícil ser reconocido o darse a reconocer e un medio tan pragmático y conservador como el de Chile. Pero mientras haya músicos que estén en relación directa del compositor, por ejemplo, a través del estudio de la música nacional, ellos van a poder ser conocidos en el ambiente del auditor.
En su caso, ¿qué compositor chileno te ha marcado?
Cirilo Vila fue un profesor muy importante en mi formación, ya sea por ramos que yo estudié con él y también por sus composiciones. Después está el trabajo que hice con Andrés Alcalde. Yo estuve varios años con él trabajando en Valparaíso y Santiago y, por lo tanto, hubo mucho trabajo. Después podría nombrar a Aliosha Solovera. Actualmente, también hay dos compositores que los encuentro muy buenos que son Ricardo Silva y Cristián Donoso que son de Valparaíso.
¿Cómo las Orquestas nacionales se han hecho cargo de las creaciones locales?
Hay agrupaciones que se dedican a eso, yo conformo un ensamble que se llama Grupo Zero y su principal misión es encargar música a compositores chilenos y tocarla y, en lo posible, grabarla. También está el ensamble de Pablo Aranda en la Universidad Católica que también se dedican mucho a tocar música nacional. O sea, hay ensambles, hay agrupaciones de cámara que se dedican a esto.
Hoy muchos músicos están decidiendo quedarse en agrupaciones internacionales, producto de las mejores condiciones laborales que en otros países existen. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Salir al extranjero en algún momento de tu vida, sobre todo después de los estudios normales acá y estar en países tan importantes como Alemania o de Europa, recoger la tradición tremenda que hay en la historia de la música de esos países, ir a todos los conciertos y festivales, me parece que es absolutamente positivo, pero siempre y cuando esa persona vuelva al país, enseñe lo que aprendió y ojalá se integre acá a alguna agrupación importante, como concertista, por ejemplo, o como un profesor de alguna universidad importante. Ese para mi es el ideal.
Existen varias voces que opinan que las condiciones laborales en las orquestas en Chile no son las óptimas. ¿Qué opinión le merecen estos comentarios?
Las condiciones laborales, los sueldos no son buenos para nada. El músico en Chile no puede vivir de la orquesta, tiene que hacer clases, conseguir trabajo por otros lados. Cuesta vivir de la música en Chile y esa es la razón de que cuando un músico gana un puesto importante en una orquesta afuera, se puede dedicar solamente a eso que es fantástico también. Pero bueno, esa es la realidad chilena y hay que pelearla para cambiarla o tratar de que la cultura sea cada vez un asunto más importante en Chile.
¿Cuáles son los planes para 2017?
Tengo agendado varios conciertos y estoy conformando un dúo de piano con el que tenemos programadas distintas presentaciones y se van a ir dando otras cosas. Pero la idea no es cambiar sino que mantenerse en esta línea y estar en mucha relación con los compositores.
