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Gobierno de Nicaragua ignora emplazamiento de la OEA

A pesar que el Consejo Permanente del organismo con sede en Washington emitió una nueva resolución contra la nación centroamericana, el Ejecutivo de Daniel Ortega no se refirió al documento. Militantes sandinistas marcharon ayer en Managua donde plantearon que los problemas del país los deben resolver los nicaragüenses y no la OEA.

Raúl Martínez

  Viernes 14 de septiembre 2018 8:20 hrs. 
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Encabezados por el embajador de los Estados Unidos ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Carlos Trujillo, representantes de 19 gobiernos apoyaron la resolución que condena la situación que se registra en Nicaragua, apuntando a fuerzas de seguridad por la violencia que se vive en la nación centroamericana.

 

Trujillo fue el que hizo los planteamientos más severos contra el Ejecutivo que encabeza Daniel Ortega, ex comandante del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) que desde abril enfrenta una serie de manifestaciones que hasta ahora tienen un saldo de 322 muertos y miles de heridos según organismos extranjeros y observadores de la propia OEA.

 

“A pesar de los esfuerzos cínicos del Gobierno de Nicaragua por disfrazar la verdad, sigue la represión, la violencia y ataques contra líderes religiosos, estudiantes y ciudadanos que ejercen su derecho a las protestas”, planteó el delegado norteamericano ante el Consejo Permanente que se reunió de forma extraordinaria el miércoles en Washington.

 

Trujillo, que es uno de los 12 integrantes del Grupo de Trabajo para Nicaragua que fue aprobado por la propia OEA el 2 de agosto último, cuestionó el incremento de detenciones de estudiantes y activistas de las movilizaciones que son sindicadas por el Gobierno como el origen de la violencia que se vive en el país.

 

En el documento emitido por el Consejo Permanente se señala que “existen abundantes pruebas para concluir que la violencia generalizada continúa, acompañada de un aumento en el número de víctimas y un aumento considerable en los informes de actos de represión e intimidación”.

 

Asimismo, la OEA cuestiona el retiro de la invitación por parte de las autoridades para que un grupo del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos visitara el país.

 

Mientras, el mandatario Daniel Ortega insiste en que todo esto apunta a un plan orquestado desde la Casa Blanca con el interés de derrocarlo y dar paso a una administración acorde a los dictámenes de los Estados Unidos.

 

Así lo señaló en una entrevista a la cadena alemana Deutsche Welle, donde cuestionó también el proceso de diálogo que encabezaba la iglesia católica de Nicaragua, la que dijo no era imparcial. Al mismo tiempo apuntó a los obispos a quienes acusó de “golpistas”.

 

Respecto de la resolución de la OEA del miércoles, Ortega hasta el momento no ha planteado ninguna referencia.

 

Quienes sí salieron a las calles para criticar el documento del organismo multilateral fueron militantes sandinistas que en caravana se vieron por las avenidas de la capital, Managua.

 

Una integrante del FSLN comentó que “ellos no tienen nada que ver con Nicaragua. Nosotros tenemos que resolver nuestros problemas y la OEA no tiene nada que ver. La OEA tiene que preocuparse por los problemas que hay en otros países”.

 

Ya el domingo 9 de septiembre se desarrolló en Managua una masiva movilización sandinista donde se reclamó al gobierno que los autores de los actos de violencia y en particular de los asesinatos de decenas de personas sean juzgados y condenados por esos hechos.

 

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