Diferentes críticas recibió la Presidenta Michelle Bachelet en la mañana de este domingo, durante la celebración del Te Deum Evangélico previo a las Fiestas Patrias.
La ceremonia, realizada en la Catedral Evangélica de Chile, contó también con la presencia de cuatro candidatos presidenciales: el ex mandatario Sebastián Piñera, los senadores Alejandro Guillier y Carolina Goic y el diputado José Antonio Kast. También acudieron ministros, representantes de los poderes Legislativo y Judicial y representantes de las Fuerzas Armandas, entre otras autoridades.
A su llegada, la Presidenta Bachelet fue recibida con manifestaciones de algunos de los asistentes, quienes expresaron su rechazo a la reciente aprobación del proyecto de ley que despenaliza el aborto en tres causales. Durante el acto, igualmente, algunas personas gritaron consignas. “Asesina” y “vergüenza nacional” fueron algunos de los ataques.
“Hoy oramos para que los llamados temas valóricos, cuando se inicia la vida o el matrimonio entre un hombre y mujer, tengan siempre de parte de los legisladores la consideración real de lo que significa libertad religiosa que es un derecho humano fundamental, que se respete la libertad de conciencia de quienes profesamos una fe”, dijo el Obispo Presidente de la Mesa Ampliada de las Iglesias Evangélicas, Emiliano Soto.
“A lo largo de la historia de la humanidad, un sinnúmero de personas que no pretendían buscar el martirio se han visto enfrentadas a este dilema entre la norma del Estado y la norma de la propia conciencia, resolviendo todos, optar por el mandato superior: seguir su propia conciencia, y pasar por ser objetores de conciencia en todos los principios y valores de nuestra fe”, señaló durante su intervención.
“Oramos el día de hoy por los poderes del Estado, por nuestros legisladores, para que los problemas reales de las personas que sufren cada día, sean realmente incluidos en la agenda de cada uno de los parlamentarios”, añadió.
En tanto, el presidente del Consejo de Obispos y Pastores, Jorge Méndez, enfatizó que el matrimonio es “un pacto basado en la unión física, emocional y espiritual de dos géneros” y que se “ha atentado contra la familia chilena con una legislación que ha deformado su concepto”.
Por su parte, el pastor Eduardo Durán Salinas, sostuvo que “movimientos minoritarios han logrado instalar una agenda que ni siquiera cuenta con el respaldo mayoritario de la ciudadanía: identidad de género, matrimonio igualitario, despenalización del aborto, son sin duda leyes que no representan nuestros valores cristianos”.
“Se ha dicho para justificar uno de estos proyectos que prejuicios añejos no pueden ser más fuertes que el amor. Nada más alejado de la realidad, porque nuestras iglesias, por sobre todo promueven el amor, porque Dios es amor”, dijo el también candidato a diputado por Chile Vamos.
La serie de cuestionamientos provocó malestar en el Gobierno y la propia Presidenta Bachelet. Luego de la ceremonia, el obispo Emiliano Soto confirmó que la jefa de Estado se fue molesta y le dijo que “esto no correspondía”.
“Fuimos invitados a un acto de oración por Chile, a un acto de oración por la patria y no a un acto de campaña. Nosotros creemos que efectivamente este ha sido un acto que se ha excedido en algunos puntos. Hubo opiniones que son claramente intolerantes y que no se condicen con el debido respeto a la diversidad de opiniones que debe existir en un país democrático como es Chile”, dijo la vocera Paula Narváez.
“Creemos que es importante que en este tipo de actos prime el respeto a las diferencias, primer el respeto a las diversas opiniones que existen en nuestro país y que forman parte de nuestra democracia”, agregó.
La ministra Secretaria General de Gobierno también manifestó su molestia a través de su cuenta de Twitter: “Cuando se le falta el respeto a la Presidenta, se le falta el respeto a Chile”, escribió.
“Es lamentable utilizar ceremonias para discriminar”
Los candidatos presidenciales de la derecha, Sebastián Piñera y José Antonio Kast respaldaron las declaraciones de los pastores durante el Te Deum, asegurando que las leyes deben ser coherentes con el respeto a la vida y a la familia: “Hay valores fundamentales en la sociedad chilena como el valor de la vida, de la familia, del matrimonio, de la solidaridad que tenemos que impulsar y promover. Y yo creo que las leyes tienen que apuntar en esa dirección”, señaló el ex presidente a la salida del Te Deum.
Por el contrario, los candidatos presidenciales Carolina Goic y Alejandro Guillier rechazaron estas palabras. De hecho, la senadora por Magallanes llamó a no “instalar fanatismos” ni en lo valórico ni en el ámbito político: “No nos hace bien instalar los fanatismos ni en lo valórico ni en lo político, así no se construye un país en unidad, un país que tiene que ser diverso. Así que yo me quedo con el llamado del pastor Emiliano Soto a construir un país donde todos se acogen, a construir un clima de tolerancia no un país que nos divide, que nos polariza y donde se trata de imponer la verdad de uno por sobre la verdad del otro”.
Desde Fundación Iguales, su presidente Juan Enrique Pi lamentó que “un acto ecuménico” como es un Te Deum, que se supone es de unidad nacional, sea utilizado “para mantener una situación de discriminación” hacia grupos específicos de la sociedad, aseguró.
“El utilizar una ceremonia ecuménica, una ceremonia con motivo de nuestras Fiestas Patrias, una fecha tan especial para todos los chilenos, sin importar su orientación sexual o su identidad de género con el fin de establecer una agenda política que siga restringiendo derechos a personas que hoy día no los tienen, porque ellos fueron muy claros en ese sentido, hoy en día las personas homosexuales, lesbianas y bisexuales carecemos del derecho a casarnos con la persona que amamos”.
Finalmente, Camila Maturana, abogada de Corporación Humanas, recordó que la despenalización del aborto en tres causales fue aprobada con el respaldo mayoritario de la ciudadanía y que dicha legislación no obliga a las mujeres a interrumpir un embarazo: “Es desconocer la realidad que esta legislación de abortos en tres causales responde a un movimiento minoritario. Hay una ciudadanía que, según las encuestas de opinión, en cera de un 70 por ciento respalda la legislación en tres causales, por años la ciudadanía demandó esta reforma legal. Por lo demás, en cada uno de los trámites legislativos el Parlamento aprobó por mayoría esta legislación, por lo tanto de ninguna manera se puede sostener que una legislación como esta (…) responda a la agenda de unos grupos minoritarios”.