Sin la presencia de Nicolás Maduro, como se había anunciado, se llevó a cabo la ceremonia de posesión en la que Rafael Correa traspasó la banda presidencial a su sucesor, Lenín Moreno.
Moreno, de 64 años y exvicepresidente de Correa, se convirtió en el Presidente electo de Ecuador a comienzos de abril tras imponerse en segunda vuelta con un 51% ante el opositor centroderechista Guillermo Lasso. Pero no sólo asumirá la jefatura el día de hoy, sino que también tendrá que cargar con el pesado relevo que significa tomar la posta de una “revolución ciudadana” que viene de capa caída y con la popularidad a la baja.
Durante la mañana arribaron presidentes y representantes de diferentes países del mundo. A la ceremonia llegaron los mandatarios Evo Morales de Bolivia, Pedro Pablo Kuczyknski de Perú, Horacio Cartes de Paraguay, Juan Manuel Santos de Colombia y Mauricio Macri de Argentina entre otros. También concurrieron al hito los Vicepresidentes de Cuba y El Salvador.
Entre ellos, la Presidenta de Chile, Michelle Bachelet. La mandataria dio cuenta en su llegada de la fraterna relación entre ambas naciones: “Volver a reiterar toda la amistad que tenemos con Ecuador y todo el trabajo que hemos realizado con el ministro Correa. Seguiremos realizando con el presidente Lenin Moreno”, señaló Michelle Bachelet.
Poco antes de las 10 entró a las dependencias de la Asamblea Nacional el electo Lenín Moreno. A las 10 en punto, y visiblemente emocionado, hizo su ingreso al Salón Plenario “Nela Martínez”, del Palacio Legislativo, el mandatario Rafael Correa.
El domingo pasado el canciller boliviano Fernando Huanacuni había manifestado públicamente la voluntad de Evo Morales de sostener una reunión bilateral con respecto los ciudadanos detenidos en Chile. Paula Narváez, ministra vocera de Gobierno, señaló el pasado lunes que “lo que está previsto en la agenda es que ella acompañe al nuevo presidente de ese país en la ceremonia de investidura. No hay una agenda anexa a esa. Cualquier cambio será informado por Cancillería”.
El espacio se inició con un extenso discurso de José Serrano, presidente de la Asamblea Nacional, enfocado principalmente en los avances en materia de derechos económicos sociales y culturales de la Revolución Ciudadana y aprovechó de hacer un guiño al próximo Jefe de Estado: “vamos a ser un ejemplo del mundo sobre cómo realizar cambios históricos con profundo amor. Esta puede ser la característica principal de nuestro próximo mandatario: el amor por el otro, por el vecino”, declaró.
Después de la intervención del parlamentario, Lenín Moreno Garcés tomó juramento como Presidente de la República de Ecuador recibiendo la banda presidencial –bordada por una religiosa ecuatoriana- de parte de Rafael Correa.
Los gritos “Rafael, amigo, el pueblo está contigo” hacían retumbar la estructura de la Asamblea Nacional. En ese contexto Correa subió al podio, hizo una reverencia ante la bandera tricolor y abandonó el Parlamento entre saludos fraternos, vítores, el himno patrio y los honores militares.
Se retiraba Rafael Correa y era el turno de Lenín Moreno. En su discurso inicial, el ahora mandamás del gobierno ecuatoriano usó un tono conciliador. “Todos somos hechos del mismo Ecuador”, comenzó declarando. “Hoy se une la herencia del pasado, con el presente y el futuro que estamos construyendo desde hace ya 10 años”, dijo haciendo referencia al proceso iniciado por Correa. “Hoy concluye una época que deja al país con realidades y objetivos más claros. Son diez años de educación y salud. Un decenio en el que forjamos las bases para vivir con energía limpia y propia. Son diez años de haber sido testigos de la construcción de caminos, puentes, puertos y aeropuertos, de la recuperación del autoestima, el orgullo y el sentido de pertenencia de los ecuatorianos. Y mucho, muchísimo más. Este proceso tiene un pueblo entero y tiene un nombre: revolución ciudadana”, sentenció.
Moreno no dudó en deshacerse en loas para su antecesor: “Los pueblos hacen la historia, pero los líderes aceleran los procesos. Esta revolución tiene un líder: Rafael Correa Delgado. Gracias, Rafael, hasta siempre, hermano querido”, pronunció. “Ha concluido una etapa que tiene aciertos y errores, y empieza otra, más difícil, porque no solo hay que afianzar los logros, sino mejorarlos. Queda mucho por hacer. Desde hoy me debo a todos y respeto a todos. Trabajaré para que nadie se quede atrás. El futuro no espera, el futuro es ahora”, afirmó dejando en claro su orientación conciliadora y unificadora.
Moreno ofrecerá un almuerzo para los jefes de Estado que asistieron al acto de Transmisión de Mando. La instancia se llevará a cabo en el Palacio de Cristal del Centro Cultural Itchimbía y la presidenta Bachelet será una de las invitadas.