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El regreso de los moais, el legado ancestral que exige Rapa Nui

Desde la isla han impulsado una campaña para solicitar que vuelvan a Isla de Pascua los moais ubicados en el Museo Fonk de Viña del Mar y en el Museo Británico de Londres, esto porque las figuras de piedra tienen un gran valor espiritual y cultural para los clanes rapa nui.

Andrea Bustos C.

  Sábado 25 de agosto 2018 15:22 hrs. 
Isla de Pascua

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Su nombre original en rapa nui es Moai Aringa Ora, lo que significa “el rostro vivo de nuestros ancestros”, y es este precisamente su gran valor espiritual, pues las grandes estatuas de piedra fueron construidas para recordar y preservar la energía de los nativos que morían en cada clan.

Esta acción permitía mantener en la zona la energía “mana”, que es con la cual los ancestros pueden proteger y controlar a la tribu, sus cosechas, cultivos y animales, razón por la que todos los moais han sido instalados mirando hacia el interior de la isla y no hacia el mar.

Si bien de su construcción y traslado no se tiene mucha información, se sabe que eran tallados directamente en la roca. Primero se esculpían los brazos, luego su frente y finalmente los detalles el rostro. Una vez listo se desprendía la figura de la piedra y se trasladaban desde el volcán hasta el hoyo donde serían enterrados.

Actualmente, en Isla de Pascua se han contabilizado más de 900 moais, dentro de los que se incluyen los que no están terminados y también los que han sufrido distintos deterioros, ya sea por el paso del tiempo o por las guerras internas que sufrieron los nativos.

Debido a este gran valor ancestral es que, desde la isla, con apoyo del Ministerio de Bienes Nacionales, han comenzado una campaña para solicitar la devolución de un moai original ubicado a las afueras del Museo Fonk de Viña del Mar. Iniciativa que el alcalde Pedro Edmunds ya había levantado en 2014.

Rosario Pérez, seremi de Bienes Nacionales de la región de Valparaíso, señaló que como representantes del gobierno serán los mediadores entre Viña del Mar y Rapa Nui: “La idea es ser facilitadores de la petición y ver cómo hacer llegar eso a buen puerto, no queremos entrar en un juicio o demanda, sino unir criterios y ver que posibilidades hay de hacer el traslado”.

Además, dijo que, si bien el moai es un bien nacional y por ende propiedad del estado no quieren caer en autoritarismos, sino desarrollar la petición con calma y evaluando también el estado de la figura y de la piedra, para poder comprobar a partir de diversos estudios que el traslado a la isla no producirá daños.

Aunque la seremi ya se reunió con representantes de ambos municipios, no se ha concretado ningún acuerdo sobre la devolución, pues desde el Museo Fonk rechazaron la iniciativa y aseguraron que la figura fue un regalo de los isleños.

El moai llegó a Viña del Mar el año 1951 y desde 1988 que se encuentra instalado en el mismo lugar. A través de un comunicado que fue compartido con nuestro medio, el directorio del Museo Fonk indicó que tienen interés en mantenerlo en su frontis porque, además de ser un regalo, se encuentra bien conservado, a lo que se suma su gran éxito turístico. Según argumentaron las miles de visitas al año son reflejo de que su ubicación es una oportunidad para que quienes no pueden ir a la isla conozcan un moai real dentro del continente.

Jacqueline Rapu Tuki, representante del clan Tuki, uno de los cinco que existen hoy en la isla, explicó que negarse a la devolución de esta estatua ancestral es vulnerar las creencias de su pueblo: “Los moais son una propiedad de los rapa nui, representan a nuestros ancestros y el mejor lugar para que estén es aquí y no en otra parte, me parece una falta de respeto que no lo quieran devolver porque es algo que tiene un valor solemne para nosotros”.

Además, comentó que a su etnia le produce mucho dolor e impotencia ver a los moais en lugares como museos, pues saben que sus ancestros no se sienten cómodos en aquellos sitios. “Siento que es un rapa nui perdido en una ciudad”, dijo.

Desde el municipio de Viña del Mar, la alcaldesa Virginia Reginato se manifestado dispuesta a evaluar una posible devolución, pero antes, en conjunto a Bienes Nacionales, se revisará el estado de la figura de piedra y la viabilidad de su traslado. Sin embargo, a pesar de esta cooperación que se acordó durante la semana pasada, previamente la alcaldesa, según consigno El Mercurio, había manifestado que no le gustaría que se lo llevarán, ya que fue un regalo y “lo que se da, no se quita”.

El alcalde de Isla de Pascua, Pedro Edmunds aseguró a nuestro medio que esta información es errónea, y que el moai nunca fue donado al municipio que hoy dirige Reginato.

“La comunidad rapa nui no ha donado ningún moai, no  lo puede hacer porque tenemos costumbres súper supersticiosas y creemos en la protección de cada tribu por un espíritu, y ese espíritu, de ese moai, se hubiese enojado muchísimo si otros rapa nui, de otros espíritus hubiese hecho eso”, comentó el alcalde.

El edil también señaló que entiende la actitud de Reginato, pues está protegiendo, al igual que él, los intereses de su comunidad. Sin embargo, dijo que esto no es un problema político, sino que se debe entender que la petición responde a la espiritualidad de los isleños.

En paralelo a este trámite, también se está gestionando el regreso de un moai presente en Museo Británico de Londres, hasta donde llegó luego de ser arrancado de la isla por un barco inglés en 1868. Para esta devolución el ministro de Bienes Nacionales, Felipe Ward, en compañía de la ministra de las Culturas, Consuelo Valdés, entregó una carta al embajador de Reino Unido en Chile, Jamie Bowden, escrito en el cual la comunidad rapa nui solicita de forma oficial el regreso de la estatua ancestral.

 

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