¿Qué pasaría si midiéramos la pobreza independiente de los beneficios estatales que provee el Estado para superarla? ¿Qué pasaría si a eso le restamos el “alquiler imputado”?
Fundación SOL hizo el ejercicio y las cifras no son particularmente alentadoras.
Sin considerar los subsidios que entrega el Estado a los diferentes estratos de la población chilena y sin contar el “alquiler imputado” la pobreza, según información del estudio, alcanzaría casi un 27%, lejos del 11,7% anunciado en la Casen del año 2015.
Pero ¿qué es el “alquiler imputado”? Según indicó en Radio Universidad de Chile Marco Kremerman, este concepto dice relación con un monto que se le adjudica a las personas en las encuestas de hogares siendo que no implica necesariamente un ingreso para el sujeto: “Cuando hay personas que tienen vivienda propia, o que están pagando, las encuestas de hogares imputan un ingreso equivalente al arriendo promedio que existe en la manzana donde vive esa persona. Esa persona podría tener cero ingresos reales pero aparece con un ingreso total de $400.000 porque ese arriendo valdría eso. Entonces puede ser que muchas personas en Chile estén por sobre la línea de la pobreza, pero teniendo cero pesos para vivir. Cuando se ajustan esas cifras, la pobreza se dispara a un 27%. Estamos hablando de otro Chile”, explicó.
Puedes revisar la entrevista completa a Marco Kremerman: http://radio.uchile.cl/wp-content/uploads/2017/07/Fundación-SOl.mp3
Ahora bien, eso no es todo. ¿Qué sucede si en vez de medir la pobreza en relación a la Canasta Básica de Alimentos lo hacemos en relación a la Canasta Alimentaria de Calidad (CAC)?
El estudio también midió la pobreza acorde a la Canasta Alimentaria de Calidad, otro indicador elaborado por el Minsal. La CAC representa un aumento de un 36% del costo de la canasta. Agregando ese indicador la pobreza subiría del mismo 11,7% al 24,8%. “Esto significa que, si utilizamos criterios de alimentación más exigentes para la población, 1 de cada 4 chilenos/as se encontraría en situación de pobreza y para el caso de la pobreza por ingresos autónomos está llegaría a 41,6%, lo que equivale a casi 7,3 millones de personas”, señaló el investigador de la Fundación Sol.
Ignacia Fernández, directora ejecutiva del Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural, explica que este tipo de mediciones son importantes para conocer también cuál es el alcance de las políticas públicas en la lucha para la superación de la pobreza: “La CASEN lo que hace es calcular la pobreza y la desigualdad antes y después de transferencias, porque el Estado, y por lo tanto todos los subsidios, son parte importante de la lucha contra la pobreza. Lo que hace la fundación es algo necesario que muestra que si no fuera por la acción del Estado, habría mucha más pobreza en el país. Es visibilizar que con pura transferencia se resuelve la pobreza en el corto plazo pero no es sostenible. Para superar la pobreza hay que generar ingresos del trabajo”.
El estudio también resalta una particularidad: se puede apreciar que los niveles de pobreza muestran una especial fragilidad en dos grupos de la población: los adultos mayores de 60 años y los pueblos originarios.
En cuanto al adulto mayor los índices de pobreza pasan de un 6,6% a un 30,7%. Mientras que las personas pertenecientes a pueblos originarios pasan de un 18,3% a un 37,1% según el análisis.
Los investigadores señalan que no se trata de que la CASEN sea metodológicamente errónea, sino que desde Fundación SOL se intentó aplicar una medición con indicadores realistas que reflejaran la realidad de millones de chilenos.
El informe coincide con la entrega que hizo el INE durante esta jornada de lunes con las cifras de desocupación del trimestre abril-junio del presente año. La cifra consigna un alza de 0,1 puntos porcentuales en doce meses, mientras que en referencia al trimestre móvil anterior, no registró variación, según informó la mañana de este lunes el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Ver acá el informe: file:///D:/radiouchile/Downloads/Pobreza,%20Julio%202017.pdf