En el marco de una nueva conmemoración del Golpe de Estado que quebró la institucionalidad democrática en Chile, la ex senadora e hija del fallecido presidente Eduardo Frei Montalva, Carmen Frei, se refirió a cómo Chile recibe este nuevo 11 de septiembre, las deudas en materia de derechos humanos y la necesidad de verdad y justicia en orden fin a la impunidad
¿Cómo recibe el modo en que el país está procesando este aniversario número 45 del Golpe Militar de 1973?
Recordamos una fecha dolorosa y lo hacemos en un clima que no me gusta. Nuevamente estamos polarizados, la derecha no entiende que esta es una fecha dolorosa para muchos y siguen celebrando un día nefasto y creo que desgraciadamente no han aprendido que hay que pedir perdón, reconocer los errores que cometieron y volver a lograr que no nos dividamos más. La polarización actual es muy negativa.
¿Cuánta responsabilidad tiene el Gobierno en esta polarización? En relación a las libertades condicionales de los condenados por crímenes de lesa humanidad, la iniciativa de crear un Museo de la Democracia y la decisión de mantener al subsecretario de redes asistenciales en su puesto. Todo sumado a que el Canciller haya participado en un acto en favor de la liberación de criminales de lesa humanidad en 2015.
Desgraciadamente es una mirada que tienen muchos sectores y a mi juicio, equivocada, no pueden pedir que uno de vuelta la página y se olvide de todo lo que pasó y sin duda que el gobierno ha ido entrando solo en estos problemas porque lo del ministro de las Culturas, la ideal del Museo de la Democracia en fin, son soluciones que para ellos puedan ser factibles, pero que para muchos nos parecen actos hostiles. Estamos desgraciadamente en un momento difícil, porque en las circunstancias siempre hay dos partes, pero creo que la parte principal del Gobierno es lo que no está llevando a estos días difíciles.
El Gobierno está entrampado con una derecha que está cada día más ensordecida, que no quiere entender nada de lo que pasó y sobre todo sectores de la UDI que exacerban porque no reconocen nada. Seguir insistiendo que los malos estamos al otro lado, me parece que no nos va a llevar a un buen resultado. La gente está cansada de todos estos dimes y diretes y lo quiere solución a sus problemas.
¿ Qué reflexión haría respecto a la relación de nuestra sociedad con el “Nunca Más” después de estos años?
Yo creo que decir Nunca más está bien, pero hay que hacer actuaciones que demuestren que quieran nunca más. Mientras tanto hay pactos de silencio y sectores que no quieren reconocer lo que pasó y así es muy fácil decir nunca más, pero hay que actuar para que efectivamente nunca más pase y, ahora no se está actuando en consecuencia. Lo dije en su momento, me parece bien que sectores de Punta Peuco pidan perdón, pero eso tiene que llevarse a actos concretos y el acto concreto es contar lo que pasó.
Nunca se va a cerrar la herida si no se sabe la verdad y por eso que el “Nunca Más” también conlleva reconocer los errores cometidos y entregar la información que todavía guardan. Entonces, me parece un “Nunca Más” un poco vacío, fue muy conmovedor en su tiempo pero, en la práctica, no ha sido así.Decir nunca más y seguir guardando silencio, permitiendo que tanta familia siga sufriendo por no saber qué pasó con sus familiares, no me parece correcto. La reconciliación viene por saber la verdad y esa verdad no quieren reconocerla ni hacen gestos para que esto suceda, sino que se sigue insultando y menospreciando a la gente que sufrió.
¿Por qué para usted y su familia es tan hostil la presencia del subsecretario Luis Castillo en Redes Asistenciales? ¿Cuáles son los hechos que, a su juicio, suponen una falta grave el mantenerlo en esta responsabilidad?
Cuando fue nombrado por primera vez en ese mismo cargo, se alzaron voces para decir que no era conveniente ni prudente nombrar una persona en un alto cargo cuando esta persona ocultó información fundamental en el asesinato de mi padre. Por eso es que nosotros, en este segundo gobierno, ante un segundo nombramiento, nos pareció muy poco prudente. Como dijo el presidente de mi partido Fuad Chahín, se trató de un acto hostil de parte del gobierno, porque una persona que oculta esa información no parece un interlocutor válido para un tema tan sensible como es la salud en nuestro país.
Además, si hubiera hecho el gesto de reconocer que se equivocó o hubiese ofrecido cualquier disculpa, sería distinto. En cambio, nos siguió de alguna manera humillando al decir que esto era un chantaje. Me parece muy grave.
Desde el Hospital Clínico de la Universidad Católica afirmaron que siempre habían colaborado con la justicia ¿Qué opina?
Hasta hoy el Hospital Clínico de la Universidad Católica no se ha hecho responsable de lo que hicieron los médicos.
Nunca han colaborado con la justicia. Lo que se supo fue por los allanamientos que ordenó el juez en la Clínica de la UC, luego de una llamada bajo secreto de identidad que se efectuó a nuestro abogado, Alvaro Varela, nunca habríamos sabido lo que paso. Ellos quisieron salvarse entregando 8 copias de una posible autopsia y el juez tuvo que allanar la Clínica y entonces encontró los papeles. En el proceso judicial constan todas las declaraciones del doctor Sergio González en las que dice que en el año 2000 cuando yo afirmé que la muerte de mi papá no había sido solo un problema médico, sino que habían habido terceras personas que le provocaron la muerte, él dio la orden de guardar esos documentos y solo lo supimos gracias a esa llamada y luego a los allanamientos. Si para ellos eso es colaborar, creo que está mal empleada la palabra. Hasta el día de hoy la UC no se ha hecho responsable de lo que hicieron médicos del hospital clínico de esa institución. Tratar de canallesco lo que estamos haciendo me parece un insulto no solo indebido sino que más que doloroso.
El 11 de septiembre es un día muy difícil. Se vuelve a rememorar todo, la pérdida de la democracia, la muerte del presidente Allende, lo que vino después, mucha gente que sufrió tanto. Es una fecha muy difícil, pero hay que recordarlas, porque no puede pasar de nuevo en otro país, y para que no pase nunca más, es necesario conocer la verdad y lograr la justicia. Yo no voy a descansar hasta que todos los casos de derechos humanos estén reconocidos, porque son heridas que no sanan con dar vuelta la página, siguen los hijos, los nietos con ese dolor y no es posible que en nuestro país se desconozca esto.El caso de mi padre es uno más, que tiene más connotación porque es un magnicidio, el primer asesinato de un Presidente de la República, pero ¿cuánta gente hay que todavía busca a sus seres queridos?. Hay situaciones muy duras, como las señoras de Calama que siguen recorriendo el desierto buscando los restos de sus familiares que fueron dinamitados y esparcidos en esos lugares. Son situaciones terribles y yo creo que es bueno recuerde, sin odio, pero que sí recuerde para que nunca más sea verdad.