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Al menos 185 especies animales y arbóreas fueron afectadas por incendios forestales

Expertos opinan sobre cómo abordar el daño a la biodiversidad producida por los siniestros que afectaron desde la región de Valparaíso hasta el Biobío.

Rodrigo Fuentes

  Martes 21 de marzo 2017 21:52 hrs. 
bosque panul

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Un informe preliminar emanado desde Ministerio de Medio Ambiente establece que, al menos, 185 especies de flora y fauna nativa fueron afectadas por los incendios forestales de enero pasado. El documento incluye, además, una lista de 44 sitios prioritarios para la conservación de la biodiversidad que se vieron perjudicados entre Valparaíso y Biobío. En su mayoría, predios privados que no cuentan con alguna categoría de protección.

En lo inmediato, se sostiene que la recuperación del suelo es prioridad, esto porque es la única forma para que las especies arbóreas y animales silvestres puedan contar nuevamente con un hábitat adecuado para su conservación y reproducción.

La investigadora del Instituto de Ecología y Biodiversidad de la Universidad de Chile, Mary Kalin Hurley indicó que en lo inmediato es primordial crear las condiciones para que en el suelo surjan nuevamente matorrales y pastos, algo sencillo, precisó, en terrenos llanos, pero complicado en pendientes y cuencas donde la erosión ha hecho su trabajo desplazando nutrientes que se producen por la acción de las cenizas. “La reforestación es un tema complejo. Ahora, si tenemos un invierno con mucha lluvia, la superficie se podría beneficiar muchísimo, sin embargo, no sucedería lo mismo en terrenos con pendiente. Lo que está claro es que primero hay que fomentar el renacer de la vegetación nativa y luego dar paso a la proliferación de la fauna que habita la zona”, recalcó la investigadora.

La especialista detalló que esta tarea no será a corto plazo, al menos se tomarían 20 o 30 años en reestablecer las especies arbóreas nativas, especialmente en áreas donde el fuego arrasó con la totalidad del bosque.

Olga Barbosa, presidenta de la Sociedad de Ecología de Chile, señaló que el proceso de restauración debe tener un enfoque ecosistémico. Esto significa no sólo reforestar, sino que reestablecer las funciones ecológicas que existían antes, como por ejemplo, priorizar zonas donde existen afluentes de agua o en lugares donde la flora jugaba un rol importante para que insectos actúen a través de la polinización.

Así, explicó que para recrear hábitat se necesitan técnicas de restauración específica, porque no se puede reforestar con pinos y eucaliptus en zonas donde existía bosque nativo.

La presidenta de la Sociedad de Ecología de Chile aseguró que si se vuelve a plantar con dichas especies, los terrenos se volverán a quemar producto del cambio climático, tomando en cuenta que pino y eucaliptus favorecen la sequía del terreno.

Mientras, el Director de Conservación de WWF – Chile, Rodrigo Catalán, precisó que este será un punto de conflicto sobre el interés económico de las grandes empresas forestales y de la celulosa, quienes optarán por subsidios para los pequeños propietarios interesados en el negocio de la madera.

“No está muy claro sobre cómo se va a financiar la recuperación de bosque y ecosistema nativo donde había especies amenazadas que están en manos de pequeños y medianos agricultores. Por otra parte las empresas forestales han establecido compromisos de recuperar estos bosques que se les quemaron, pero ahí no hay efecto de regulación por parte del gobierno, en términos de velar por que esas responsabilidades si se cumplan”, detalló Catalán.

A través de un comunicado, el Comité Pro Defensa de la Fauna y Flora, Codeff, indicó que después de los siniestros, “se puso en evidencia la fragilidad del modelo forestal basado en un uso de suelo por parte de grandes extensiones de monocultivos,  los cuales frente a la ocurrencia de incendios en un contexto de cambio climático, los hará cada vez más frecuentes”.

En relación al punto anterior, “Codeff destaca la necesidad de terminar con esta homogenización a gran escala del paisaje forestal a través de  un cambio profundo del modelo por uno donde se privilegie la diversidad en las especies forestales, productos, y patrones de paisajes. Todo a través de  la promoción de una silvicultura de los bosques nativos para avanzar hacia un modelo integrado  que genere barreras que retarden el avance de los incendios entre otros efectos positivos que trae esta  diversidad”.

Finalmente, la instancia ecológica, destaca “la necesidad de incluir a la sociedad civil, especialmente a los habitantes de zonas rurales, en programas de educación y entrenamiento para la detección temprana de incendios forestales para el preventivo cuidado de los bosques nativos de Chile.”

Cabe destacar que el Ministerio del Medio Ambiente creó el Comité Nacional de Restauración Ecológica donde profesionales, técnicos y directivos de ONGs, discuten los lineamientos para comenzar el proceso de reforestación en zonas protegidas por el Estado y también terrenos  privados del centro sur del país que fueron afectados por los siniestros de enero pasado.

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