El Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, Davor Harasic, presentó hoy ante el Rector Ennio Vivaldi su renuncia “indeclinable” al cargo encomendado por el claustro de profesores de esta facultad desde mayo de 2015.
A través de una carta de 6 carillas de extensión dirigida a la máxima autoridad de la Casa de Bello, el Decano entrega en detalle los avances experimentados durante su gestión en diversos ámbitos, como investigación, extensión, docencia de pre y postgrado, internacionalización y gestión administrativa.
En general, el Decano explica que durante la primera etapa de su decanato “ajustamos la gestión administrativa y académica a los más altos estándares exigidos nacional e internacionalmente, y en una segunda etapa nos abocamos a intentar contribuir al fortalecimiento de la educación pública”, a través del proyecto “La Chile crece por Chile” que aumenta la matrícula de la Facultad.
Harasic, agrega que “con satisfacción puedo afirmar que todas las medidas adoptadas han sido debatidas en los órganos colegiados de la Facultad, luego de diálogos siempre constructivos y enriquecedores”.
No obstante, en su misiva, el Decano sostiene que “actualmente, la Facultad de Derecho está siendo ocupada ilegalmente por decisión mayoritaria de los estudiantes desde el 27 de abril de 2018. Sin perjuicio de señalar expresamente que, como le consta al Consejo Universitario, conozco y valoro el impulso entregado por mujeres estudiantes, académicas y funcionarias para avanzar en una transformación decisiva que se exprese en prácticas no sexistas, no discriminatorias, y encaminadas a la equidad de género en todas sus formas y a la supresión del abuso de poder, y del acoso sexual y laboral al interior de la Universidad de Chile, esta situación ha impedido el normal desarrollo de las actividades de docencia, extensión e investigación de la Facultad, hasta ahora, por 46 días”.
En esta línea, agrega que “lamentablemente, la presente ocupación ilegal de las dependencias de la Facultad está lejos de representar un fenómeno aislado. Cada año nos hemos visto obligados a enfrentar medidas de paralización y obstrucción del quehacer universitario, de menor o mayor intensidad, por parte de los estudiantes, las cuales han afectado gravemente el normal funcionamiento de la Facultad, contraviniendo así la característica básica de toda universidad pública, que es contribuir a la producción de conocimiento y a la formación de profesionales comprometidos con el devenir y el progreso intelectual y moral de la sociedad a la cual nos debemos”.
El Decano Harasic finaliza la carta señalando que “es mi deber manifestar que esta situación afecta gravemente la excelencia académica y pone en riesgo el proceso de fortalecimiento de la educación pública con el que nos hemos comprometido durante los últimos años. Ante la imposibilidad de transmitir favorable y eficazmente esta preocupación a la comunidad universitaria, que en mi parecer no ha advertido cabalmente el grave riesgo que esta tendencia representa para el futuro quehacer de nuestra corporación he decidido, con mucho pesar, renunciar, con fecha 12 de Junio, indeclinablemente, ante usted al cargo de Decano, con la esperanza de que prontamente nuestra Facultad logre sortear el peligro inminente de claudicar en sus objetivos esenciales”.
En tanto, en una carta dirigida a los profesores de la Facultad, el Decano sostuvo que “me voy con la satisfacción de haber cumplido, prácticamente íntegro, el programa al que me comprometí, cuando ustedes me eligieron para el cargo. Les agradezco, pues ello habría sido imposible sin la colaboración de ustedes. Por los errores y falencias les pido excusas y les aseguro que mis actuaciones han sido pensadas siempre en el mejor interés de la Facultad”.