El viento que llega del este y provoca un aumento del oleaje en el Río de la Plata es conocido como Sudestada. Cuando el fenómeno viene con más fuerza provoca inundaciones en zonas como Quilmes en la ciudad de Buenos Aires.
“Macri, trae lluvias que te inundaremos con Sudestada” rezaba uno de los carteles en la marcha de docentes y estudiantes universitarios en el centro de la capital argentina el jueves recién pasado, cuando salieron a las calles a reclamar nuevamente por la falta de recursos para las universidades estatales. Otro papel un poco arrugado y escrito con marcador negro sólo rezaba “Macri, ¡basta!”.
El jueves fue un día que tuvo un nuevo hito en la historia de Argentina. Además de la marcha universitaria, en el mercado las medidas económicas del Ejecutivo provocaron una fuerte corrida cambiaria, situación que se agudizó aún más con la decisión del Banco Central de subir al 60 por ciento la tasa de interés referencial.
Las remembranzas de lo ocurrido en levantamientos populares anteriores, como el ocurrido en 2001 que terminó con la huida en helicóptero del Presidente Fernando de la Rúa desde la Casa Rosada, es parte de lo que viven hoy los argentinos que además de tener sus manifestaciones sectoriales, también están convocados a la movilización del próximo 25 de septiembre realizada por la Central General de Trabajadores.
El escenario fue comentado con Radio y Diario Universidad de Chile por Luis Tavaloro, presidente del Centro de Estudiantes de Ciencias Exactas y miembro de la presidencia de la Federación de la Universidad de Buenos Aires, quien señala que se está frente a un momento crítico.
“El gobierno les quiere ofrecer –a los docentes- un aumento muy por debajo de la inflación que es del 15 por ciento. Y para que se hagan una idea qué tan bajo es, en estos días el peso se devaluó incluso más que ese aumento que le están ofreciendo, sólo en una semana”, indicó el representante estudiantil respecto a las demandas de los maestros universitarios y la propuesta que les ha hecho el Ejecutivo.
A esto se suma el bajo presupuesto de las universidades públicas y la sub ejecución presupuestaria que de manera arbitraria se está verificando para de esa forma restar los recursos no utilizados este 2018 en el presupuesto del año siguiente.
“Los subsidios para investigar están congelados, están recortados, están en un contexto donde hay una fuerte devaluación y muchos insumos que se usan son importados. Esto trae problemas distintos. En mi facultad hace casi cinco meses que no hay gas y es una facultad de exactas y naturales. Esto además de utilizarse en el comedor o en la calefacción, se utiliza en los laboratorios de investigación y de enseñanza. Por eso decimos que así no puede funcionar la universidad y por eso las y los docentes están de paro, por eso el cuatrimestre arrancó de manera movilizada”, señaló Tavaloro.
Para el dirigente estudiantil de la Universidad de Buenos Aires, el problema principal pasa por la concepción economicista con la que miran las actuales autoridades gubernamentales a la educación, no importando el aporte al desarrollo del país en sus diferentes áreas.
“La universidad pública de Argentina es algo muy valioso que tiene nuestro país y que ha formado, por ejemplo la Universidad de Buenos Aires, tres Premios Nobel, que ha formado profesionales y científicos de calidad que no sólo trabajan en Argentina sino que trabajan en muchos lugares importantes del mundo”, precisa.
Para el estudiante de ciencias exactas “como que la mirada del gobierno por un lado nos habla de desarrollarnos y vivir mejor, pero por el otro nos recorta todo este presupuesto. Entonces creo que ahí hay algo que se debe entender: Cualquier país que sea desarrollado lo ha hecho invirtiendo y por eso hay que contrastar esta mirada economicista con una mirada de industrialización y desarrollo de nuestros países”.
Tavaloro explica que la situación de la universidad pública no es ajena a la que atraviesa en general Argentina, con una devaluación que en ocho meses alcanza el 80% y que sólo en la última semana sumó 18 puntos porcentuales, afectando seriamente el poder adquisitivo de los trabajadores que ven congelados sus salarios.
El dirigente estudiantil dice que es muy difícil “hacer futurología”. Sin embargo, expresa su convencimiento de que “si el gobierno no resuelve estos problemas, si el gobierno no escucha nuestros reclamos no van a poder seguir gobernando nuestro país en las elecciones del año que viene porque la gente no va a votar una opción que es tan mala para el pueblo y que de alguna manera esté destruyendo cosas muy importantes para nuestro país como es la educación pública”.
Durante el fin de semana Macri intentó resolver los problemas en la conducción de su gobierno sacando gente de su grupo de ministros y subsecretarios. Aun así las alianzas se diluyen y el sustento de su poder se desmorona mientras las calles nuevamente se inundan de la Sudestada del pueblo.