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Año XVI, 25 de abril de 2024


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Jaime Mañalich acusa descoordinación administrativa en el Minsal

Frente al hecho que el Ministerio de Salud se ubica como una de las carteras que menos ejecución presupuestaria tuvo al término del año pasado y la negativa evaluación que la ciudadanía tiene del organismo, el ex titular de la cartera, Jaime Mañalich, apuntó a la descoordinación administrativa y al abandono del sistema de concesiones hospitalarias como las principales acciones responsables de estos indicadores.

Tania González

  Viernes 6 de enero 2017 18:28 hrs. 
manalich

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Los resultados de la última encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP) ubicaron a Salud como uno de los tres problemas más importantes sobre los que el Gobierno debería dedicar mayor esfuerzo en solucionar.

A las cifras se añade el antecedente de que en relación con la ejecución de su presupuesto asignado a principios de año, la cartera de Salud a noviembre de 2016 había realizado menos de la mitad de su inversión.

Consultado por este tema en el contexto del último año de mandato del gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, en entrevista con Radio y Diario Universidad de Chile, el ex ministro de Salud, Jaime Mañalich, identificó dificultades de descoordinación administrativa para avanzar en la ejecución presupuestaria.

“Cuando se dice que vamos a gastar por ejemplo, 700 millones de dólares en Salud, se dejan de usar en otras carteras, llámese Seguridad Pública, Educación, Pensiones, todas esas otras cosas en las que parece tan necesario. En ese sentido, es bastante delicado que se entregue a una cartera un presupuesto que no es capaz de usar en beneficio de todos los chilenos”, señaló.

¿Hay también obstáculos entre las carteras comprometidas en la utilización de estos recursos?

“Se tiene un acuerdo político por ley de que se van a gastar estos recursos pero en la medida que Hacienda se ve apretada, no le traspasa esos recursos efectivamente al Ministerio de Salud, demora los contratos y de esa manera, ahorra para usar en otros destinos. Por ejemplo, la de la deuda hospitalaria, recursos que no gastó en inversión hospitalaria y ésta es la segunda gran área del presupuesto de salud que entrega el Estado, que es de financiamiento de gasto corriente”.

¿Cuál es su punto de vista sobre la polémica por el atraso en la construcción de hospitales? Luego que desde el Ejecutivo reconocieron que sólo la mitad de los hospitales que se pretendían construir estarán funcionando antes de marzo del 2018.

“Acaba el Ministerio de Salud de sacar de la vía concesionada el gran Hospital Sótero del Río de Puente Alto y la Subsecretaria de Salud dice: lo vamos a construir nosotros como ministerio, lo que sabemos es una promesa falsa. En la práctica es una renuncia a construir el Hospital Sótero del Río en una comuna donde viven un millón de personas, es un  hecho grave”.

No obstante, la deuda hospitalaria es otro de los grandes problemas en Salud y que tiene entre sus causas el gasto en personal, compra de medicamentos y prestaciones, entre otros ¿Qué opina al respecto?

“No se hacen las solicitudes de medicamentos oportunamente de comprar a través de la Cenabast, que significa descuentos importantes en insumos, jeringas, medicamentos, hasta un décimo de su valor si los Servicios de Salud compran a través de la Central una licitación única una vez al año. Pero como no se hace, los hospitales siguen comprando en las farmacias de la esquina con sobrecargo por el financiamiento que tienen que aportar, y en definitiva eso se transforma en deuda”.

El ex ministro advirtió que las consecuencias de la deuda hospitalaria van más allá del área de salud, cuando por ejemplo, no se les puede pagar a empresas que proveen a los hospitales en alimentos, aseo, combustible, y otros servicios.

Por último, en lo que refiere a las demandas de los funcionarios de recintos públicos de salud (mejores salarios, mayor cantidad de especialistas) Mañalich afirmó que si bien el Gobierno ha negociado pagando más a los trabajadores, a su juicio, ha fallado en la exigencia de mayor productividad, dándose mal uso de pabellones quirúrgicos en los hospitales públicos y manteniéndose las listas de espera.

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