“Tuvimos la posibilidad de llegar a un público más diverso, que no estaba tan familiarizado con la ópera”, aseguró este jueves el tenor español José Carreras, al recordar los espectáculos que entre 1990 y 2003 ofreció junto a Plácido Domingo y Luciano Pavarotti, bajo la etiqueta Los Tres Tenores.
En una rueda de prensa ofrecida antes del concierto que dará este domingo en Santiago, el solista afirmó que “tanto a nivel profesional como privado”, aquella etapa fue de “gran respeto y admiración mutua” y “muy ilusionante”.
“También cantamos para públicos más o menos pequeños, pero cantando en grandes estadios y recintos al aire libre, creo que tuvimos la posibilidad de llegar a un público más diverso, que no estaba tan familiarizado con la ópera o este tipo de canto. Nosotros tuvimos la posibilidad de ofrecérselo y muchas de las personas que acudieron a los conciertos continuaron siendo aficionados a la ópera. Creo que eso es muy positivo”, explicó.
Consultado por Radio Universidad de Chile sobre esa etapa de su trayectoria, Carreras consideró que los conciertos junto a Pavarotti y Domingo fueron “un impulso importante” para acercar el repertorio operístico a públicos masivos: “Pero cantar es cantar igual, para 200 personas en una sala recogida con un piano o cantar para 200 mil personas en el Hyde Park de Londres o el Central Park de Nueva York. Evidentemente, las condiciones acústicas siempre son distintas, pero el artista tiene siempre la misma emoción al cantar delante del público, sea para un público minoritario o multitudinario”, puntualizó.
José Carreras llegó este jueves a Santiago y participará de ensayos junto a la orquesta de casi 60 músicos que lo acompañará, dirigida por el español David Giménez y la soprano argentina Jaquelina Rivieri, ambos presentes en la conferencia realizada en el Hotel Intercontinenal.
“Siempre he tenido una magnífica acogida por parte del público chileno, me han demostrado siempre su respeto y afecto”, dijo sobre el concierto del domingo en el Movistar Arena, donde presentará fragmentos de ópera, zarzuelas, canciones napolitanas y también algo de música latinoamericana.
La presentación es parte de su gira de despedida, por lo que Carreras señaló que “uno ya mira con un poco de nostalgia su trayectoria profesional, pero al mismo tiempo, con gran satisfacción y gran sentido de gratitud hacia el público. A nivel profesional, creo que no puedo estar más satisfecho”.
Sobre sus planes luego de dejar los escenarios, el tenor catalán dijo que se abocará a la fundación que creó en 1988 para ayudar a las personas que padecen de leucemia, enfermedad que él mismo sufrió: “He intentado dedicarme a ella con todo mi entusiasmo y con poca habilidad. Ahora, sin otra actividad tan absorbente como el canto, los viajes y conciertos, tendré la posibilidad de dedicarme el cien por cien a esta fundación. Y evidentemente, también a la familia, particularmente, a los nietos”, concluyó.
“Tuvimos la posibilidad de llegar a un público más diverso, que no estaba tan familiarizado con la ópera”, aseguró este jueves el tenor español José Carreras, al recordar los espectáculos que entre 1990 y 2003 ofreció junto a Plácido Domingo y Luciano Pavarotti, bajo la etiqueta Los Tres Tenores.
En una rueda de prensa ofrecida antes del concierto que dará este domingo en Santiago, el solista afirmó que “tanto a nivel profesional como privado”, aquella etapa fue de “gran respeto y admiración mutua” y “muy ilusionante”.
“También cantamos para públicos más o menos pequeños, pero cantando en grandes estadios y recintos al aire libre, creo que tuvimos la posibilidad de llegar a un público más diverso, que no estaba tan familiarizado con la ópera o este tipo de canto. Nosotros tuvimos la posibilidad de ofrecérselo y muchas de las personas que acudieron a los conciertos continuaron siendo aficionados a la ópera. Creo que eso es muy positivo”, explicó.
Consultado por Radio Universidad de Chile sobre esa etapa de su trayectoria, Carreras consideró que los conciertos junto a Pavarotti y Domingo fueron “un impulso importante” para acercar el repertorio operístico a públicos masivos: “Pero cantar es cantar igual, para 200 personas en una sala recogida con un piano o cantar para 200 mil personas en el Hyde Park de Londres o el Central Park de Nueva York. Evidentemente, las condiciones acústicas siempre son distintas, pero el artista tiene siempre la misma emoción al cantar delante del público, sea para un público minoritario o multitudinario”, puntualizó.
José Carreras llegó este jueves a Santiago y participará de ensayos junto a la orquesta de casi 60 músicos que lo acompañará, dirigida por el español David Giménez y la soprano argentina Jaquelina Rivieri, ambos presentes en la conferencia realizada en el Hotel Intercontinenal.
“Siempre he tenido una magnífica acogida por parte del público chileno, me han demostrado siempre su respeto y afecto”, dijo sobre el concierto del domingo en el Movistar Arena, donde presentará fragmentos de ópera, zarzuelas, canciones napolitanas y también algo de música latinoamericana.
La presentación es parte de su gira de despedida, por lo que Carreras señaló que “uno ya mira con un poco de nostalgia su trayectoria profesional, pero al mismo tiempo, con gran satisfacción y gran sentido de gratitud hacia el público. A nivel profesional, creo que no puedo estar más satisfecho”.
Sobre sus planes luego de dejar los escenarios, el tenor catalán dijo que se abocará a la fundación que creó en 1988 para ayudar a las personas que padecen de leucemia, enfermedad que él mismo sufrió: “He intentado dedicarme a ella con todo mi entusiasmo y con poca habilidad. Ahora, sin otra actividad tan absorbente como el canto, los viajes y conciertos, tendré la posibilidad de dedicarme el cien por cien a esta fundación. Y evidentemente, también a la familia, particularmente, a los nietos”, concluyó.
“Tuvimos la posibilidad de llegar a un público más diverso, que no estaba tan familiarizado con la ópera”, aseguró este jueves el tenor español José Carreras, al recordar los espectáculos que entre 1990 y 2003 ofreció junto a Plácido Domingo y Luciano Pavarotti, bajo la etiqueta Los Tres Tenores.
En una rueda de prensa ofrecida antes del concierto que dará este domingo en Santiago, el solista afirmó que “tanto a nivel profesional como privado”, aquella etapa fue de “gran respeto y admiración mutua” y “muy ilusionante”.
“También cantamos para públicos más o menos pequeños, pero cantando en grandes estadios y recintos al aire libre, creo que tuvimos la posibilidad de llegar a un público más diverso, que no estaba tan familiarizado con la ópera o este tipo de canto. Nosotros tuvimos la posibilidad de ofrecérselo y muchas de las personas que acudieron a los conciertos continuaron siendo aficionados a la ópera. Creo que eso es muy positivo”, explicó.
Consultado por Radio Universidad de Chile sobre esa etapa de su trayectoria, Carreras consideró que los conciertos junto a Pavarotti y Domingo fueron “un impulso importante” para acercar el repertorio operístico a públicos masivos: “Pero cantar es cantar igual, para 200 personas en una sala recogida con un piano o cantar para 200 mil personas en el Hyde Park de Londres o el Central Park de Nueva York. Evidentemente, las condiciones acústicas siempre son distintas, pero el artista tiene siempre la misma emoción al cantar delante del público, sea para un público minoritario o multitudinario”, puntualizó.
José Carreras llegó este jueves a Santiago y participará de ensayos junto a la orquesta de casi 60 músicos que lo acompañará, dirigida por el español David Giménez y la soprano argentina Jaquelina Rivieri, ambos presentes en la conferencia realizada en el Hotel Intercontinenal.
“Siempre he tenido una magnífica acogida por parte del público chileno, me han demostrado siempre su respeto y afecto”, dijo sobre el concierto del domingo en el Movistar Arena, donde presentará fragmentos de ópera, zarzuelas, canciones napolitanas y también algo de música latinoamericana.
La presentación es parte de su gira de despedida, por lo que Carreras señaló que “uno ya mira con un poco de nostalgia su trayectoria profesional, pero al mismo tiempo, con gran satisfacción y gran sentido de gratitud hacia el público. A nivel profesional, creo que no puedo estar más satisfecho”.
Sobre sus planes luego de dejar los escenarios, el tenor catalán dijo que se abocará a la fundación que creó en 1988 para ayudar a las personas que padecen de leucemia, enfermedad que él mismo sufrió: “He intentado dedicarme a ella con todo mi entusiasmo y con poca habilidad. Ahora, sin otra actividad tan absorbente como el canto, los viajes y conciertos, tendré la posibilidad de dedicarme el cien por cien a esta fundación. Y evidentemente, también a la familia, particularmente, a los nietos”, concluyó.
