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Portavoz comunidad haitiana: “Ser ilegal es como estar muerto”

La inmigración ilegal es una preocupación para la población residente de la isla. Carl Abilhomme reconoce que quienes peor la pasan son las mujeres sin papeles.

Paula Campos

  Domingo 8 de abril 2018 9:39 hrs. 
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El tema de la inmigración es, sin lugar a dudas, una de las principales preocupaciones de la ciudadanía. Voces en contra y a favor se encuentran en cada debate público, los que son alentados por la prensa y las autoridades.

En los últimos días, el gobierno dio a conocer cifras de extranjeros residentes en el país. Casi un millón de personas han llegado a Chile desde otras latitudes, al menos 300 mil serían ilegales.

Mientras se espera la pronta presentación de un proyecto de ley que modifique el decreto de extranjería que rige la inmigración desde la dictadura, desde todos los sectores opinan sobre qué pilares debería construirse la nueva institucionalidad.

En conversación con el programa Semáforo, Carl Abilhomme, vocero de la comunidad haitiana en nuestro país, expresó su preocupación por la demora en la nueva ley. “Dos años es muchísimo tiempo para una regulación urgente. Ser ilegal es como ser un muerto”.

Ver también: Joaquín Barañao descarta nueva ley de migración para este año

Los llegados de la isla han vivido la ilegalidad en carne propia. Desamparados por un Estado que se niega a regular el ingreso de extranjeros, arriban a un país que no solo los golpea con el idioma, también los discrimina por su color de piel.

Para Abilhomme y una parte de la comunidad residente en Chile es fundamental que exista un registro de quiénes ingresan: “Esto es un beneficio para el país, que sabe quién ingresa a Chile, pero también para nosotros, porque los que venimos estaríamos protegidos por la normativa local”.

“Chile tiene un deber de legalizar. Una persona ilegal es frágil. El mundo es muy complicado. Chile tiene una ley anciana, donde el país también queda desprotegido”.  Las palabras de Abilhomme apuntan en diversas direcciones, por el lado de la seguridad, a que el registro permitirá -realmente- a que en el caso que existan extranjeros que cometan infracciones a la ley, puedan ser identificados y amonestados, por ejemplo.

Las invisibles mujeres haitianas migrantes

Otro de los temas abordados en la entrevista es la realidad que viven las mujeres haitianas que llegan al país. Para Abilhomme, es imposible no reconocer que existen profundas diferencias entre géneros.

“No podemos equivocarnos. El mundo sigue siendo patriarcal y los hombres terminan teniendo más oportunidades que las mujeres”. Ejemplo de esto sería que los haitianos hacen más esfuerzo por hablar en castellano, mientras que las mujeres son más vulnerables: “A ellas les cuesta más salir adelante. Chile, como todo país emergente, necesita más trabajo de fuerza, eso limita las posibilidades de las mujeres”.

Según comentó, las mujeres de su comunidad están principalmente empleadas como temporeras. Muy pocas tienen trabajo como empleadas domésticas. “Si llegas vulnerable, no hablas el idioma y no tienes un saber específico, hasta ahí no más llegas”, relata Abilhomme.

“El grupo de haitianas, las más educadas, trabajan en bares, como meseras. Hay otras que cuidan a los adultos mayores”, describe. “Los hombres son más visibles, pero para las chicas es diferente”.

Otra de las realidades que les preocupa tiene que ver con cómo estas dificultades se aumentan cuando las mujeres ilegales quedan embarazadas. A su juicio, son “ellas son las que peor la pasan”.

La idea de la comunidad es fortalecer la educación de quienes vienen a Chile. En el caso de las mujeres, acercarlas a las leyes locales, a los sistemas de salud para disminuir los embarazos no deseados: “En Chile, si eres ilegal, todo se complica con una guagua. No es como en otras legislaciones que un hijo te abre puertas”. Para el resto de la comunidad, videos musicales y camapañas de difusión sobre cómo convivir en este país, son parte de la tarea.

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