El actor y dramaturgo Alejandro Sieveking se adjudicó este viernes el Premio Nacional de Artes de la Representación.
El galardón fue decidido por un jurado que sesionó esta mañana en el ministerio de Educación, integrado por la ministra Adriana Delpiano, el rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi; el rector de la Universidad Católica de Temuco, Aliro Bórquez; el dramaturgo y director Gustavo Meza, en nombre de la Academia Chilena de Bellas Artes; y el último ganador del premio, Héctor Noguera.
“El jurado basó su decisión en mérito a su prolífica producción dramática, reconocida nacional e internacionalmente, la cual prevalece en el tiempo. También por su destacada trayectoria como actor, director, diseñador y fundador de importantes compañías. A esto se agrega su labor como formador de artistas en el área de las artes de la representación”, dijo la ministra Delpiano.
“Alejandro no solo es un reconocido dramaturgo, sino también es reconocidamente una gran persona. Como compañeros de trabajo se nota no solo por su especial talento, sino también por su gran generosidad. Trabajar con él es estar con alguien de enorme sabiduría y generosidad y eso hace que el trabajo siempre sea muy fructífero y alcance un gran nivel en las artes y como aporte en lo humano”, agregó Héctor Noguera.
En tanto, el director del Teatro Nacional Chileno, Ramón Griffero, indicó que “este reconocimiento honra al TNCH, ex Teatro Experimental de la Universidad de Chile, que abrió sus puertas para el desarrollo de su creación en los inicios de su carrera. Desde las artes escénicas, Alejandro Sieveking contribuye en la construcción del espíritu de un país. Se trata de un creador en constante contacto con los artistas contemporáneos, que permanentemente ha hecho de este oficio un sentido de vida. Consecuente con sus principios, se exilia cuando la tiranía lo obligaba a someterse. Un premio totalmente merecido”.
Además de un diploma, el premio contempla un monto de $18.125. 000 y una pensión vitalica mensual de 20 UTM (cerca de $880.000).
Alejandro Sieveking nació en 1934 en la Sexta Región. Su carrera comenzó en los años cincuenta al alero de los teatros universitarios. Estudió en la Universidad de Chile, casa de estudios donde compartió con Víctor Jara.
Dentro de sus trabajos más reconocidos se encuentran Parecido a la felicidad, Ánimas de día claro y La Remolienda.
En 1974, producto del golpe militar, Sieveking junto a Bélgica Castro debió exiliarse en diferentes países de Latinoamérica hasta llegar a Costa Rica, donde finalmente se asentó.
Regresó a Chile en 1984 para desempeñarse como guionista y, dentro de sus últimas creaciones, se encuentra Pobre Inés sentada ahí. A principios de este año, además, participó en la obra Locutorio de Jorge Díaz como protagonista.
Como actor, en tanto, recién debutó en la pantalla grande en 2005, en Play, película dirigida por la académica del ICEI, Alicia Scherson.
El actor y dramaturgo Alejandro Sieveking se adjudicó este viernes el Premio Nacional de Artes de la Representación.
El galardón fue decidido por un jurado que sesionó esta mañana en el ministerio de Educación, integrado por la ministra Adriana Delpiano, el rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi; el rector de la Universidad Católica de Temuco, Aliro Bórquez; el dramaturgo y director Gustavo Meza, en nombre de la Academia Chilena de Bellas Artes; y el último ganador del premio, Héctor Noguera.
“El jurado basó su decisión en mérito a su prolífica producción dramática, reconocida nacional e internacionalmente, la cual prevalece en el tiempo. También por su destacada trayectoria como actor, director, diseñador y fundador de importantes compañías. A esto se agrega su labor como formador de artistas en el área de las artes de la representación”, dijo la ministra Delpiano.
“Alejandro no solo es un reconocido dramaturgo, sino también es reconocidamente una gran persona. Como compañeros de trabajo se nota no solo por su especial talento, sino también por su gran generosidad. Trabajar con él es estar con alguien de enorme sabiduría y generosidad y eso hace que el trabajo siempre sea muy fructífero y alcance un gran nivel en las artes y como aporte en lo humano”, agregó Héctor Noguera.
En tanto, el director del Teatro Nacional Chileno, Ramón Griffero, indicó que “este reconocimiento honra al TNCH, ex Teatro Experimental de la Universidad de Chile, que abrió sus puertas para el desarrollo de su creación en los inicios de su carrera. Desde las artes escénicas, Alejandro Sieveking contribuye en la construcción del espíritu de un país. Se trata de un creador en constante contacto con los artistas contemporáneos, que permanentemente ha hecho de este oficio un sentido de vida. Consecuente con sus principios, se exilia cuando la tiranía lo obligaba a someterse. Un premio totalmente merecido”.
Además de un diploma, el premio contempla un monto de $18.125. 000 y una pensión vitalica mensual de 20 UTM (cerca de $880.000).
Alejandro Sieveking nació en 1934 en la Sexta Región. Su carrera comenzó en los años cincuenta al alero de los teatros universitarios. Estudió en la Universidad de Chile, casa de estudios donde compartió con Víctor Jara.
Dentro de sus trabajos más reconocidos se encuentran Parecido a la felicidad, Ánimas de día claro y La Remolienda.
En 1974, producto del golpe militar, Sieveking junto a Bélgica Castro debió exiliarse en diferentes países de Latinoamérica hasta llegar a Costa Rica, donde finalmente se asentó.
Regresó a Chile en 1984 para desempeñarse como guionista y, dentro de sus últimas creaciones, se encuentra Pobre Inés sentada ahí. A principios de este año, además, participó en la obra Locutorio de Jorge Díaz como protagonista.
Como actor, en tanto, recién debutó en la pantalla grande en 2005, en Play, película dirigida por la académica del ICEI, Alicia Scherson.
El actor y dramaturgo Alejandro Sieveking se adjudicó este viernes el Premio Nacional de Artes de la Representación.
El galardón fue decidido por un jurado que sesionó esta mañana en el ministerio de Educación, integrado por la ministra Adriana Delpiano, el rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi; el rector de la Universidad Católica de Temuco, Aliro Bórquez; el dramaturgo y director Gustavo Meza, en nombre de la Academia Chilena de Bellas Artes; y el último ganador del premio, Héctor Noguera.
“El jurado basó su decisión en mérito a su prolífica producción dramática, reconocida nacional e internacionalmente, la cual prevalece en el tiempo. También por su destacada trayectoria como actor, director, diseñador y fundador de importantes compañías. A esto se agrega su labor como formador de artistas en el área de las artes de la representación”, dijo la ministra Delpiano.
“Alejandro no solo es un reconocido dramaturgo, sino también es reconocidamente una gran persona. Como compañeros de trabajo se nota no solo por su especial talento, sino también por su gran generosidad. Trabajar con él es estar con alguien de enorme sabiduría y generosidad y eso hace que el trabajo siempre sea muy fructífero y alcance un gran nivel en las artes y como aporte en lo humano”, agregó Héctor Noguera.
En tanto, el director del Teatro Nacional Chileno, Ramón Griffero, indicó que “este reconocimiento honra al TNCH, ex Teatro Experimental de la Universidad de Chile, que abrió sus puertas para el desarrollo de su creación en los inicios de su carrera. Desde las artes escénicas, Alejandro Sieveking contribuye en la construcción del espíritu de un país. Se trata de un creador en constante contacto con los artistas contemporáneos, que permanentemente ha hecho de este oficio un sentido de vida. Consecuente con sus principios, se exilia cuando la tiranía lo obligaba a someterse. Un premio totalmente merecido”.
Además de un diploma, el premio contempla un monto de $18.125. 000 y una pensión vitalica mensual de 20 UTM (cerca de $880.000).
Alejandro Sieveking nació en 1934 en la Sexta Región. Su carrera comenzó en los años cincuenta al alero de los teatros universitarios. Estudió en la Universidad de Chile, casa de estudios donde compartió con Víctor Jara.
Dentro de sus trabajos más reconocidos se encuentran Parecido a la felicidad, Ánimas de día claro y La Remolienda.
En 1974, producto del golpe militar, Sieveking junto a Bélgica Castro debió exiliarse en diferentes países de Latinoamérica hasta llegar a Costa Rica, donde finalmente se asentó.
Regresó a Chile en 1984 para desempeñarse como guionista y, dentro de sus últimas creaciones, se encuentra Pobre Inés sentada ahí. A principios de este año, además, participó en la obra Locutorio de Jorge Díaz como protagonista.
Como actor, en tanto, recién debutó en la pantalla grande en 2005, en Play, película dirigida por la académica del ICEI, Alicia Scherson.
