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Año XVI, 28 de marzo de 2024


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Desbordes: No hay que jugar para la galería, el Código Penal requiere reformas

En entrevista con Radio y Diario de la Universidad de Chile, el integrante de las comisiones de Defensa y Seguridad Ciudadana de la Cámara Baja se refirió a los desafíos legislativos sobre delincuencia y la anunciada reforma en la policía uniformada.  

P. López y R. Fuentes

  Martes 20 de marzo 2018 15:35 hrs. 
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El recientemente nombrado presidente de Renovación Nacional, diputado Mario Desbordes,  conversó con nuestro medio sobre su trabajo en el Congreso. Precisó que la prioridad será mejorar los controles y la transparencia en Carabineros. Esto a partir del inminente envío al legislativo del proyecto de ley anunciado por el Ejecutivo que modificaría la estructura y fiscalización en las operaciones internas de la institución.

El parlamentario se refirió además a los puntos que debe abordar la mesa de trabajo anunciada por el Gobierno en materia de seguridad ciudadana. Lo anterior en respuesta a lo que anunció el Presidente Sebastián Piñera, sobre un acuerdo nacional en la materia, además de otros cuatro temas denominados acuerdos nacionales. Un trabajo prelegislativo que, en este caso, estará compuesto por parlamentarios de distintos sectores y ex ministros.

 Usted ha planteado mayor control a Carabineros. ¿Sería factible ampliar esa vigilancia a otras instituciones uniformadas como el Ejército, tomando en cuenta los desfalcos que ahí también se han producido?

Por supuesto que sí, pero nos estamos refiriendo a Carabineros. Yo ayer me reuní con el ministro de Defensa, Alberto Espina, y me adelantó que va a anunciar una serie de acuerdos con la Contraloría General de la República para hacer muchísimo más estrecha, más estricta, la fiscalización con el fin de evitar situaciones como las que hemos conocido. Las instituciones están de acuerdo con medidas que contemplen más control previo y si se detectan irregularidades, que sea rápido para impulsar la sanción lo más pronto posible.

Las fuerzas armadas, especialmente Carabineros, tienen una cultura bastante vertical, pero siempre es posible conversar con policías de a pie, en la calle, quienes dicen que tienen rabia porque los de arriba se roban la plata y ellos ‘pagan el pato’. ¿Existe a su juicio un abismo entre los altos mandos y los uniformados de las comisarias o retenes?

No comparto ese juicio, no creo que haya una distancia abismal entre la alta oficialidad y el personal de la institución. Puede que haya mandos que no tengan la capacidad de vincularse con su gente y eso sucede en todos lados, no creo que sea un problema generalizado. La verticalidad es necesaria, en el sector privado está de moda la horizontalidad, pero en estos organismos dependientes del Estado yo prefiero la verticalidad. Agregar también una cosa, el carácter militar de Carabineros pienso que se debe mantener, un tema que planteó en su minuto Alejandro Guillier, sin embargo yo no comparto. Por ejemplo, la Guardia Civil española, Gendarmería francesa, son dos de las mejores policías del mundo que tienen ese carácter militar y habla entonces que sí puede haber instituciones nacionales, por tanto no es un factor que sea calificable como negativo.

A partir de la anunciada reforma en Carabineros, algunos actores han planteado la necesidad de terminar con el escalafón diferenciado y tener una sola carrera funcionaria, una idea que podría ser extensiva a otras ramas de las Fuerzas Armadas. ¿Cómo ve usted esa propuesta?

El doble escalafón hasta el minuto ha tenido resultados satisfactorios, es una forma de organización que ha dado buenos frutos, no sé si existen recursos para que sea posible el ingreso de 155 mil personas a un escalafón idéntico, no veo donde está la parte negativa. Lo que sí yo creo que se debe evaluar es que tan democrático, transversal y transparente es el ingreso al escalafón de oficiales. Sucede siempre que los hijos de jefes tienen privilegios para ingresar a la escuela y existen ciertas barreras de entrada a determinadas personas calificadas, pero de sectores humildes, eso es lo que hay que analizar. Por ejemplo, si un Carabinero que entra a la Escuela de Formación Policial de Cerrillos, se destaca, es un excelente alumno, tiene un perfil sobresaliente, yo puedo permitirle que ingrese a la Escuela de Oficiales. ¿Me lo van a vetar porque viene de la tropa? Yo creo que ese joven debería premiarse de inmediato. Entonces ese el debate que debemos hacer, yo no voy a aprobar proyectos de ley del tipo maquillaje, incluso si vienen del Gobierno actual, ni al general director designado ni al que viene, hay que aprovechar la oportunidad de hacer cambios de fondo que deje al organismo ordenado por los próximos 40 años.

Sobre el tema de seguridad ciudadana y usted como integrante de la comisión, planteaba que el Código Penal se debe desarrollar. Algún jurista tratando de simplificar el punto planteaba que los códigos son la expresión de los sistemas de valores de la sociedad, porque lo que dicen es: Esto está bien, esto está mal, y dentro de esto, menos grave y más grave. ¿El Código Penal, tal como está escrito ahora, ha perdido coherencia, ha perdido el sistema de valores actuales de la sociedad chilena?   

Es evidente que en algunos aspectos está atrasado, el Código Penal y otra serie de leyes que no están incluidas en este, dicen relación con materias de reclusión, ahí hay que apuntar. No estamos midiendo las consecuencias de dictaminar prisión a personas primerizas y donde se generan dos problemas, la “prisionización”, perdida de habilidades sociales de personas encarceladas y el ingreso en un gran número a estas verdaderas escuelas del delito, donde los que entran sufren del denominado efecto “criminógeno”, se transforman en delincuentes. Entonces, lo que tenemos que hacer si queremos combatir el delito, no es jugar para la galería, hacer el show para proponer un aumento en las penas, se debe pensar en serio, como se trabaja con la comunidad, como se recuperan los espacios públicos, como se hace prevención, la prevención no puede ser tener más Carabineros en la calle, que la gente se enreje, esa no es la solución a un problema integral. La reestructuración en Carabineros es parte de las soluciones, los funcionarios que trabajan en la calle tienen un ánimo bastante bajo, eso no es bueno y ellos necesitan un espaldarazo.

El tamaño de la solución tiene que ser acorde al tamaño del problema, tomando en cuenta un Gobierno que tiene un plazo acotado y no tiene mayoría parlamentaria. ¿Cómo ve usted, en relación a este escenario, las posibilidades de avanzar en una agenda tan integral como la que  usted plantea?    

La voluntad está, en el primer período del Presidente Piñera se avanzó en cárceles por ejemplo, se detuvo el tema de las concesiones, que en mi opinión no es viable, está hecho a la medida de las concesionarias y no corresponde en estos momentos. Se construyeron más cárceles, se levantaron las que estaban botadas, por ejemplo, la de Concepción y Antofagasta, donde las empresas a cargo tenían que terminar de construir, se pagaron cifras muy abultadas para concluir los proyectos. También en ese primer mandato hubo un indulto general que nos costó caro políticamente, pero era una cuestión de responsabilidad, que significó un acuerdo transversal, se votó favorablemente por parlamentarios de todos los sectores y hubo que hacer un proceso de análisis de los que se podían reinsertar nuevamente en la sociedad. Ahora, yo escuchaba en la Comisión de Seguridad Ciudadana a otros parlamentarios integrantes como del Frente Amplio, socialistas, comunistas, de la UDI, radicales y constato un ánimo de trabajar en serio, no venir a hacer saludos a la bandera o show mediático, muchos diputados jóvenes profesionales capaces, por eso espero que las propuestas del Gobierno en las comisiones de trabajo que van a hacer propuesta país en cinco temas y especialmente en seguridad ciudadana, nos pongamos de acuerdo, ya que no es un tema para sacarle punta al lápiz. En el tema Araucanía no estamos de acuerdo, pero en el combate contra la delincuencia en general, podemos llegar a un consenso, dejando de lado el populismo penal, terminar de mentirle a la gente con argumentos sobre que esto se soluciona con más cárcel o  aumentando los Carabineros en la calle.

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