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Año XVI, 25 de abril de 2024


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Las expectativas sobre la visita del Papa y su distancia con la de Juan Pablo II

Quedan menos de 20 días para que el Papa Francisco pise suelo nacional. Desde la productora de la venida papal no dudan de la alta convocatoria en las actividades, pese a ello, entre los entendidos se reconoce la diferencia de contextos que existe entre la visita de Juan Pablo II y la de Jorge Bergoglio.

Martín Espinoza C

  Miércoles 27 de diciembre 2017 18:23 hrs. 
(130322) -- ROMA, marzo 22, 2013 (Xinhua) -- El papa Francisco (i), paticipa en una audiencia con el Cuerpo Diplom¨¢tico en la Ciudad del Vaticano, en Roma, Italia, el 22 de marzo de 2013. (Xinhua/Evandro Inetti/ZUMAPRESS) (mp) (ce)(130322) -- ROMA, marzo 22, 2013 (Xinhua) -- El papa Francisco (i), paticipa en una audiencia con el Cuerpo Diplom¨¢tico en la Ciudad del Vaticano, en Roma, Italia, el 22 de marzo de 2013. (Xinhua/Evandro Inetti/ZUMAPRESS) (mp) (ce)

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Este martes comenzaron a repartirse más de un millón de entradas que se pusieron a disposición, de forma gratuita, para que la ciudadanía acuda a las misas y el encuentro que oficiará el Papa Francisco en su visita a Chile.

Serán tres Santas Misas, una en cada una de las ciudades que visitará (Santiago, Temuco e Iquique), además de un Encuentro con los Jóvenes en la comuna de Maipú. La venida del sumo pontífice ya alcanza a expandir su aroma en el territorio nacional.

Las 400 mil entradas se entregarán a quienes estén interesados en participar de las liturgias papales. ¿Es suficiente el interés para copar los recintos habilitados?

Corría 1987 y Chile recibía por primera vez la visita del máximo representante de la Iglesia Católica en el mundo. Juan Pablo II bajaba del avión en periodos en los que la dictadura era cada día más cuestionada y, en ese escenario, ofició una misa en el mismo lugar que lo hará Francisco: el Parque O’Higgins.  La eucaristía celebrada en abril de ese año convocó a más de un millón de personas en el entonces Parque Cousiño, y las prédicas se interrumpieron por manifestantes cuya intención era visibilizar los problemas de represión y de vulneraciones durante el mandato del General Augusto Pinochet.

Hoy el contexto es distinto y la convocatoria también. La productora a cargo de toda la visita dispuso de un límite de 400 mil entradas que serán repartidas entre colegios, parroquias y a través de internet. Tomás González, productor de la Comisión Nacional, da cuenta de las expectativas y la respuesta de la ciudadanía: “Casi todas las entradas que se dieron a parroquias y colegios ya están entregadas a la gente. Se abrirán las de internet y probablemente nos demoremos 4 o 5 días en que bajen todas. Hay mucho interés porque este Papa, a diferencia del otro, convoca a más gente que no necesariamente es de Iglesia, que no necesariamente es católica. Es gente que quiere ver a este líder espiritual. Yo creo que puede tener más convocatoria incluso con gente que no tiene que ver con la Iglesia”.

Hacer un paralelo entre la visita de Juan Pablo II y la que realizará Francisco durante enero sería comparar dos escenarios completamente distintos. A eso apunta Juan Cristóbal Beytía, vocero de la Compañía de Jesús –la congregación a la que pertenece el actual Papa- para la venida del sumo pontífice. El sacerdote jesuita, también capellán de TECHO-Chile, describe las diferencias entre ambos contextos: “El año 87’ nadie venía a Chile a visitarnos, entonces la visita de un Papa era muy impresionante. Además, el Papa Juan Pablo II había tenido un rol preponderante en el proceso de paz con Argentina, por esa historia reciente la visita era tan relevante. El Papa actual se enfrenta con un Chile menos religioso en general y menos católica en particular. Este Papa ha sido mucho más directo y sin temor a plantear posturas que pueden no ser de mayorías, eso lo hace más dialogante. Él pone temas, no le teme a la discusión. Yo creo que vamos a tener una movilización grande. Yo no creo que deje a nadie indiferente la venida, tanto por los que asistan o los que tengan opiniones diferentes a las del Papa. El Papa va a revolver el gallinero”.

Al establecer el parangón entre la visita del 87 y la del año que viene es injusto no mencionar los detalles que ofrece cada uno de los escenarios. Para la venida de Juan Pablo II se definieron dos principales mensajes: la visita del mensajero de la vida y la visita del mensajero de la paz. El primero, desde el prisma que ofrecían los disidentes de la dictadura, y el segundo, por parte de los adherentes. Esa puede ser una de las principales diferencias –y carencias- de la visita de Francisco. Así lo indica el teólogo Álvaro Ramis, quien señala que con el discurso y carisma del sumo pontífice no alcanza a darle un mensaje claro a su viaje: “Esta visita tal vez causa algo de curiosidad, pero no genera el fervor de antes. La política de comunicaciones de la comisión que ha preparado la visita ha sido muy mala, porque no ha logrado instalar ninguna idea fuerza respecto del sentido de la visita. Hoy no hay ninguna idea fuerza en torno a la visita. No se moviliza por ningún factor. Es una visita que no cae en algún contexto local. Toda la campaña ha estado centrada en la recaudación de fondos de una visita, sin que esa visita tenga un motivo”.

Antes de la misa que presidirá, Francisco se reunirá con su congregación en el Santuario del Padre Hurtado. Lo hace en cada visita que realiza fuera del Vaticano y la idea, según señala Beytía, es sostener un diálogo informal en el cual se conversen temas como la comunión de los separados vueltos a casar, la participación o reconocimiento de los homosexuales al interior de la iglesia y las reformas al interior del Vaticano.

Desde la producción señalan que el interés por la visita papal es transversal y que no responde necesariamente a clases sociales o a alguna localidad en específico. Tanto en Iquique como en Temuco la respuesta de los chilenos ha sobrepasado las expectativas: “No creo que tengamos ningún problema en llenar los cuatro lugares”, dice González.

Jorge Bergoglio pisará suelo nacional el 15 de enero a las 20:10 horas, día en que será recibido por la Presidenta Michelle Bachelet. Al día siguiente visitará La Moneda, el Santuario del Padre Hurtado, la Catedral Metropolitana, todo eso antes de las 16:00, hora en la que oficiará la misa del Parque O’Higgins. Ese mismo martes también se reunirá con mujeres del Centro Penitenciario Femenino.

El 17 de enero viajará a Temuco y llevará a cabo la Misa por el progreso de todos los pueblos. Ese mismo día volverá a la capital y visitará la Pontificia Universidad Católica. El día siguiente viajará a Iquique para oficiar la Misa Nuestra Señora del Carmen.

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