Durante su visita de diez días a Chile, Leilani Farha, Relatora Especial de las Naciones Unidas señaló que la desigualdad del país se evidencia en la situación de la vivienda. Para experta el problema es que en Chile las políticas respecto al tema están orientas al mercado, lo cual ha contribuido a la segregación de la población, perjudicando a los grupos más pobres.
En este sentido, enfatizó en que el mensaje que se debe repetir es que es la vivienda es un derecho humano y no una mercancía, es decir, todo lo contrario a lo que actualmente sucede en el país.
De acuerdo a Farha, todos los gobiernos, ya sean a nivel nacional, regional o municipal, deben trabajar de forma coordinada para cumplir los tratados y convenios internacionales que establecen la vivienda como un derecho que debe estar garantizado para todas las personas, por lo que es responsabilidad de ellos regular el mercado y a las empresas que trabajan en el rubro.
Respecto de considerar a la comunidad como un interlocutor válido, la Relatora declaró que en Chile no existen reales oportunidades de participación democrática, por lo que los gobiernos no incorporan las apreciaciones de las personas en las políticas de viviendas.
“La gente que conocí en campamentos, en asentamientos informales y las ONG’s, están muy articulados, muy organizados y son muy capaces. Pueden construir sus propias viviendas, lo cual no es fácil ¿Por qué el gobierno no está celebrando eso e incorporando esas habilidades en la política de vivienda? Eso es un misterio para mí”.
La experta también mencionó el caso de los extranjeros, quienes, desde su perspectiva, son víctimas de una discriminación que no les permite tener acceso a una vivienda adecuada. En este punto hizo un llamado al Gobierno a reformar la ley migratoria e incluir referencias respecto a la regulación del sector privado de alquiler.
Del mismo modo, criticó la situación que enfrentan los pueblos originarios en este ámbito, por la inexistencia de políticas que cuenten con un enfoque intercultural y regionalmente específico.
“Todo esto está muy lejos de la adecuación cultural. Tú tienes personas que han sido desposeídas de sus tierras y territorios por un periodo muy largo y eso ha tenido un impacto directo en su estatus socioeconómico. Esto corta su capacidad de alcanzar autonomía y autodeterminación. Hay una gran cantidad de trabajo que hacer con la gente indígena en este país. Las reparaciones y restauraciones que se deben aplicar acá son muy grandes.”
Además, indicó que las mujeres también suelen tener desventajas en el acceso a la vivienda, principalmente aquellas que son jefas de hogar y pertenecen a segmentos pobres de la población.
Finalmente reconoció los programas que el Gobierno ha puesto en marcha sobre este tema, pero advirtió que todavía no cuentan con un enfoque de derechos, por lo que es posible continúen las desigualdades.
La Relatora Especial de la ONU visitó Santiago, Valparaíso, Viña del Mar y Antofagasta, donde logró establecer un panorama para un informe detallado sobre la vivienda en Chile que será presentado al Consejo de Derechos Humanos de la organización en marzo del próximo año.