Dos de las fuerzas más importantes del Frente Amplio se encuentran enfrentadas. Revolución Democrática cuestionó la actuación de Alfonso Mohor mientras lideraba la Federación de Estudiantes de Ingeniería de la Universidad de Chile, entre 2016 y 2017, tiempo en que una secretaria denunció malos tratos por parte de uno de los integrantes de la directiva. El caso no fue abordado adecuadamente por la directiva de estudiantes y redundó en el despido de la funcionaria y posterior reintegro.
Jorge Sharp, alcalde de Valparaiso y miembro del Movimiento Autonomista, calificó de impresentable el hecho de que para levantar la acusación y suspensión del presidente de la Federación de Estudiantes de la Universdad de Chile, Revolución democrática buscara apoyo en estudiantes cercanos a la UDI.
“Que RD se haya aliado con la UDI es impresentable por dos razones: puso en quinto lugar el acoso de la trabajadora y además porque la FECH impugnó el sistema neoliberal”, explicó el edil de Valparaiso.
A lo que agregó que descabezar la FECH “es un golpe al movimiento estudiantil, por lo tanto al ADN del Frente Amplio”.
Por su parte, Giorgio Jackson, diputado de Revolución Democrática dijo en entrevista con el diario La Tercera: “Si queremos ser gobierno no podemos seguir cometiendo este tipo de errores ni teniendo estas disputas internas”.
Asimismo, el parlamentario advirtió que “quienes no quieren que nosotros seamos protagonistas de un futuro gobierno o protagonistas dentro del sistema político tienen muchísima fuerza, historia, experiencia, y si no logramos aprender rápido, si no tomamos lecciones de los episodios que nos van pasando, donde evidentemente hemos cometido errores, nos vamos a quedar estancados”.
En la misma línea el representante de Revolución Democrática planteó que “los distintos episodios que se han ido acumulando ponen más presión y más urgencia a que como FA tengamos una instancia congresal y tengamos un lugar donde se puedan resolver las diferencias, anticipar los conflictos y levantar alertas tempranas, donde tengamos la capacidad de resolver para no estar actuando por la prensa. Por supuesto que es dañino, porque deja mucho espacio a la interpretación de la opinión pública”.
“Lo que más me preocupa de este episodio es constatar que nos falta confianza, complicidad y eso hay que trabajarlo. Parte de los aprendizajes es que ojalá los espacios a nivel basal tengan la confianza, la complicidad, la lealtad, el diálogo para resolverlos antes”, profundizó Jackson.