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Laguista por obligación: la operación que habría forzado a Girardi a sumarse al comando del ex Presidente

La noticia de que el senador del PPD, histórico oponente de Ricardo Lagos, se sumaba a la campaña del ex mandatario causó sorpresa. Todo indica que fue otra operación de bullying del laguismo, tal como sucedió con Isabel Allende en septiembre pasado.

Maximiliano Alarcón

  Lunes 20 de marzo 2017 21:49 hrs. 
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Muchos nombres importantes en el PPD están cuadrados con la candidatura presidencial de Ricardo Lagos. El mandamás Gonzalo Navarrete y el senador Felipe Harboe, por ejemplo, empujan la máquina a favor del ex mandatario. Pero uno que definitivamente no estaba en esa lista era el senador Guido Girardi. Las relaciones entre Lagos y Girardi están quebradas desde 2004, cuando el legislador entró a La Moneda con un ataúd negro criticando aspectos del Plan Auge que entonces impulsaba el Presidente.

Por ello causó bastante sorpresa un artículo aparecido en Reportajes de El Mercurio el domingo pasado titulado “Girardi entra al comando de Lagos y establece nuevo diseño en campaña para la primaria”.

En ese artículo se detallaban intensas reuniones y los lineamientos que en estas se definieron en torno a una campaña que está estancada en un dígito hace varios meses. Girardi asumirá, según El Mercurio, un papel protagónico, integrando personas al equipo y proponiendo nuevos discursos para rejuvenecer la candidatura de Lagos como, por ejemplo, incorporar más temas de feminismo.

Sin embargo, para conocedores de lo que sucede en los pasillos del poder, esta flamante incorporación a un comando medio moribundo no tiene sentido. Menos aún cuando en una entrevista que el senador dio al diario La Tercera el día anterior, el padrino PPD no dio luces algunas sobre su nuevo rol dentro del laguismo.

Al indagar más de cerca en esta sorpresiva jugada política surge un cuadro muy distinto al que, aparentemente, quiere transmitir el laguismo. Cabe recordar que El Mercurio viene apoyando editorialmente la candidatura de Ricardo Lagos desde el estallido del caso Caval en febrero de 2015.

Según fuentes cercanas a Girardi consultadas por nuestro diario, todo comenzó a gestarse el miércoles pasado, cuando el jefe de campaña de Lagos, el ex ministro de Energía Máximo Pacheco, lo invitó a una cena en su casa para discutir distintos asuntos políticos. A la cita, le habrían dicho al senador, también asistirían el jefe del PPD, Gonzalo Navarrete, y la senadora de ese partido, Adriana Muñoz.

Sin embargo, al llegar a la residencia del ex ministro de Energía de la presidenta Bachelet, Girardi se encontró con la sorpresa que también estaban ahí los socialistas Camilo Escalona y Marcelo Schilling, ambos personajes no gratos para el congresista y fervientes partidarios de Lagos. “Le hicieron una encerrona”, afirma una de estas fuentes.

Esto habría provocado la primera molestia de Girardi. Pero pronto el malestar del poderoso senador se convirtió en enojo cuando lo presentes le habrían planteado, de manera bastante directa, que él tenía que entrar al comando como señal de compromiso con el refichaje, algo fundamental para que la candidatura de Lagos siga con vida. Además, faltos de oxígeno para una candidatura desinflada, el laguismo también necesitaría enviar un mensaje poderoso al mundo de centro-izquierda, e incorporar a nombres grandes, así sea sólo para la foto. Según estas fuentes, los asistentes dejaron entrever que de no querer salir en ella, harían todo lo posible por endosar un hipotético fracaso en el refichaje a las aspiraciones egoístas del senador.

La conversación fue “subiendo de tono”, según fuentes del PPD, pero finalmente el padrino de ese partido tuvo que resignarse a aceptar, al menos sobre el papel, la intimidación laguista. De esta manera, el entorno de Lagos habría repetido una operación de “bullying” similar a la que bajó la pre-candidatura presidencial de la jefa del Partido Socialista, Isabel Allende, en septiembre del año pasado.

El hermetismo y la ambigüedad que exhiben los involucrados en esa cena donde Lagos habría doblegado a Girardi, parecen confirmar que el rol de este en el comando fue forzado y sólo es para completar la foto, según un conocedor de estos hechos. “Él no va a hacer nada en ese comando, esto sólo es algo testimonial”, asegura esta fuente.

Consultado ayer por nuestro diario respecto de su supuesto papel estelar en el comando laguista, Girardi se mostró esquivo. “Es conocido y sabido que el PPD apoya a Ricardo Lagos y yo estoy disponible a colaborar si me lo piden”, dijo secamente. Y dejando entrever su posición incómoda, el senador afirmó que no es tiempo de conflictos, en referencia a sus problemas históricos con el ex mandatario. Pero, acto seguido, dejó las puertas abierta a las candidaturas de Alejandro Guillier y Carolina Goic. “El aporte que puede hacer Ricardo Lagos es colaborar a que haya un debate de contenido e ideas, yo lo hago además defendiendo y estableciendo que tengo un sumo respeto y aprecio por Carolina Goic y Alejandro Guillier, porque creo que pueden ser un gran aporte a este debate”, afirmó.

Pero al preguntarle acerca de lo sucedido en la cena en la casa de Pacheco la semana pasada fue escueto y seco: “Son reuniones privadas, yo no tengo por qué…”, dejando la frase inconclusa para darse media vuelta e irse.

Curiosamente, al ser contactado el equipo de prensa del comando de Lagos, este tampoco quiso confirmar el supuesto rol de Girardi. Pese a numerosos intentos, al cierre de esta edición no fue posible obtener la versión de Máximo Pacheco.

El timonel del PPD Gonzalo Navarrete, quien junto al senador de ese partido Jaime Quintana, habría sido uno de los cerebros de esta operación política, evadió una respuesta directa sobre la situación. Al ser consultado sobre el rol que supuestamente cumpliría Girardi en el comando laguista, Navarrete dijo que “no es un problema de Guido Girardi”, sino que hay que entender el “debate que viene”, uno que contemple el equilibrio entre el rol del mercado y la justicia social, un discurso social demócrata. Al insistirle a Navarrete sobre qué aportaría Girardi y las personas que supuestamente entrarían con él al comando, no quiso especificar: “Esto no es un problema de Girardi. No es una discusión sobre Girardi, no es el gestor ni el salvador de ningún proceso de campaña. Habiéndose resuelto el tema de la inscripción del PPD, se requiere una segunda etapa, en esa segunda etapa Girardi aporta su componente, Escalona aporta el suyo, nosotros como partido aportamos lo nuestro”, dijo el timonel del PPD.

Cabe recordar que la distancia entre Girardi y Lagos no es solo histórica, sino también reciente. Hace menos de un año ambos seguían enfrentados. Luego de la renuncia del diputado Pepe Auth al PPD, y en momentos en que se criticaba al senador por ser responsable de la política “clientelista” dentro de la colectividad, Ricardo Lagos manifestaba a través de Twitter: “La renuncia de Pepe Auth obliga al PPD a volver a sus principios como un partido plural y transparente. Basta de clientelismo en la política”. Era un torpedo dirigido con nombre y apellido al senador. Pero Girardi contraatacó, lanzando duras palabras en contra del ex presidente en las páginas de El Mercurio: “La visión que tiene (Ricardo Lagos) de la izquierda es trasnochada”, afirmó. Y espetó: “¿Cuál es la visión progresista que Lagos está planteando para el futuro?”.

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