Desde 1959, cuando triunfó la Revolución Cubana, aquel pequeño archipiélago caribeño ha estado bajo la lupa de un mundo que mira su proceso, o con admiración, o con rechazo, pero nunca con indiferencia.
Y es que el único país occidental abiertamente socialista ha sido protagonista de gran parte del siglo XX y también de lo que va del XXI. A casi 60 años de la gesta revolucionaria que derrocó al dictador Fulgencio Batista, la mayor de las Antillas sigue haciendo noticia, esta vez, por una determinante reforma constitucional que busca actualizar los estatutos de la nación.
Este fue el tema central de la conversación que sostuvo el editor general de Radio Universidad de Chile, Patricio López, con la socióloga cubana y académica de la Universidad Católica Silva Henríquez, Diosnara Ortega, en nuestro noticiero Radioanálisis.
Antes que todo, Diosnara Ortega afirmó que el concepto de “reforma constitucional” es un maquillaje, pues para ella el proceso que se está llevando a cabo en Cuba es directamente una nueva Carta Magna.
Dentro de las modificaciones que se pretenden hacer a la Constitución aprobada en el año 1976 –y cuya última reforma fue en el año 2002-, la académica identificó cuatro grandes ejes.
“El reconocimiento a la propiedad privada como una de las otras formas de propiedad que se reconoce dentro de las Constitución. También el famoso artículo 68 que es el reconocimiento de la unión consensuada entre dos personas sin especificar sexo. El reconocimiento también de la necesidad del mercado y de la inversión extranjera. Y, finalmente, la salida del texto de la Constitución, específicamente es su artículo quinto, del concepto de sociedad comunista”.
Para Ortega, la eliminación del concepto comunismo en la Constitución no es mera retórica, pues con el devenir de la historia la utopía comunista ha quedado “un poco renegada”, incluso para los líderes políticos cubanos, sin embargo, aclaró que los principios socialistas sobre los que se rige la Carta Magna siguen presentes.
Acerca de cómo sea llevado el proceso de reforma, la docente universitaria criticó la poca participación del cubano de a pie y, por el contrario, la gran influencia de la élite política de la isla en las modificaciones a la Constitución.
“Si revisamos las constituciones producidas mediante este mecanismo que son las comisiones de expertos, son, en general, constituciones que han tenido lugar bien dentro o bien para legitimar regímenes autoritarios o dictatoriales. Si además reconocemos que es una comisión integrada solamente por 33 miembros, cuyo presidente es Raúl Castro y vicepresidente Miguel Díaz-Canel, entonces es mucho más alarmante que el contenido de la reforma, los mecanismos poco participativos que definirán el curso de un país”.
La reforma a la Constitución de Cuba comenzará, el próximo 13 de agosto, una etapa de consulta popular para recoger propuestas e inquietudes, las cuales serán discutidas por la Asamblea Nacional del Poder Popular para dar o no el dicto bueno a un cambio crucial, como pocos de los que ha habido el proceso revolucionario cubano.
Desde 1959, cuando triunfó la Revolución Cubana, aquel pequeño archipiélago caribeño ha estado bajo la lupa de un mundo que mira su proceso, o con admiración, o con rechazo, pero nunca con indiferencia.
Y es que el único país occidental abiertamente socialista ha sido protagonista de gran parte del siglo XX y también de lo que va del XXI. A casi 60 años de la gesta revolucionaria que derrocó al dictador Fulgencio Batista, la mayor de las Antillas sigue haciendo noticia, esta vez, por una determinante reforma constitucional que busca actualizar los estatutos de la nación.
Este fue el tema central de la conversación que sostuvo el editor general de Radio Universidad de Chile, Patricio López, con la socióloga cubana y académica de la Universidad Católica Silva Henríquez, Diosnara Ortega, en nuestro noticiero Radioanálisis.
Antes que todo, Diosnara Ortega afirmó que el concepto de “reforma constitucional” es un maquillaje, pues para ella el proceso que se está llevando a cabo en Cuba es directamente una nueva Carta Magna.
Dentro de las modificaciones que se pretenden hacer a la Constitución aprobada en el año 1976 –y cuya última reforma fue en el año 2002-, la académica identificó cuatro grandes ejes.
“El reconocimiento a la propiedad privada como una de las otras formas de propiedad que se reconoce dentro de las Constitución. También el famoso artículo 68 que es el reconocimiento de la unión consensuada entre dos personas sin especificar sexo. El reconocimiento también de la necesidad del mercado y de la inversión extranjera. Y, finalmente, la salida del texto de la Constitución, específicamente es su artículo quinto, del concepto de sociedad comunista”.
Para Ortega, la eliminación del concepto comunismo en la Constitución no es mera retórica, pues con el devenir de la historia la utopía comunista ha quedado “un poco renegada”, incluso para los líderes políticos cubanos, sin embargo, aclaró que los principios socialistas sobre los que se rige la Carta Magna siguen presentes.
Acerca de cómo sea llevado el proceso de reforma, la docente universitaria criticó la poca participación del cubano de a pie y, por el contrario, la gran influencia de la élite política de la isla en las modificaciones a la Constitución.
“Si revisamos las constituciones producidas mediante este mecanismo que son las comisiones de expertos, son, en general, constituciones que han tenido lugar bien dentro o bien para legitimar regímenes autoritarios o dictatoriales. Si además reconocemos que es una comisión integrada solamente por 33 miembros, cuyo presidente es Raúl Castro y vicepresidente Miguel Díaz-Canel, entonces es mucho más alarmante que el contenido de la reforma, los mecanismos poco participativos que definirán el curso de un país”.
La reforma a la Constitución de Cuba comenzará, el próximo 13 de agosto, una etapa de consulta popular para recoger propuestas e inquietudes, las cuales serán discutidas por la Asamblea Nacional del Poder Popular para dar o no el dicto bueno a un cambio crucial, como pocos de los que ha habido el proceso revolucionario cubano.
Desde 1959, cuando triunfó la Revolución Cubana, aquel pequeño archipiélago caribeño ha estado bajo la lupa de un mundo que mira su proceso, o con admiración, o con rechazo, pero nunca con indiferencia.
Y es que el único país occidental abiertamente socialista ha sido protagonista de gran parte del siglo XX y también de lo que va del XXI. A casi 60 años de la gesta revolucionaria que derrocó al dictador Fulgencio Batista, la mayor de las Antillas sigue haciendo noticia, esta vez, por una determinante reforma constitucional que busca actualizar los estatutos de la nación.
Este fue el tema central de la conversación que sostuvo el editor general de Radio Universidad de Chile, Patricio López, con la socióloga cubana y académica de la Universidad Católica Silva Henríquez, Diosnara Ortega, en nuestro noticiero Radioanálisis.
Antes que todo, Diosnara Ortega afirmó que el concepto de “reforma constitucional” es un maquillaje, pues para ella el proceso que se está llevando a cabo en Cuba es directamente una nueva Carta Magna.
Dentro de las modificaciones que se pretenden hacer a la Constitución aprobada en el año 1976 –y cuya última reforma fue en el año 2002-, la académica identificó cuatro grandes ejes.
“El reconocimiento a la propiedad privada como una de las otras formas de propiedad que se reconoce dentro de las Constitución. También el famoso artículo 68 que es el reconocimiento de la unión consensuada entre dos personas sin especificar sexo. El reconocimiento también de la necesidad del mercado y de la inversión extranjera. Y, finalmente, la salida del texto de la Constitución, específicamente es su artículo quinto, del concepto de sociedad comunista”.
Para Ortega, la eliminación del concepto comunismo en la Constitución no es mera retórica, pues con el devenir de la historia la utopía comunista ha quedado “un poco renegada”, incluso para los líderes políticos cubanos, sin embargo, aclaró que los principios socialistas sobre los que se rige la Carta Magna siguen presentes.
Acerca de cómo sea llevado el proceso de reforma, la docente universitaria criticó la poca participación del cubano de a pie y, por el contrario, la gran influencia de la élite política de la isla en las modificaciones a la Constitución.
“Si revisamos las constituciones producidas mediante este mecanismo que son las comisiones de expertos, son, en general, constituciones que han tenido lugar bien dentro o bien para legitimar regímenes autoritarios o dictatoriales. Si además reconocemos que es una comisión integrada solamente por 33 miembros, cuyo presidente es Raúl Castro y vicepresidente Miguel Díaz-Canel, entonces es mucho más alarmante que el contenido de la reforma, los mecanismos poco participativos que definirán el curso de un país”.
La reforma a la Constitución de Cuba comenzará, el próximo 13 de agosto, una etapa de consulta popular para recoger propuestas e inquietudes, las cuales serán discutidas por la Asamblea Nacional del Poder Popular para dar o no el dicto bueno a un cambio crucial, como pocos de los que ha habido el proceso revolucionario cubano.
