El veto a la entrada de Mariana Aylwin a Cuba por parte del gobierno de ese país, ha revivido las históricas diferencias entre la Democracia Cristiana y el Partido Comunista.
Desde el PC, el diputado Daniel Núñez y el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, acusaron a la hija de Patricio Aylwin de intentar articular una operación política con el fin de enemistar a ambas colectividades y generar un quiebre al interior del bloque de Gobierno y con ello ponerle la lápida a la Nueva Mayoría.
Mientras, desde la falange, parlamentarios y dirigentes políticos apuntaron a que existe una “diferencia insalvable” al interior del bloque, debido a una contradicción en los conceptos de democracia y Derechos Humanos.
En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el analista y académico, Ernesto Águila, indicó que esta situación “probablemente se intentará utilizar para debilitar una alianza que nunca ha sido del gusto del sector más conservador de la Democracia Cristiana”, encabezado por Mariana Aylwin
En ese sentido, el experto recordó que estos hechos se producen en momentos en que la líder de la DC, Carolina Goic, había determinado participar de las primarias oficialistas, idea que es resistida por dicho sector de la falange.
“Creo que esto ha sido bastante exagerado en términos de tratar de producir una separación de aguas dentro de la Nueva Mayoría, o sea, es justo algo que ocurre en el momento en que la presidenta de la Democracia Cristiana había tomado una definición importante que era someterse a las primarias de la Nueva Mayoría, lo cual significaba que este conglomerado, más allá de que a uno le guste más o menos, objetivamente iba a intentar prolongarse por un nuevo periodo presidencial”, dijo.
Para el analista político de la Universidad de Santiago, Bernardo Navarrete, las repercusiones que podría tener este impasse en la coalición serán mínimos. “Darle el certificado de defunción hoy a la Nueva Mayoría, a mí me parece que es más un recurso retórico poco práctico, porque hay un calendario electoral que pasa por una primaria en julio, hay un pacto parlamentario que se va a concretar y quienes hoy están criticando desde ambas arenas la situación, van a concurrir a la lista”, apuntó.
Desde el Gobierno, el ministro del Interior y militante falangista, Mario Fernández aseguró que lo que ocurrió entre Mariana Aylwin y el Gobierno cubano son asuntos diplomáticos y que si bien tienen efectos en la Nueva Mayoría, estos deben ser resueltos al interior de la coalición.
El jefe de Gabinete anunció además que convocará a una reunión de comité político con los presidentes de todos los partidos oficialistas para el día martes 28 de febrero, un día antes de que se de inicio a la actividad legislativa, oportunidad en que sería analizado este tema que mantiene enfrentados a al menos dos partidos del bloque de Gobierno, los que durante los casi tres años de la administración de Michelle Bachelet han tenido múltiples desencuentros.
El veto a la entrada de Mariana Aylwin a Cuba por parte del gobierno de ese país, ha revivido las históricas diferencias entre la Democracia Cristiana y el Partido Comunista.
Desde el PC, el diputado Daniel Núñez y el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, acusaron a la hija de Patricio Aylwin de intentar articular una operación política con el fin de enemistar a ambas colectividades y generar un quiebre al interior del bloque de Gobierno y con ello ponerle la lápida a la Nueva Mayoría.
Mientras, desde la falange, parlamentarios y dirigentes políticos apuntaron a que existe una “diferencia insalvable” al interior del bloque, debido a una contradicción en los conceptos de democracia y Derechos Humanos.
En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el analista y académico, Ernesto Águila, indicó que esta situación “probablemente se intentará utilizar para debilitar una alianza que nunca ha sido del gusto del sector más conservador de la Democracia Cristiana”, encabezado por Mariana Aylwin
En ese sentido, el experto recordó que estos hechos se producen en momentos en que la líder de la DC, Carolina Goic, había determinado participar de las primarias oficialistas, idea que es resistida por dicho sector de la falange.
“Creo que esto ha sido bastante exagerado en términos de tratar de producir una separación de aguas dentro de la Nueva Mayoría, o sea, es justo algo que ocurre en el momento en que la presidenta de la Democracia Cristiana había tomado una definición importante que era someterse a las primarias de la Nueva Mayoría, lo cual significaba que este conglomerado, más allá de que a uno le guste más o menos, objetivamente iba a intentar prolongarse por un nuevo periodo presidencial”, dijo.
Para el analista político de la Universidad de Santiago, Bernardo Navarrete, las repercusiones que podría tener este impasse en la coalición serán mínimos. “Darle el certificado de defunción hoy a la Nueva Mayoría, a mí me parece que es más un recurso retórico poco práctico, porque hay un calendario electoral que pasa por una primaria en julio, hay un pacto parlamentario que se va a concretar y quienes hoy están criticando desde ambas arenas la situación, van a concurrir a la lista”, apuntó.
Desde el Gobierno, el ministro del Interior y militante falangista, Mario Fernández aseguró que lo que ocurrió entre Mariana Aylwin y el Gobierno cubano son asuntos diplomáticos y que si bien tienen efectos en la Nueva Mayoría, estos deben ser resueltos al interior de la coalición.
El jefe de Gabinete anunció además que convocará a una reunión de comité político con los presidentes de todos los partidos oficialistas para el día martes 28 de febrero, un día antes de que se de inicio a la actividad legislativa, oportunidad en que sería analizado este tema que mantiene enfrentados a al menos dos partidos del bloque de Gobierno, los que durante los casi tres años de la administración de Michelle Bachelet han tenido múltiples desencuentros.
El veto a la entrada de Mariana Aylwin a Cuba por parte del gobierno de ese país, ha revivido las históricas diferencias entre la Democracia Cristiana y el Partido Comunista.
Desde el PC, el diputado Daniel Núñez y el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, acusaron a la hija de Patricio Aylwin de intentar articular una operación política con el fin de enemistar a ambas colectividades y generar un quiebre al interior del bloque de Gobierno y con ello ponerle la lápida a la Nueva Mayoría.
Mientras, desde la falange, parlamentarios y dirigentes políticos apuntaron a que existe una “diferencia insalvable” al interior del bloque, debido a una contradicción en los conceptos de democracia y Derechos Humanos.
En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el analista y académico, Ernesto Águila, indicó que esta situación “probablemente se intentará utilizar para debilitar una alianza que nunca ha sido del gusto del sector más conservador de la Democracia Cristiana”, encabezado por Mariana Aylwin
En ese sentido, el experto recordó que estos hechos se producen en momentos en que la líder de la DC, Carolina Goic, había determinado participar de las primarias oficialistas, idea que es resistida por dicho sector de la falange.
“Creo que esto ha sido bastante exagerado en términos de tratar de producir una separación de aguas dentro de la Nueva Mayoría, o sea, es justo algo que ocurre en el momento en que la presidenta de la Democracia Cristiana había tomado una definición importante que era someterse a las primarias de la Nueva Mayoría, lo cual significaba que este conglomerado, más allá de que a uno le guste más o menos, objetivamente iba a intentar prolongarse por un nuevo periodo presidencial”, dijo.
Para el analista político de la Universidad de Santiago, Bernardo Navarrete, las repercusiones que podría tener este impasse en la coalición serán mínimos. “Darle el certificado de defunción hoy a la Nueva Mayoría, a mí me parece que es más un recurso retórico poco práctico, porque hay un calendario electoral que pasa por una primaria en julio, hay un pacto parlamentario que se va a concretar y quienes hoy están criticando desde ambas arenas la situación, van a concurrir a la lista”, apuntó.
Desde el Gobierno, el ministro del Interior y militante falangista, Mario Fernández aseguró que lo que ocurrió entre Mariana Aylwin y el Gobierno cubano son asuntos diplomáticos y que si bien tienen efectos en la Nueva Mayoría, estos deben ser resueltos al interior de la coalición.
El jefe de Gabinete anunció además que convocará a una reunión de comité político con los presidentes de todos los partidos oficialistas para el día martes 28 de febrero, un día antes de que se de inicio a la actividad legislativa, oportunidad en que sería analizado este tema que mantiene enfrentados a al menos dos partidos del bloque de Gobierno, los que durante los casi tres años de la administración de Michelle Bachelet han tenido múltiples desencuentros.
