Presidente Supervisores de Codelco: "La Reforma Laboral solo profundizará la subcontratación"

El dirigente sindical analizó las medidas adoptadas por el Ministerio de Hacienda para aliviar la deuda de Codelco, los alcances de la Ley Reservada del Cobre y la situación laboral de los trabajadores mineros en Chile frente a la precarización que significa el aumento de la subcontratación por parte de empresas privadas externas.

El dirigente sindical analizó las medidas adoptadas por el Ministerio de Hacienda para aliviar la deuda de Codelco, los alcances de la Ley Reservada del Cobre y la situación laboral de los trabajadores mineros en Chile frente a la precarización que significa el aumento de la subcontratación por parte de empresas privadas externas.

Ha sido un año movido para los sindicatos y la minería chilena. Se termina un 2016 enmarcado por huelgas, paros, deudas y casos de corrupción ligados a Codelco, la cuprífera estatal que produce cerca del 11% del cobre mundial. Por estas razones, Ricardo Calderón, presidente de la Federación de Supervisores de Codelco (Fesuc), tiene por estos días una agenda muy apretada. Carga una carpeta repleta de documentos para respaldar con datos y cifras cada una de sus respuestas, mientras se anima a proyectar lo que será el 2017 en términos de movilización sindical y material económica.

A principios de este mes, el ministro Valdés anunció que el Gobierno decidió capitalizar Codelco con 975 millones de dólares ¿Qué representa este anuncio y la solución entregada para mitigar el impacto de la Ley Reservada del Cobre?

En primer, lugar es importante señalar que la solicitud que hizo el directorio en materia de capitalización era de 800 millones de dólares. Esto, en el marco de los 4 mil millones aprobados en el Congreso, que se iban a ir otorgando en la medida en que avanzaba el plan de desarrollo de proyectos de Codelco. De esos 800 millones se otorgaron 500 millones y adicionalmente se otorgaron 475 millones que debían autorizarse a través de una ley.

Respecto a que esto mitigaría el impacto de la Ley Reservada, creemos que es positivo, porque recoge parte de los planteamientos que hemos hecho en relación al uso del fondo estratégico de las Fuerzas Armadas o de la Defensa. Este fondo, que tiene en torno a los 5 mil millones de dólares que se generaron a partir de los excedentes de la Ley Reservada, producto del ciclo de precios altos, son dineros que ya no se gastaron en comprar armamento y que fueron generados por Codelco. La idea es que se puedan utilizar en un fondo social y productivo.

Entendemos que hay un consenso parlamentario en la decisión de aprobar estos dineros para que de esta manera se pueda paliar un poco el impacto tan significativo que genera que Codelco tenga que entregar el 10% de las ventas a las Fuerzas Armadas.

Según las cifras del Consejo Minero, desde 2012 la gran minería ha perdido más de 12 mil 400 puestos de trabajo. Eso representaría un 10 % de la dotación inicial ¿Cómo ven estas cifras. Son representativas?, ¿ cómo se ha visto afectada la fuerza laboral?

Son varios los efectos: Uno, se observa objetivamente un aumento del desempleo en las zonas mineras como Copiapó, Antofagasta, Calama, Iquique. Esto, producto de la congelación de los proyectos por más trabajo contratista, por lo que ahí hay una cantidad de bajas en el número del empleo. Desde el punto de vista de la calidad del empleo, se ha visto afectado, pues con mayor desempleo la gente está disponible a aceptar peores condiciones, tanto en remuneración como en condiciones generales de trabajo.

Por otro lado, la gente que se ha mantenido trabajando -tanto a nivel directo como de las empresas contratistas- y, sobre todo, con la gente que nosotros representamos del estamento que le toca supervisar procesos, hemos tenido un aumento significativo en la carga de trabajo, en la tensión, generando inseguridades y otro tipo de problemas que han desatado situaciones en materia de seguridad y accidentes en la minería. Tiene que ver con este ambiente de miedo que genera en la gente la posibilidad de perder el empleo.

En ese mismo sentido, ustedes ya habían presentado propuestas para revitalizar la producción. ¿Cómo ha sido la respuesta a esas propuestas?

A nivel parlamentario nosotros en noviembre ya habíamos hecho estos planteamientos para revisar la Ley Reservada con urgencia y, sobre todo, echar manos a este fondo estratégico.

Ahora, hay dos aspectos en relación a los proyectos estructurales que tenía Codelco, los clásicos, los conocidos, que tienen que ver con reponer su base minera, con reponer la cantidad de producción y con proyectos de extracción minera. Pero también hay otros proyectos que nosotros creemos relevantes que se financien, y en esto creemos que ha habido poca escucha de parte de las autoridades del país.

De este fondo estratégico de 5 mil millones puede financiarse un aumento de la capacidad de fundición y de refinería en Chile, de tal manera de no seguir exportando concentrados.

Progresivamente, el concentrado va a ser más difícil de exportar además por razones ambientales y económicas. Sobre todo la que sale de Chuquicamata y de Ministro Hales, que tienen alta concentración en arsénico, lo que requiere de tratamientos industriales. De lo contrario, lo vendes muy barato, muy castigado, o ya no lo están comprando o bien, te va a generar problemas ambientales en la misma operación. Por lo tanto, no sólo se requiere adaptar las fundiciones a la norma del Decreto 28, sino que se requiere aumentar la capacidad de fundición y refinería. ¿Dónde hay recursos para esto? En el fondo estratégico de las FFAA, por ejemplo.

Otra línea, tiene que ver con el negocio del litio. Hoy tenemos, junto a Bolivia y Argentina, en el mismo salar: Del Hombre Muerto, Uyuni y de Atacama, en el caso nuestro, los principales recursos del litio. Tenemos el desafío de industrializar el litio y no exportarlo sólo como carbonato, como materia prima básica. Entonces también son inversiones públicas que se pueden hacer. Y otro tema, que también tiene que ver con la región de Antofagasta, es la necesidad del agua. Es fundamental que la minería tenga agua de mar para sus procesos industriales, es esencial.

Podemos tener mucho cobre, podemos tener energía eléctrica barata, pero si no tenemos agua en las operaciones no podemos hacer nada. Por lo tanto, hoy está en riesgo el presupuesto de la planta desaladora que va a surtir el distrito norte de Calama, Chuquicamata y Ministro Hales con agua. Se está pensando en la que lo hagan privados y a la larga esto es algo negativo para el país, habiendo recursos para hacerlo. Estos tres ejemplos son de inversión productiva, que además mueven la economía.

¿Cuál es el argumento de que no se puedan implementar esas tres soluciones?

Nosotros estuvimos en el ministerio de Defensa y con el subsecretario. Les planteamos esta tesis, también se la hemos planteado a parlamentarios. Yo diría que hay una inhibición. Esto depende de Hacienda, no depende de Defensa ni del Parlamento, pero estos 475 millones que aparecen en el anuncio del ministro Valdés ya son un avance. Hay que convencerlos que esta carga que tiene Codelco hay que resolverla por algún lado. Si bien este dinero no necesariamente resuelve temas de fondo, ayuda. Sin embargo, el problema es que la falta de escucha tiene que ver con un paradigma, con que el Estado no tiene que desarrollar iniciativas empresariales, productivas, que tiene que replegarse y dejar que esto se haga con inversión privada. Con todas las consecuencias que esto tiene, de los monopolios que se generan en recursos como el agua o, derechamente, en tener que repartir renta, en algunas materias en que el Estado no tendría por qué repartirla, como en el caso de la minería. Por otro lado, el diálogo y la reflexión han sido insuficientes. Debemos repensar dónde hay que invertir los recursos que tenemos, qué tipo de país somos. Tenemos el 30% del cobre del mundo y tenemos reservas importantes en molibdeno, en plata, también producimos oro, y otra serie de minerales. También tenemos el litio.

Hoy día tienes un modelo de desarrollo a nivel mundial en el cual Chile está relegado  la exportación de materias primas con poco valor agregado, eso de alguna manera tiene que ver con el ajedrez mundial y que los gobiernos se han ido subordinando a ese ajedrez. No hay razones técnicas: nuestros ingenieros no son más malos, nuestros trabajadores no son más malos. No hay ninguna razón para que nosotros no seamos capaces de ser parte de encadenamientos productivos con mayor valor agregado y no nos limitemos a la exportación de materias primas que, además, tiene un empleo de peor calidad; impacto en el medio ambiente que son mayores. Por lo tanto, creemos que claramente hay fuerzas económicas y políticas que hacen que esto sea así o se escuche poco.

¿Por qué cree que los costos de producción de Codelco han subido tanto en el último tiempo?

La situación de los costos de Codelco ocurren en la medida en que no hay inversión Se dan dos fenómenos: la inversión no se genera de manera significativa, ni el rubro de las exploraciones que es cuando tienes que ir renovando tu base. Tienes que probar y producir nuevo cobre. Probar que ese cobre es rentable a producirlo y, de esa manera, ir reemplazándolo. Si anualmente sacas un millón 700 mil toneladas de cobre fino tienes que ir renovando tu reserva y eso se hace con exploración, pero el Estado de Chile y Codelco han invertido muy poco en esto.

¿Bien significativa en qué términos podríamos hablar?

Insuficiente inversión en la renovación de equipos, todavía no estoy diciendo pasar del 70% al 50% de la producción nacional: Estoy hablando de simplemente renovar y mantener. Esto hace que el deterioro de tus equipos genere mayores costos de mantención y mayores costos en general, provocan bajas de producción y hace que los costos unitarios sean cada vez más altos. Es decir, si yo produzco dos millones de toneladas, mi costo unitario por cada tonelada va a ser un millón 700 mil. Yo no puedo reducir una fundición a una refinería o sacar camiones tan flexiblemente.

Hay otra variable bien significativa que se ha soslayado, que no se ha abordado de manera como corresponde y tiene que ver con el subcontrato, que es la forma en que Codelco se ha ido privatizando.

Hoy se habla entre el 40% y 60% de los costos operacionales serían servicios o subcontratación en general. Alguna de esta puede estar bastante justificada y ser bastante eficiente, productiva, especializada, pero indudablemente que ha habido un proceso durante los últimos 15 años en el cual se ha tendido a precarizar el trabajo reduciendo costos, por supuesto, a costa de las personas, tanto de los trabajadores internos como de los contratistas. Esto claramente ha generado en los hechos una ineficiencia muy grande respecto a los resultados y a la productividad de Codelco.

Si en términos de costo es mucho más perjudicial para Codelco ¿por qué sigue generando este tipo de contrato externo en vez de aumentar las plazas de trabajadores contratados?

Es una pregunta que habría que consultarle a las autoridades que dirigen la empresa, el directorio es el que tiene una mirada más estratégica y que debiera explicar cuál es la gestión de negocio respecto a la gestión de personas y cuáles son las pretendidas eficiencia que tendría el subcontrato por sobre la contratación directa. Las ineficiencias son infinitas, hay muchas cadenas de mando, hay mucha burocracia, intermediarios que quieren recibir sus legítimas ganancias, También acá hay un paradigma de verlo como un negocio, entonces el trabajador subcontratado es más barato y además es más reemplazable, con la reforma laboral es aún más reemplazable. Lo hemos analizado en nuestro sector: con esta Reforma Laboral aprobada, la intensificación del subcontrato se verá incentivada y eso va a debilitar aún más esta situación que te describo de las ineficiencias relacionadas al subcontrato.

¿Cuál es el comparativo de lo que paga Codelco al Estado de Chile y lo que pagan otras empresas mineras privadas al Estado?

Hoy estamos en un momento muy anómalo porque Codelco entrega montos regresivos, pero si uno observa un periodo más largo, me atrevería a decir unos 20 años, pensando en un ciclo desde 1996 al 2006, uno podría estimar que la destinación es en un 70% a empresas privadas. Eso más o menos el volumen de producción, que es fundamentalmente concentrado de cobre a un valor de mercado mucho más bajo que el cato de cobre, que es lo que sale de una refinería. Los aportes que el Estado hace son al revés: Codelco con el 30% aporta más o menos el 70% que el Estado recibió del cobre y la minería privada, con el 70%, aporta más o menos el 30%.

Si vemos los últimos años, Codelco está más deteriorado y la industria en general también. Esto no significa que los dueños de la empresa privada reciban poca plata, sino que reciben mucho dinero, pero lo que dejan al Estado es mucho más bajo. Hay datos de Cochilco que estiman que en un período normal, por cada cato de cobre que se produce o cada unidad, Codelco le deja al Estado 5 veces más de lo que le dejaba el privado, por lo tanto, esto demuestra que es mucho más eficiente que sea el Estado el que invierta en minería en un negocio de este tipo a largo plazo, y no que lo entregue a privados, que a la larga tienen utilidades que son razonablemente seguras por las características que tiene esta minera.

Usted decía en una entrevista que este modelo de externalización fracasó y que los malos resultados son evidentes en términos económicos. ¿A quién podemos culpar de esta privatización que ha tenido Codelco donde el Estado es cada vez menos participe y ha ido desligando a privados?

La responsabilidad primaria es del dueño que da las orientaciones generales. El dueño es el Estado de Chile encarnado en sus ministros de Hacienda, todos, sin excepción. Ellos le han pedido a Codelco entrega de utilidades, de rentabilidad, de ganancia.  No ha habido un análisis crítico de cuál es la sustentabilidad del modelo sobre el cual se van a sostener estas ganancias. Y ahí entraría el subcontrato. Hay una responsabilidad del dueño, del directorio y de las administraciones de Codelco, que han sido majaderas en tener un modelo que no funciona y fracasa sistemáticamente.

Por otro lado, la pasividad del mundo de los trabajadores y de nuestras organizaciones sindicales, que hemos visto de manera poco solidaria en general como se ha ido precarizando el empleo de los contratistas. Cómo esta precarización llega a los trabajadores de Codelco y nos ha costado reaccionar. Es indudable el tema del fracaso. Si tú ves el tema de Salvador, estuvo hasta hace poco en pérdida, pero tenía subcontratado gran parte de sus procesos, incluidos operaciones mineras, operaciones esenciales del negocio y todas estas empresas contratistas tenías utilidades. Por eso nosotros hablamos que aquí se ha ido privatizando Codelco a través del subcontrato,  donde las utilidades se han ido transfiriendo a empresas privadas, no a los trabajadores contratistas y esto ha sido a costa de vulnerar las productividades y la capacidad de la misma empresa de llevar adelante ciertos procesos.

Varios sindicatos han estado en negociaciones y ustedes van a enfrentar otros en enero y marzo de 2017

Claro, es el caso de los operadores. Los supervisores en Chuquicamata negociamos en 2018, pero ahora vienen negociaciones en la casa matriz, en Radomiro Tomic y en El Teniente a nivel de supervisores.

¿Cómo ve el desafío de llegar a un acuerdo después de un año  en donde distintos sectores como la Anef o los trabajadores de Homecenter se han organizado yendo a huelga y la respuesta siempre ha sido negativa o muy lejos de sus demandas?

En este contexto las negociaciones se ven muy complejas porque podemos ir observando hace años una serie de derrotas en el movimiento sindical, en el cual las empresas han estado disponibles a sostener huelgas como las que vimos hace poco en Homecenter o el BCI, por nombrar dos emblemáticas del sector privado.

Observamos una mano del sector privado para reducir las expectativas y en definitiva rebajar las capacidades del movimiento sindical de mejorar condiciones de vida y de trabajo a través de las negociaciones colectivas.  Una vez más uno puede ligarlo a la Reforma Laboral porque lo que refleja es el agotamiento del modelo de negociación a nivel de empresa. Es insostenible que un sindicato de 8700 trabajadores, como el de Homecenter, no genere una huelga efectiva, con capacidad y con poder del sindicato para mejorar las condiciones de negociación. Por eso que es una vergüenza.

Tienes casos como los de Los Bronces, donde también hubo algún mejoramiento o en el caso de El Salvador con los operadores, pero son mejoras marginales a través de la herramienta del recurso de huelga y con muchos costos. Recordemos que el día de huelga no te lo pagan, que el conflicto genera una serie de desgaste, que en el caso del sector público al no atender a la población también se genera una imagen del movimiento que termina desgastando, siendo adversa o no logrando la solidaridad de la población que es lo que se podría buscar. Por lo tanto, el escenario es regresivo en ese sentido.

Son las mismas demandas, pero empleadores distintos, entre los trabajadores de Codelco y los subcontratistas ¿Cómo afecta esto a la unidad o a la fuerza del movimiento?

Claramente a todos los sectores sindicales no está pasando la cuenta no sólo el Código del Trabajo, la Constitución política y factores exógenos, sino que nos está pasando mucho la cuenta, con mucha más fuerza, la falta de unidad; la falta de consciencia, la falta de educación sindical, la falta de redes de apoyo y solidaridad  en contexto de conflicto; la falta de apoyo en materia de comunicaciones entre organizaciones sindicales.  En el sector minero esta situación no es ajena, tanto en el sector de los subcontratos o en el interior de los trabajadores directos, existe un sinnúmero de organizaciones y son varias las empresas donde existe más de un sindicato por empresa, eso claramente nos debilita y nos obliga a enfrentar el tema de otra manera, desde la unidad y la organización.

Pero también nuestras formas, nuestro lenguaje, la forma de trabajar con nuestras bases, la forma de hacer frente a una base con más acceso a la información, pero menos educada es un desafío en materia de desarrollo a nivel de consciencia e intelectualidad, a nivel de nuestra bases en los temas laborales que diría que es algo que nos está pasando la cuenta. En este escenario las negociaciones mineras que han estado históricamente concentradas en materias económicas, hoy están siendo terreno en los cuales los trabajadores estamos siendo derrotados o eso es lo que se refleja. Por ejemplo, hay una noción de parte del Estado de que ningún contrato debe aumentar más del 1% del coste estructural que tiene. Entonces esas son las platas que se están moviendo y es una directriz general de Hacienda hacia todas las empresas del Estado, incluido Codelco.





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