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Brasil sin Lula: Justicia lo condena a 12 años

Los jueces encargados de revisar la segunda instancia no solo ratificaron la sentencia preliminar, sino que aumentaron a doce los años de condena por sus presuntos vínculos en la red de corrupción de la constructora Odebrecht. Con esto el representante del PT no podría presentarse como candidato presidencial en octubre.

Paula Campos

  Miércoles 24 de enero 2018 14:32 hrs. 
El ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva se encuentra encarcelado desde abril.
El ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva se encuentra encarcelado desde abril.

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Un  juicio decidió hoy el futuro de Brasil. Los tres magistrados de Porto Alegre ratificaron la culpabilidad de Lula da Silva, tal como sucedió en la primera instancia,  y además aumentaron la condena de nueve años y medio a doce.

La decisión de este miércoles fue estrictamente judicial: ¿tenía Sérgio Moro las pruebas suficientes para demostrar que la empresa compró un departamento al político en Río de Janeiro?, sus consecuencias son mucho más que una prisión o absolución.

Brasil: corrupción y política

El 31 de agosto de 2016, Dilma Vana da Silva Rousseff, la primera mujer en llegar a la presidencia del país, era destituida por el Senado. Los parlamentarios la encontraron culpable del delito de responsabilidad en casos de corrupción tales como el maquillaje de cuentas fiscales o la firma de decretos económicos sin aprobación del Congreso. Ese día Michel Temer, “el segundo a bordo” llegó al poder.

Antes, en 2014 explotó el que es considerado el mayor caso de corrupción en Brasil: “Lava Jato”, una red de corrupción en la petrolera estatal Petrobras y que ha salpicado a una veintena de políticos y altos cargos brasileños y latinoamericanos.

Se habla de 8 mil millones de dólares defraudados

Obedrecht, la constructora más grande del cono sur está en el medio del escándalo. La empresa habría pagado sobornos a funcionarios de diversos países durante años. El modo de funcionamiento quedó al descubierto en la investigación que realizó la policía brasileña. La petrolera estatal inflaba los costos por los que contrataba a la constructora, fondos que luego eran traspasados a cuantiosos pagos de sobornos en diferentes puntos de la región.

En 2017 se destapó que doce países, incluyendo a Brasil, eran parte de esta lógica de operaciones: Venezuela, República Dominicana, Panamá, Argentina, Ecuador, Perú, Guatemala, Colombia y México se sumaban al escándalo que todavía no alcanza sus dimensiones más profundas.

odebrecht

Volviendo a Brasil, se calcula que hay más de 349 millones de dólares pagados en sobornos a miembros del gobierno, políticos, ejecutivos y empleados de Petrobras. Hoy está detenido Marcelo Odebrecht, condenado a 19 años de cárcel por pagar 30 millones de dólares a funcionaros de Petrobras, todos como sobornos.

En sus declaraciones, Odebrecht señaló al ministro de Relaciones Exteriores José Serra. Lo acusaron de recibir dinero en 2010, durante su campaña. También, Luis Inácio Lula da Silva que, según los fiscales brasileños, estaba al tanto del esquema de corrupción del bullado caso; Michel Temer, reemplazante de Dilma, salvado por el Congreso de su país a diferencia de la expresidenta, es acusado de aceptar donaciones ilegales durante su campaña; también Rousseff, a quien acusan de recibir donaciones del propio dueño de la constructora. Además, han sido involucrados los expresidentes Fernando Henrique Cardoso (Partido de la Socialdemocracia Brasileña) y Fernando Collor de Melo (Partido del Trabajo de Brasil), entre otros.

El futuro de Brasil

Lula fue presidente durante ocho años. Tiempo que le sirvió para volverse una leyenda entre sus seguidores, también en un blanco de críticas para la derecha brasileña que nunca vió con buenos ojos las políticas sociales impulsadas por el miembro del PT.

El actual presidente de Brasil afirmó que “es mejor derrotar a Lula en las urnas que convertirlo en víctima”. ¿Por qué para la derecha sería mejor que volviera al gobierno?, algunos hipotetizan que en el poder, perseguiría de forma más benévola a quienes han estado vinculados con casos de corrupción, algo diferente ocurriría con los que aspiran a la presidencia sin haber estado nunca involucrados en el caso Odebrecht.

El expresidente encabeza los sondeos. Hasta hoy, según las encuestas, el expresidente se alzaría con la victoria. Convertirlo en víctima, de ser impedido por la justicia en su carrera presidencial, sería un escenario complejo para la derecha que ve casi imposible alzarse con una victoria, dado el grado de disconformidad interna que hay con el gobierno que reemplazó a la destituida Rousseff.

El político de 72 años se defiende. Asegura que batallará hasta el final por defender su honra, pero también por alcanzar la presidencia de Brasil y retomar la línea de acción iniciada con su gobierno.

dilma

Hace algunos días fue la propia Dilma Rousseff la que concedió entrevistas de prensa para defender a su compañero de partido. Para ella, todo lo ocurrido en Brasil en el último año y medio es producto de un “golpe” que se inició con el impeachment que la apartó de la presidencia y ahora continúa con el juicio contra Lula.

Uno de los reclamos que entregó la exmandataria al diario español El País es la “doble vara” de la justicia brasileña en este caso: “Contra Aécio Neves [el candidato derrotado por ella en las elecciones de 2014, exlíder del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB)] hay pruebas contundentes: una conversación grabada y una maleta de dinero. [Contra] el presidente ilegítimo Temer hay otra grabación e imágenes de un asesor suyo llevando una maleta [de dinero] para arriba y para abajo. Y están todos tranquilos ejerciendo sus cargos. El presidente Lula no tiene cuentas en Suiza, solo tiene esa historia absurda del apartamento”.

Así sanciona al impeachment como “acto inaugural” de esta historia tramada para sacarla, primero a ella, y ahora a Lula de la escena política nacional. “Yo creo que el golpe que se produjo en Brasil en 2016 no es un acto aislado. Es un proceso. Y el impeachment fue el acto inaugural”. El “segundo momento”, habrpia sido el programa adoptado por el nuevo Gobierno de Temer, con medidas como una reforma laboral y una ley para limitar los gastos públicos. “Ahora, para aprobar el programa que falta, como la reforma de las pensiones, es necesario el tercer acto. Se quita de en medio la mayor amenaza para este proyecto: el presidente Lula. Él tiene casi  un 40 por ciento de las intenciones de voto. El rechazo popular construido a lo largo del proceso de impeachment y de las grandes manifestaciones en la calle se ha diluido. Si Lula no es retirado de la carrera, ganará las elecciones”.

El Tribunal lo condena y Brasil queda en ascuas

Lula da Silva se benefició personalmente de los sobornos, afirmó el juez Paulsen, miembro del triunvirato de magistrados que hoy revisaron la causa del ex presidente. No solo eso, agregó, sino que el expresidente controlaba el esquema de corrupción en la petrolera estatal Petrobras.

Con la resolución judicial se pone en juego no solo el legado del exlíder sindical de 72 años, sino también el porvenir de la economía más grande de Sudamérica. Pese a que la sentencia no lo anula de la carrera presidencial, sí representa un golpe significativo a sus posibilidades.

Qué camino tomará Brasil y cómo impactará esta decisión a América Latina son parte de las preguntas abiertas.

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