La palta hass es una de las variedades más populares en nuestro país y que ha hecho conocido a Chile como productor en todo el mundo. Esta deliciosa fruta de origen guatemalteco es cultivada principalmente en los campos de la provincia de Petorca, en la comuna del mismo nombre, La Ligua y Cabildo.
Los arboles jóvenes requieren de un riego que supera los cincuenta litros, lo que en los grandes campos, pensados para exportación, se ha trasformado en un conflicto socio ambiental, ya que son justamente estas producciones las que han devastado el territorio, secando los ríos y dejando sin agua a las comunidades que habitan en las antes mencionadas comunas.
Los campos de la provincia de Petorca, en general, al ser valles trasversales, gozan de un clima semitropical que es producto de la cercanía que tienen estas tierras con el mar y el biombo producido por los cordones montañosos que separan los valles. Hasta la primera parte de la década de los noventa en estos territorios había plantaciones de papas, tomates, árboles frutales, flores y hortalizas. Sin embargo, esto cambió drásticamente en la segunda mitad de los noventa, puesto que empresarios y políticos compraron grandes extensiones de cerros y terrenos no cultivables y comenzaron a extraer las aguas de los ríos para regar estas laderas sin tener en cuenta que estaban secando las cuencas fluviales.
Junto a la apropiación indebida del agua y el desarrollo de cultivos en lugares no sembrables, una sequía azotó el territorio terminando con la pequeña agricultura. La agroindustria del lugar permaneció cultivando con las piscinas que indebidamente mantuvieron, mientras la comunidad ha tenido que esperar cada día que un camión aljibe los visite para entregarles agua potable para poder vivir.
La lucha de la comunidad en contra de estas empresas agroexportadoras ha sido visualizada por el canal público alemán ARD que ha desarrollado un documental en el que muestra cómo el negocio de la exportación de palta está manchado por un crimen ambiental que mantiene a comunidades sin posibilidad de agua para su consumo.
Rodrigo Mundaca es vocero del Movimiento por la Defensa del Agua, Protección de la Tierra y Respeto al Medio Ambiente, una organización ciudadana que ha mantenido una férrea resistencia en contra de los políticos y empresarios que han devastado los territorios de la provincia de Petorca para llevar a cabo sus negocios de exportación agrícola.
Mundaca explicó que el programa de televisión “Der Weltspiegel” estrenado en Berlín, Alemania, el pasado 10 de marzo “da cuenta de que el modelo de producción de paltas de exportación que se desarrolla en la provincia de Petorca se hace a expensas de la privación de agua de bastas comunidades. El modelo de producción agrícola que existe en el territorio es un reflejo inequívoco de la forma de producción y el extractivismo que existe en todo el territorio”.
“El monocultivo producido en la provincia de Petorca está hecho sobre la base del uso irracional de bienes naturales finitos (suelo y agua) y una quimización de los medios de cultivo. Más del noventa por ciento de toda la superficie cultivada en el territorio son paltas, es decir, árboles sembrados en suelo sin actitud de cultivo son completamente depredados sin escurrimiento de aguas superficiales. Incluso en algunas partes de la provincia se utilizan productos químicos que ya no son permitidos en Europa, como hormonas para el crecimiento de la fruta”, expone el agrónomo de Modatima.
Según la información entregada por el vocero de Modatima “desde la segunda mitad de la década de los 90 en adelante pasó de 2 mil héctareas de paltos a más de 16 mil. La provincia de Petorca es la más relevante en términos de la producción y exportación de palta hass en el país. La provincia concentra un 30,5 por ciento de toda la oferta exportadora del país y ese cambio en la estructura productiva se originó con la plantación de paltos en suelos sin actitud de cultivo y la devastación de los ríos. En este sentido, el Rio Petorca, fue declarado agotado en 1997 y el Río Ligua entró en la misma condición en 2004”.
El que se esté cultivando los cerros genera dificultades para el terreno. El ingeniero forestal y experto en suelo de la Universidad de Chile, Juan Pablo Fuentes explica que “se altera radicalmente la parte más nutritiva del suelo que es la parte superior, puesto que se laborea una pendiente que tenía un terreno más o menos ondulado y con el trabajo en ese lugar se genera una especie de camellones que va en el sentido de la pendiente, por lo tanto, el agua va a tender a concentrarse en los sectores más depresivos y concentrar la energía suficiente para que el agua se mueva y arrastre sedimento. Visualmente es impactante ver el efecto de los monocultivos y de los cambios del uso de suelo. La legislación en esta materia es muy laxa, incluso hay más restricción para el cambio de uso de suelo para labores mineras que para los cultivos de palta, hay un vacío legal que los productores de paltas aprovechan y se pueden dar estas sustituciones que son problemáticas”.
La afectación del territorio producto del monocultivo de paltas tiene un costo irreversible, ya que “primero hay una sustitución del bosque nativo, luego existe un clareo o limpieza del sector, luego se laborea en una manera que incluso es controversial. La gente del Servicio Agrícola Ganadero dice que no hay problema, pero la gente dedicada a las ciencias del suelo sabe que es un gran problema el generar estos camellones, en el sentido de la pendiente que durante las primeras etapas de la plantación de los paltos, por lo tanto, hay una gran probabilidad de pérdida de suelo por erosión. Entonces se produce un sistema sumamente frágil, como los cerros de ladera, que se produce una alteración del medio básico del suelo tan alta que se trasforma en un sistema completamente distinto y artificial que solamente está dirigido a la plantación de paltos”.