El estudio desarrollado por la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile junto a la Universidad Católica, tuvo como propósito dar a conocer la representatividad de la ciudadanía a través de distintos canales de expresión -voto, protestas, campañas políticas, foros ciudadanos, entre otros-.

Bajo la pregunta inicial ¿qué grupos sociales tienen más y menos participación política?, los investigadores analizaron los espacios de organización y los factores que influyen para que las demandas se posicionen en la esfera pública.

El investigador asociado de Coes, Matías Bargsted, indicó que a partir de una muestra de 3 mil personas, se logró establecer una tendencia de mayor participación a mayor nivel educacional de los encuestados, en todas las formas antes mencionadas.

El estudio indica que en términos de tendencia ideológica, las personas que se definen de izquierda tienden a participar significativamente más que las que se sienten representados por la derecha en todos los actos políticos salvo los foros online y el voto, y más que los centristas en marchas, huelgas y protestas. Mientras que en el factor género y religión, no hay brechas significativas en la participación.

Por otro lado, respecto de la pregunta ¿cuánto confía usted en el Gobierno?, 46 por ciento señala que “nada”, 29 por ciento “poco”, 19 por ciento “algo”, 4 por ciento “bastante” y 1 por ciento “mucho”.

Sobre la frecuencia con que usan las redes sociales para expresar su opinión en temas públicos, un 64 por ciento señala que “nunca”, 6por ciento “casi nunca”, 15 por ciento “a veces”, 11 por ciento “frecuentemente” y sólo 3 por ciento “muy frecuentemente”.

Además, los encuestados fueron consultados sobre el sector político donde se ubicarían: 16 por ciento se considera de izquierda; 34 por ciento de centro; 12 por ciento de derecha, 6 por ciento independiente y 32 por ciento ninguno.

El doctor en ciencias políticas precisó que Chile se posiciona en el séptimo lugar de los países con mayor desigualdad política entre los miembros de la OCDE.

Asimismo, el estudio explicó que quienes tienen experiencia en organizaciones sociales o culturales trasladan sus conocimientos cívicos a las instancias de participación política.

Este punto fue abordado por la dirigenta del movimiento de pobladores Ukamau y candidata a diputada por el distrito 8, Doris González, quien destacó el papel que ha jugado el términos de participación e incidencia política del movimiento estudiantil y, durante el último año, la Coordinadora No + AFP.

Mientras, la subsecretaria de Evaluación Social del Ministerio de Desarrollo Social, Heidi Berner, explicó que los niveles de participación se vinculan con los índices de pobreza.

Una muestra de esto, precisó, es que en la región de La Araucanía la participación en organizaciones sociales y políticas alcanza un 40 por ciento mientras su nivel de pobreza por ingresos, que alcanza un 11,7 por ciento, y multidimensional, de un 20,9 por ciento, es decir, los índices más altos a nivel país.

El estudio planteó la relevancia de que el mundo político se familiarice con la heterogeneidad que subyace a las dinámicas participativas. “En la medida en que se considere cuáles son los grupos que están sub o sobre representados, es posible ponderar más claramente qué grupos sociales se benefician mayormente al ser escuchados por las autoridades”, indica el escrito.

Concluye que aunque todo proceso democrático contiene un elemento pluralista donde los diferentes grupos sociales compiten en el campo político con la finalidad de influenciar la toma de decisiones, “no se debe olvidar que existen grupos sociales con demandas apremiantes que, por distintos motivos y factores estructurales, son escasamente vociferadas”.

Los investigadores a cargo del estudio al igual que los expositores señalaron que el tema tiene especial relevancia porque de acuerdo a estos niveles de incidencia se  dirigen las políticas públicas que elaboran los distintos servicios del Estado.