37 fue el número de peluquerías que visitaron Natalia Castro, Stefanía Jiménez y Karla Saldías. El objetivo era sólo uno: conseguir la mayor cantidad y variedad de cabello femenino, para construir con él una obra de arte.
La instalación de un metro 20 por dos metros, titulada Anónima, recrea un mapa de la Región Metropolitana a partir del cabello recolectado.
La obra forma parte de Migrantes, una exposición doble que aborda el tema de la migración no sólo del territorio, sino que también en relación a la imagen de la mujer. En este sentido, la muestra apunta a reflexionar sobre las mujeres de distintas, formas, colores, edades y nacionalidades, no desde lo que las hace diferentes, sino que en torno a aquellos elementos que son comunes a todas ellas.
“Este trabajo ofrece una mirada sobre la mujer migrante. Sobre cómo llega a otro lugar, sobre cómo se asienta, sobre cómo empieza a hacer cosas tan comunes como ir a la peluquería, como traer un poco de su cultura. En este proceso nos encontramos con que las mujeres de origen afro tienen todo un tema con su pelo. Entonces queremos demostrar que cosas que nos unen, el pelo es simplemente pelo, no hay color de piel, no hay nacionalidad. Eso es lo común que tenemos y la diversidad de ese común nos enriquece a todos”, explica Karla Saldías, una de las creadoras de la obra colectiva.
Las elecciones norteamericanas y los anuncios realizados incluso por algunos precandidatos presidenciales en nuestro país, han hecho resurgir discursos que enfatizan las diferencias con los extranjeros. En este sentido, Karla Saldías señaló que esta muestra tiene el objetivo totalmente contrario.
“Todas estas cosas están siempre enfatizado las diferencias y se abordan desde ese sitio: la diferencia de idioma, la diferencia de la cultura. Nosotros queríamos abordar esa construcción social que tiene la mujer, a partir del otro, en relación a lo que tenemos en común.
Migrar de roles
La migración como tema central abarca no sólo los movimientos territoriales, sino que también otro tipo de huidas, de fracciones con la materialidad cotidiana.
Daniela Quiroga, también artista de la exposición, presenta dos fotografías de gran formato en las que se aprecia parte del cuerpo de una mujer anciana que se contrapone al de una muñeca intervenida con arcilla para asimilarse a las formas de esa primera mujer.
“La idea era contrastar el cuerpo de mi abuela, que es un cuerpo que tiene años, que tiene cicatrices, que tiene arrugas, que tiene estrías, con el cuerpo de la barbie que es un cuerpo perfecto. De ahí patió la idea, de contrastar los dos cuerpos, pero no quise mostrar a la barbie en esta idea del cuerpo perfecto, sino que quise intervenirlo”, apunta Daniela Quiroga.
La idea de migrar, de habitar otras tierras, otros cuerpos, otras culturas es el tema central de esta muestra. También de la capacidad de las mujeres para amoldarse a las circunstancias que les toca vivir. “Tomé a mi abuela porque siento que representa una generación de mujeres que no tuvieron la posibilidad de migrar a otros roles, más allá de los que les fueron impuestos”, explica la autora.
Con entrada liberada, Migrantes se inaugura el martes 20 de diciembre, a las 19:00 horas, en Espacio San Isidro ESI (San Isidro 560, Santiago), donde permanecerá en exhibición hasta el 31 de marzo de 2017.
La muestra forma parte de Extramuro, iniciativa desarrollada por la Escuela de Educación Artística de la UCSH que se traduce en la exhibición, una vez al año, de propuestas de estudiantes de Pedagogía en Educación Artística mención Artes Visuales de esa Casa de Estudios.