¿Por qué se achica el sueldo de Chile? Aporte del cobre al erario nacional es cada vez menor
Expertos analizaron cuán dependiente sigue siendo el Estado a la producción del mineral rojo. Según cifras oficiales, cada año es menor el aporte de nuestro principal recurso de exportación a la economía nacional.
Lunes 20 de agosto 2018 18:50 hrs.
La vía para la confección del Presupuesto 2019 será compleja. Si bien el Gobierno subió su propuesta de crecimiento y el precio de cobre, el panorama para el próximo período tendría algunos inconvenientes provocados, principalmente, por la incertidumbre de la llamada guerra comercial impulsada por Estados Unidos y su efecto en el precio del metal rojo, nuestro mayor producto de exportación.
Para fines de este mes se espera la publicación sobre las estimaciones del Producto Interno Bruto (PIB) tendencial, mientras que la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) ya proyectó el precio del commodity para el próximo año en U$3,1 la libra.
Pero detrás del cálculo del Ejecutivo, y a pesar de las recientes cifras oficiales que establecen que la economía local creció un 5,3 por ciento el segundo trimestre, su mejor desempeño desde 2012, se insiste que se deberá enfrentar la alta volatilidad del precio del cobre en el mercado internacional.
Un menor aporte de los ingresos del metal a las arcas fiscales es una tendencia que se refleja hace algo más de una década, al punto que ha reducido preocupantemente su participación o peso relativo sobre la economía chilena.
Según cifras del Banco Central, a principios de los 90, el cobre representaba un 20,7 por ciento de contribución al fisco, Codelco aportaba el 74 por ciento, mientras que las mineras privadas un 26 por ciento. En 2017, el metal solo figura con el 4,6 por ciento, la Corporación Estatal contribuyó con un 31,5 por ciento, en tanto, las sociedades anónimas un 68,5 por ciento. Tomando en cuenta, además, que últimamente se producen más toneladas que 30 años atrás.
Para el director de Estudios y Políticas Públicas de Cochilco, Jorge Cantallopts, el indicador es cíclico, ya que el precio del cobre, sumado al estancamiento de la producción versus la demanda internacional, serían una de las principales razones que respondería la baja participación del metal a las arcas fiscales.
“Probablemente la minería del cobre volverá a ser un mayor aporte que en los últimos cuatro años. El precio explica algo el argumento, pero también hay que tener en cuenta que la producción ha estado bastante estancada, mientas el resto del mundo sigue avanzando con incrementos significativos en este ítem, debido al aumento de la demanda internacional, por lo tanto, si esperamos que el metal rojo siga siendo el motor de la economía del país, se tiene que seguir aumentando la inversión”, afirmó.
El director de Estudios y Políticas Públicas de Cochilco, Jorge Cantallopts, agregó que la producción de Codelco ha crecido más bajo que las mineras privadas debido al estancamiento de la inversión en la Estatal que continúa trabajando en yacimientos antiguos, donde los costos de extracción resultan mucho más altos.
Para la presidenta de la Comisión de Minería y Energía de la Cámara Baja, diputada del Partido Radical Marcela Hernando, la mayor producción se contrapone con la baja ley del mineral, cuyo resultado es un mucho menor precio de exportación.
“Se ha aumentado la producción, pero eso no significa que en realidad estemos incrementando el número de toneladas de cobre, lo que ha pasado es que ha ido disminuyendo la ley del material y eso hace que el día de hoy, con un mayor esfuerzo productivo, en lo económico se está produciendo la misma cantidad. Todo acompañado en una época en la que no se hicieron las inversiones estructurales que debían haberse hecho”, argumentó.
El director del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA) y miembro de la organización Chile Mejor sin TLC, Lucio Cuenca, precisó que la legislación vigente sobre el impuesto a la minería concede a las sociedades anónimas adecuar el grueso de las utilidades, por lo que para el erario nacional sólo tributan el mínimo posible y el resto se va al extranjero.
“A las compañías se les permite manejar sus balances, para que estas tributaciones sean las más bajas posibles. El año 2016, el aporte que hace la minería privada al Estado es prácticamente cero, fue un poco más de un millón de dólares de toda la extracción que hicieron las empresas, representando el 70 por ciento de la extracción del país, es decir, es vergonzoso lo que están haciendo, pero también de quienes administran el Estado de Chile, aquellos que permiten que esto ocurra”, subrayó.
Recordemos que un reciente estudio liderado por el profesor de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Eugenio Figueroa, detalla que desde el 2006 al 2016, el país ha dejado de recaudar por concepto de rentas a la minería exclusiva, cerca de 12 mil millones de dólares anuales, es decir, alrededor del 5,4 por ciento del total del Producto Interno Bruto de la nación.
La vía para la confección del Presupuesto 2019 será compleja. Si bien el Gobierno subió su propuesta de crecimiento y el precio de cobre, el panorama para el próximo período tendría algunos inconvenientes provocados, principalmente, por la incertidumbre de la llamada guerra comercial impulsada por Estados Unidos y su efecto en el precio del metal rojo, nuestro mayor producto de exportación.
Para fines de este mes se espera la publicación sobre las estimaciones del Producto Interno Bruto (PIB) tendencial, mientras que la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) ya proyectó el precio del commodity para el próximo año en U$3,1 la libra.
Pero detrás del cálculo del Ejecutivo, y a pesar de las recientes cifras oficiales que establecen que la economía local creció un 5,3 por ciento el segundo trimestre, su mejor desempeño desde 2012, se insiste que se deberá enfrentar la alta volatilidad del precio del cobre en el mercado internacional.
Un menor aporte de los ingresos del metal a las arcas fiscales es una tendencia que se refleja hace algo más de una década, al punto que ha reducido preocupantemente su participación o peso relativo sobre la economía chilena.
Según cifras del Banco Central, a principios de los 90, el cobre representaba un 20,7 por ciento de contribución al fisco, Codelco aportaba el 74 por ciento, mientras que las mineras privadas un 26 por ciento. En 2017, el metal solo figura con el 4,6 por ciento, la Corporación Estatal contribuyó con un 31,5 por ciento, en tanto, las sociedades anónimas un 68,5 por ciento. Tomando en cuenta, además, que últimamente se producen más toneladas que 30 años atrás.
Para el director de Estudios y Políticas Públicas de Cochilco, Jorge Cantallopts, el indicador es cíclico, ya que el precio del cobre, sumado al estancamiento de la producción versus la demanda internacional, serían una de las principales razones que respondería la baja participación del metal a las arcas fiscales.
“Probablemente la minería del cobre volverá a ser un mayor aporte que en los últimos cuatro años. El precio explica algo el argumento, pero también hay que tener en cuenta que la producción ha estado bastante estancada, mientas el resto del mundo sigue avanzando con incrementos significativos en este ítem, debido al aumento de la demanda internacional, por lo tanto, si esperamos que el metal rojo siga siendo el motor de la economía del país, se tiene que seguir aumentando la inversión”, afirmó.
El director de Estudios y Políticas Públicas de Cochilco, Jorge Cantallopts, agregó que la producción de Codelco ha crecido más bajo que las mineras privadas debido al estancamiento de la inversión en la Estatal que continúa trabajando en yacimientos antiguos, donde los costos de extracción resultan mucho más altos.
Para la presidenta de la Comisión de Minería y Energía de la Cámara Baja, diputada del Partido Radical Marcela Hernando, la mayor producción se contrapone con la baja ley del mineral, cuyo resultado es un mucho menor precio de exportación.
“Se ha aumentado la producción, pero eso no significa que en realidad estemos incrementando el número de toneladas de cobre, lo que ha pasado es que ha ido disminuyendo la ley del material y eso hace que el día de hoy, con un mayor esfuerzo productivo, en lo económico se está produciendo la misma cantidad. Todo acompañado en una época en la que no se hicieron las inversiones estructurales que debían haberse hecho”, argumentó.
El director del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA) y miembro de la organización Chile Mejor sin TLC, Lucio Cuenca, precisó que la legislación vigente sobre el impuesto a la minería concede a las sociedades anónimas adecuar el grueso de las utilidades, por lo que para el erario nacional sólo tributan el mínimo posible y el resto se va al extranjero.
“A las compañías se les permite manejar sus balances, para que estas tributaciones sean las más bajas posibles. El año 2016, el aporte que hace la minería privada al Estado es prácticamente cero, fue un poco más de un millón de dólares de toda la extracción que hicieron las empresas, representando el 70 por ciento de la extracción del país, es decir, es vergonzoso lo que están haciendo, pero también de quienes administran el Estado de Chile, aquellos que permiten que esto ocurra”, subrayó.
Recordemos que un reciente estudio liderado por el profesor de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Eugenio Figueroa, detalla que desde el 2006 al 2016, el país ha dejado de recaudar por concepto de rentas a la minería exclusiva, cerca de 12 mil millones de dólares anuales, es decir, alrededor del 5,4 por ciento del total del Producto Interno Bruto de la nación.
La vía para la confección del Presupuesto 2019 será compleja. Si bien el Gobierno subió su propuesta de crecimiento y el precio de cobre, el panorama para el próximo período tendría algunos inconvenientes provocados, principalmente, por la incertidumbre de la llamada guerra comercial impulsada por Estados Unidos y su efecto en el precio del metal rojo, nuestro mayor producto de exportación.
Para fines de este mes se espera la publicación sobre las estimaciones del Producto Interno Bruto (PIB) tendencial, mientras que la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) ya proyectó el precio del commodity para el próximo año en U$3,1 la libra.
Pero detrás del cálculo del Ejecutivo, y a pesar de las recientes cifras oficiales que establecen que la economía local creció un 5,3 por ciento el segundo trimestre, su mejor desempeño desde 2012, se insiste que se deberá enfrentar la alta volatilidad del precio del cobre en el mercado internacional.
Un menor aporte de los ingresos del metal a las arcas fiscales es una tendencia que se refleja hace algo más de una década, al punto que ha reducido preocupantemente su participación o peso relativo sobre la economía chilena.
Según cifras del Banco Central, a principios de los 90, el cobre representaba un 20,7 por ciento de contribución al fisco, Codelco aportaba el 74 por ciento, mientras que las mineras privadas un 26 por ciento. En 2017, el metal solo figura con el 4,6 por ciento, la Corporación Estatal contribuyó con un 31,5 por ciento, en tanto, las sociedades anónimas un 68,5 por ciento. Tomando en cuenta, además, que últimamente se producen más toneladas que 30 años atrás.
Para el director de Estudios y Políticas Públicas de Cochilco, Jorge Cantallopts, el indicador es cíclico, ya que el precio del cobre, sumado al estancamiento de la producción versus la demanda internacional, serían una de las principales razones que respondería la baja participación del metal a las arcas fiscales.
“Probablemente la minería del cobre volverá a ser un mayor aporte que en los últimos cuatro años. El precio explica algo el argumento, pero también hay que tener en cuenta que la producción ha estado bastante estancada, mientas el resto del mundo sigue avanzando con incrementos significativos en este ítem, debido al aumento de la demanda internacional, por lo tanto, si esperamos que el metal rojo siga siendo el motor de la economía del país, se tiene que seguir aumentando la inversión”, afirmó.
El director de Estudios y Políticas Públicas de Cochilco, Jorge Cantallopts, agregó que la producción de Codelco ha crecido más bajo que las mineras privadas debido al estancamiento de la inversión en la Estatal que continúa trabajando en yacimientos antiguos, donde los costos de extracción resultan mucho más altos.
Para la presidenta de la Comisión de Minería y Energía de la Cámara Baja, diputada del Partido Radical Marcela Hernando, la mayor producción se contrapone con la baja ley del mineral, cuyo resultado es un mucho menor precio de exportación.
“Se ha aumentado la producción, pero eso no significa que en realidad estemos incrementando el número de toneladas de cobre, lo que ha pasado es que ha ido disminuyendo la ley del material y eso hace que el día de hoy, con un mayor esfuerzo productivo, en lo económico se está produciendo la misma cantidad. Todo acompañado en una época en la que no se hicieron las inversiones estructurales que debían haberse hecho”, argumentó.
El director del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA) y miembro de la organización Chile Mejor sin TLC, Lucio Cuenca, precisó que la legislación vigente sobre el impuesto a la minería concede a las sociedades anónimas adecuar el grueso de las utilidades, por lo que para el erario nacional sólo tributan el mínimo posible y el resto se va al extranjero.
“A las compañías se les permite manejar sus balances, para que estas tributaciones sean las más bajas posibles. El año 2016, el aporte que hace la minería privada al Estado es prácticamente cero, fue un poco más de un millón de dólares de toda la extracción que hicieron las empresas, representando el 70 por ciento de la extracción del país, es decir, es vergonzoso lo que están haciendo, pero también de quienes administran el Estado de Chile, aquellos que permiten que esto ocurra”, subrayó.
Recordemos que un reciente estudio liderado por el profesor de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Eugenio Figueroa, detalla que desde el 2006 al 2016, el país ha dejado de recaudar por concepto de rentas a la minería exclusiva, cerca de 12 mil millones de dólares anuales, es decir, alrededor del 5,4 por ciento del total del Producto Interno Bruto de la nación.
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