El contundente triunfo que obtuvo el senador independiente Alejandro Guillier el domingo pasado al ser ungido como candidato presidencial del Partido Socialista, se vio opacado por un hecho político mayor: la derrota de Ricardo Lagos, un referente hasta hace poco tiempo indiscutible del socialismo criollo y símbolo de los supuestos éxitos de la “transición chilena”.

Mientras los grandes representantes del laguismo salieron con furia a denunciar una traición a los valores y liderazgos tradicionales del PS, afirmando que con la caída de Lagos se estaba sepultando una época dorada e inédita en la historia del país, en el PPD están dando rápidamente vuelta a la hoja.

Y es que con la renuncia de Lagos, ese partido se quedó en los hechos sin candidato presidencial. En enero pasado habían proclamado, sin primarias y sin mayor discusión interna, a Lagos como su carta presidencial. Después de todo, el ex mandatario es uno de los grandes miembros fundadores de ese partido pensado originalmente como un conglomerado instrumental para derrotar a Augusto Pinochet en el plebiscito de octubre de 1988. Pero ahora el PPD, que según algunos analistas está convertido en un partido de “caciques sin indios”, se encuentra a la deriva.

Cabe recordar que ese partido ha vivido una profunda crisis, acaso la mayor dentro del conglomerado oficialista. A errores estratégicos, como el apoyo del senador Ricardo Lagos Weber, hijo del ex Presidente, a la candidatura fracasada de un DJ a la alcaldía de Valparaíso, se sumaron las dudas en torno a boletas ilegales que involucrarían al ex alcaldesa y ahijada de Lagos, Carolina Tohá, en el municipio de Santiago.

Ayer la directiva de del PPD encabezada por Gonzalo Navarrete, personero quien no pudo camuflar su cara de decepción con los resultados del domingo, se reunió con altos representantes de la Democracia Cristiana para discutir el escenario político al interior de la Nueva Mayoría.

Sobre el papel y en declaraciones oficiales, los representantes del PPD y la DC coincidieron en que les preocupaba la “izquierdización” del PS, encarnada supuestamente en la candidatura de Guillier.

Pero tras bambalinas, el acercamiento del PPD a la DC podría seguir otros objetivos políticos.

En concreto, según fuentes al tanto de las conversaciones internas de ambos partidos, el PPD estaría pensando en nominar a Carolina Goic como la abanderada presidencial de esa colectividad. De hecho, ese acuerdo estaba a punto de hacerse público ayer, pero Goic y la DC estarían “estirando el chicle”, según un personero al tanto de esas conversaciones.

Según importantes fuentes del PPD, el PS y la DC consultadas para este artículo, pero que prefirieron mantenerse en el anonimato, las operaciones políticas del actual oficialismo apuntan a cómo lograr que la Democracia Cristiana pierda, pero que lo haga con dignidad.

Las amenazas de la DC acerca de ir derechamente hacia una primera vuelta son vistas como una movida de desesperación, e incluso de chantaje, de ese partido. Los datos duros muestran que Goic apenas cuenta con 1% del respaldo ciudadano en las encuestas, y los diputados y senadores demócrata cristianos no estarían dispuestos a poner en riesgo su reelección con una candidata tan débil.

La propuesta de algunos sectores del PPD, de ungirla como candidata conjunta, le ofrecería a Goic una salida relativamente honrosa: ir a primarias en julio, perder, pero no por tanto como Claudio Orrego en 2013, para después sumarse con cierta fuerza al comando de Guillier. Es un escenario bastante más favorable al que enfrentó Ricardo Lagos el domingo pasado.

En algunos sectores del PPD, encabezados por el senador Guido Girardi, se trataría de un escenario ideal. Y es que los laguistas de ese partido, comandados por el senador Felipe Harboe, ahora están a la defensiva. En el caso de este último ello es más cierto que nunca: actualmente se encuentra enfermo y, según sus cercanos, apenas estaría enterado de lo que sucede en la “interna”.

En definitiva, el acercamiento de PPD a la DC correspondería a una estrategia para que la falange acceda a realizar primarias y así tratar de mantener la unidad del conglomerado oficialista. Celebrar primarias abiertas y legales se ha convertido en una prioridad para amplios sectores de la Nueva Mayoría, pese a las amenazas de la DC de ir a primera vuelta solos. Por ello, hasta el Partido Comunista salió al ruedo. La diputada Karol Cariola afirmó que su partido no descartaba presentar un candidato propio, La lógica detrás de ello es forzar a Goic y la DC de aceptar esa consulta interna, independiente de quién esté en la papeleta.

Entre tanto y fiel a su estilo algo despegado de la contingencia y que ha desesperado a varios políticos de la Nueva Mayoría, ayer la directiva del PS recibió a Alejandro Guillier, y el senador repitió lo que viene diciendo desde el año pasado: “sin primarias no tiene sentido seguir adelante”.