Francia: Un debate imposible que refleja la “verdadera cara” de la extrema derecha

El pasado miércoles se efectuó un debate televisivo entre los candidatos Marine Le Pen y Emmanuel Macron. El encuentro corresponde a uno de los últimos enfrentamientos del proceso que se definirá el próximo domingo.

El pasado miércoles se efectuó un debate televisivo entre los candidatos Marine Le Pen y Emmanuel Macron. El encuentro corresponde a uno de los últimos enfrentamientos del proceso que se definirá el próximo domingo.

Ayer tuvo lugar un debate televisivo, tradición republicana arraigada desde inicios de la década de los ‘70 en Francia, que opuso a los dos candidatos Marine Le Pen y Emmanuel Macron.

Este enfrentamiento de tribunos suele encarnar la máxima expresión de una larga cultura democrática, en la cual es posible y deseable que dos visiones políticas se contrapongan y expongan el fondo de sus proyectos en un clima de respeto del juicio soberano del pueblo y de las instituciones, como pilares que fundan un modelo de sociedad basado en la convivencia pacífica.

Sin embargo ayer, al transformar descaradamente este rito republicano en un espectáculo grotesco de intercambio de insultos, la extrema derecha y su líder, Marine Le Pen, demostró una vez más su incapacidad de integrar el juego democrático. Parece que después de haber logrado desdemonizar lo que era considerado hace unos quince años como la más intratable fuerza política del país, durante el debate alcanzó su límite esencial, exponiendo que su partido no tiene proyecto de sociedad más que medrar en la difusión del miedo y del odio. Si bien sobresalió en los últimos debates, se encontró en la imposibilidad de evidenciar que fuera apta para desarrollar una argumentación que no sea un fuego de paja discursivo, como fue el caso en los eventos anteriores que reunieron a las once candidatos.

Así podemos entender su estrategia, que consistió en sumir el debate de fondo en una oleada enfurecida de fórmulas agresivas, rictus irónicos y falsas informaciones, con el fin de poner a su adversario, Emmanuel Macron, boca abajo y exasperado. Pese a que este último trató de salirse del enredo y posicionarse por encima de una pura pelea verbal para evitar caer en la trampa de su oponente, cuya meta era descalificarle, no en el ámbito de su proyecto, sino en el ámbito de su imagen pública, (técnica clásica usada por los oradores del Frente Nacional y específicamente por el padre de la candidata, Jean Marie Le Pen), entró también en el juego de la polémica. Cortado de raíz, el debate se volvió un delirante show de invectivas de 2 horas y medio.

Al juicio de la editorial del diario francés “Le Monde”, Marine Le Pen no pudo ni quiso demostrar su estatura presidencial, sino posicionarse ya como jefe de la futura oposición, integrando ya su derrota del próximo domingo. “Perdió enseguida la batalla de la credibilidad”, analiza el periódico al referirse al carácter embarullado de su discurso, su gran confusión en los temas económico, lo que exhibió de forma surrealista que no maneja los principales asuntos industriales. “Se vio desinteresada en debatir, en competir en el plano de las ideas, de la realidad del país”, agrega.

Más grave aún es destacar la aguda Trumpisación de la candidata del FN, que confirmó el sesgo de su campaña durante las dos últimas semanas, marcadas por episodios y apariciones rocambolescas y provocadoras. Su desprecio por las instituciones democráticas, se materializó mediante el profundo desdén por el Periodismo y la Justicia que fanfarroneó, con el uso sistemático y muy preocupante de “fake news”, transmitidas y difundidas por los simpatizantes del FN en las redes sociales, como el actual presidente de Estados Unidos. “Le Monde” titula este jueves 5 de mayo La estrategia de la mentira y apunta al uso de no menos de 19 noticias y afirmaciones falsificadas.

Muy atacado desde la izquierda antes del debate y específicamente por los electores de Francia Insumisa (que en mayoría declaran que van a abstenerse en segunda vuelta), Emmanuel Macron contrastó contundentemente con la pretendiente del Frente Nacional a la Presidencia de la República francesa, lo que le dio, por primera vez con tanta claridad, una estatura presidencial que, si las previsiones de los sondeos se concretan, adquirirá en tres días.





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