A través de peritajes forenses como la comparación de material genético, especialistas mexicanos buscarán identificar los restos humanos encontrados en una fosa común en la ciudad portuaria de Veracruz ubicada al oriente de Ciudad de México.
Son decenas de cráneos además de otras osamentas, ropas e identificaciones los que se encontraron en el lugar, aunque las autoridades esperan la comparación científica para dar certeza de que corresponden efectivamente a las víctimas.
El fiscal estatal de Veracruz, Jorge Winckler, informó del hallazgo realizado luego de un mes de investigación.
La autoridad indicó que son 170 el “número mínimo de individuos establecido a partir de la cifra de cráneos localizados en 32 puntos del área de búsqueda en donde se ha localizado además de restos humanos, más de 200 prendas de vestir, 114 identificaciones, así como diversos accesorios y artefactos personales”.
A través de una llamada anónima se pudo dar con la fosa y después de 30 días de trabajo las autoridades locales dieron a conocer el hallazgo, algo que se ha vuelto común en México desde 2011 en el momento más crítico de la denominada lucha contra los carteles de la droga.
Para el docente de la Universidad Nacional Autónoma de México y activista por los derechos civiles y la paz de Gandhi, Pietro Ameglio, el trabajo de encontrar a los desaparecidos lamentablemente ha sido hasta ahora no ha sido una labor de los cuerpos del Estado sino de los familiares que buscan a las víctimas.
“Las caravanas de víctimas buscando fosas, si fuera un Estado real que busca verdad y justicia, deberían estar encabezadas por funcionarios del Estado. El titular de la CEAV (Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas) debería estar con un sombrero, un caso, un pico y una pala encabezando las búsquedas de fosas. Esa sería la imagen de que realmente queremos pacificar y resolver lo que está pasando de inhumano en el país”, precisó el representante.
Según la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en los últimos 18 meses se han encontrado 164 fosas clandestinas en diferentes localidades de México, encabezadas por Veracruz con 249 y Jalisco con 126.
La misma entidad informó que entre el 1 de enero de 2017 y el 30 de agosto de 2018, 530 cuerpos fueron exhumados, 54 fueron identificados y 476 quedaron sin identificar.
En el caso de los últimos cuerpos encontrados en Veracruz, habrían sido enterrados hace unos dos años por lo que se investiga también a las autoridades de la época encabezadas por el gobernador Javier Duarte de Ochoa y sus cercanos. Duarte está detenido por realizar operaciones con recursos ilícitos y por desapariciones forzadas en el estado durante su gestión.
A través de peritajes forenses como la comparación de material genético, especialistas mexicanos buscarán identificar los restos humanos encontrados en una fosa común en la ciudad portuaria de Veracruz ubicada al oriente de Ciudad de México.
Son decenas de cráneos además de otras osamentas, ropas e identificaciones los que se encontraron en el lugar, aunque las autoridades esperan la comparación científica para dar certeza de que corresponden efectivamente a las víctimas.
El fiscal estatal de Veracruz, Jorge Winckler, informó del hallazgo realizado luego de un mes de investigación.
La autoridad indicó que son 170 el “número mínimo de individuos establecido a partir de la cifra de cráneos localizados en 32 puntos del área de búsqueda en donde se ha localizado además de restos humanos, más de 200 prendas de vestir, 114 identificaciones, así como diversos accesorios y artefactos personales”.
A través de una llamada anónima se pudo dar con la fosa y después de 30 días de trabajo las autoridades locales dieron a conocer el hallazgo, algo que se ha vuelto común en México desde 2011 en el momento más crítico de la denominada lucha contra los carteles de la droga.
Para el docente de la Universidad Nacional Autónoma de México y activista por los derechos civiles y la paz de Gandhi, Pietro Ameglio, el trabajo de encontrar a los desaparecidos lamentablemente ha sido hasta ahora no ha sido una labor de los cuerpos del Estado sino de los familiares que buscan a las víctimas.
“Las caravanas de víctimas buscando fosas, si fuera un Estado real que busca verdad y justicia, deberían estar encabezadas por funcionarios del Estado. El titular de la CEAV (Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas) debería estar con un sombrero, un caso, un pico y una pala encabezando las búsquedas de fosas. Esa sería la imagen de que realmente queremos pacificar y resolver lo que está pasando de inhumano en el país”, precisó el representante.
Según la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en los últimos 18 meses se han encontrado 164 fosas clandestinas en diferentes localidades de México, encabezadas por Veracruz con 249 y Jalisco con 126.
La misma entidad informó que entre el 1 de enero de 2017 y el 30 de agosto de 2018, 530 cuerpos fueron exhumados, 54 fueron identificados y 476 quedaron sin identificar.
En el caso de los últimos cuerpos encontrados en Veracruz, habrían sido enterrados hace unos dos años por lo que se investiga también a las autoridades de la época encabezadas por el gobernador Javier Duarte de Ochoa y sus cercanos. Duarte está detenido por realizar operaciones con recursos ilícitos y por desapariciones forzadas en el estado durante su gestión.
A través de peritajes forenses como la comparación de material genético, especialistas mexicanos buscarán identificar los restos humanos encontrados en una fosa común en la ciudad portuaria de Veracruz ubicada al oriente de Ciudad de México.
Son decenas de cráneos además de otras osamentas, ropas e identificaciones los que se encontraron en el lugar, aunque las autoridades esperan la comparación científica para dar certeza de que corresponden efectivamente a las víctimas.
El fiscal estatal de Veracruz, Jorge Winckler, informó del hallazgo realizado luego de un mes de investigación.
La autoridad indicó que son 170 el “número mínimo de individuos establecido a partir de la cifra de cráneos localizados en 32 puntos del área de búsqueda en donde se ha localizado además de restos humanos, más de 200 prendas de vestir, 114 identificaciones, así como diversos accesorios y artefactos personales”.
A través de una llamada anónima se pudo dar con la fosa y después de 30 días de trabajo las autoridades locales dieron a conocer el hallazgo, algo que se ha vuelto común en México desde 2011 en el momento más crítico de la denominada lucha contra los carteles de la droga.
Para el docente de la Universidad Nacional Autónoma de México y activista por los derechos civiles y la paz de Gandhi, Pietro Ameglio, el trabajo de encontrar a los desaparecidos lamentablemente ha sido hasta ahora no ha sido una labor de los cuerpos del Estado sino de los familiares que buscan a las víctimas.
“Las caravanas de víctimas buscando fosas, si fuera un Estado real que busca verdad y justicia, deberían estar encabezadas por funcionarios del Estado. El titular de la CEAV (Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas) debería estar con un sombrero, un caso, un pico y una pala encabezando las búsquedas de fosas. Esa sería la imagen de que realmente queremos pacificar y resolver lo que está pasando de inhumano en el país”, precisó el representante.
Según la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en los últimos 18 meses se han encontrado 164 fosas clandestinas en diferentes localidades de México, encabezadas por Veracruz con 249 y Jalisco con 126.
La misma entidad informó que entre el 1 de enero de 2017 y el 30 de agosto de 2018, 530 cuerpos fueron exhumados, 54 fueron identificados y 476 quedaron sin identificar.
En el caso de los últimos cuerpos encontrados en Veracruz, habrían sido enterrados hace unos dos años por lo que se investiga también a las autoridades de la época encabezadas por el gobernador Javier Duarte de Ochoa y sus cercanos. Duarte está detenido por realizar operaciones con recursos ilícitos y por desapariciones forzadas en el estado durante su gestión.
