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¿Por qué Trump lanzó ‘la madre de las bombas’ en Afganistán?

Con la utilización de este artefacto, el más potente de Estados Unidos a parte de las armas nucleares, el presidente Trump muestra nuevamente su determinación. La bomba es conocida como MOAB (Massive Ordnance Air Blast) -de ahí el juego de palabra en inglés con 'Mother of All Bombs'.

RFI

  Sábado 15 de abril 2017 13:37 hrs. 
AFGANISTAN

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Donald Trump volvió a mostrar músculo este jueves al largar en Afganistán “la madre de todas las bombas”, el artefacto no nuclear más potente de Estados Unidos. Según el portavoz del Pentágono, el armamento de nueve toneladas destruyó un complejo de túneles bajo control del grupo Estado Islámico y mató al menos a 90 yihadistas -según las últimas estimaciones- en la provincia de Nangarhar, en el este del país. El Departamento de Defensa estadounidense asegura que no dejó víctimas civiles.

“Tuvimos hace algunos días el bombardeo de las fuerzas estadounidenses en Siria y luego el portaviones de Washington que se acercó a las costas de Corea del Norte. Entonces, esta guerra un poco olvidada en Afganistán viene a inscribirse en un panorama más amplio, desde Medio Oriente hasta Asia-Pacífico, y muestra que Trump no va a reducir la política de intervenciones en el exterior”, analiza el investigador del CNRS y especialista de la transición afgana, Jean-Luc Racine.

El uso de esta bomba, que cuesta 15 millones de euros la unidad, demuestra nuevamente que Trump no duda en recurrir a la fuerza. Un mensaje destinado a Corea del Norte, cuyas veleidades militares preocupan a Washington, pero también a Irán, opina el diario francés Le Monde.

“También puede ser una señal enviada por Washington al Pentágono, dijo a RFI el experto en Afganistán Jean-Luc Racine, puesto que los generales que mandan las tropas aliadas en Afganistán habían alertado sobre los riegos de seguir adelante con la retirada decidida por Obama”. Subrayaban que la situación era “muy incierta por la resiliencia de los talibanes y por la presencia aún de centenares de combatientes del grupo Estado Islámico en esta provincia fronteriza con Pakistán”, prosigue.

Un ensayo militar en el terreno

“Fue un nuevo éxito”, se congratuló el presidente Donald Trump ante la prensa. “Si comparan lo sucedido en las últimas ocho semanas con los últimos ocho años, verán que hay una enorme diferencia”, añadió.

La dimensión comunicacional de este bombardeo parece evidente ya que el grupo Estado Islámico (EI) no constituye la principal amenaza en Afganistán. Según la OTAN, a inicios de 2016, la organización yihadista entrenaba a unos 3.000 combatientes en el país. Hoy ese número se habría reducido a unos 600 a 800 hombres en armas. Sin embargo, el EI no ha reducido su violencia como lo demuestra su ataque suicida el pasado del 12 de abril en Kabul, la capital.

Dicha bomba, conocida como MOAB (Massive Ordnance Air Blast) -de ahí el juego de palabra en inglés con ‘Mother of All Bombs’- fue desarrollada en unos pocos meses en 2002-2003 en la perspectiva de utilizarla al principio de la guerra contra Saddam Hussein en Irak. Hasta ahora nunca había sido utilizada en combate.

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