Desde la derrota de la Nueva Mayoría en las elecciones pasadas, no se había conocido un intento por articular a los partidos de oposición bajo objetivos comunes. Eso, hasta este lunes, cuando los presidentes del Partido Socialista (PS), Partido por la Democracia (PPD) y Partido Radical (PR), anunciaron la creación de una nueva plataforma: Convergencia Progresista.

En la ocasión, los personaros de las colectividades que participan del bloque afirmaron que la iniciativa es un intento por profundizar el trabajo conjunto de la centro izquierda para ir formando una visión programática y electoral a futuro.

Para hablar de este proyecto, Radio Universidad de Chile dialogó con Carlos Maldonado, presidente del Partido Radical, quien aclaró que “Convergencia Progresista” es aún una plataforma en desarrollo, por lo que propuestas concretas todavía no existen, sin embargo, estas surgirán a medida que el bloque sepa leer al Chile de hoy.

“Esto es un trabajo en desarrollo, llevamos dos reuniones, así que no estamos, en este momento, con una propuesta construida para ‘decir esto es lo que yo creo para el país’. Lo que yo creo importante, es leer el Chile actual y levantar una propuesta que le haga sentido a las chilenas y chilenos de hoy. Esto es un camino, aquí no tenemos, en este momento, el fruto o el resultado final. Estamos iniciando el camino que esperamos sea fructífero para la centro izquierda y para el país”.

La gran interrogante es cuáles otras colectividades podrían sumarse a la iniciativa. En este sentido, la máxima autoridad del Partido Radical dijo que a nadie se le cerrará la puerta, por el contrario, espera que el bloque sea lo más abarcador posible, y todas las colectividades serán bienvenidas en medida que haya convicciones en común en cuanto al respeto a las libertades políticas e individuales.

“En la medida que compartamos ciertas visiones sobre cuáles son las propuestas para el país, y en la medida que tengamos ciertas visiones valóricas convergentes como, por ejemplo, la convicción profunda de respeto a las libertades políticas, pero también de las libertades individuales, que cada persona, cada individuo pueda tomar las decisiones de su ámbito privado con libertad y sin intromisión del Estado. Yo creo que son cosas que hay que trabajar y conversar, pero en la medida que haya convergencia sobre qué es lo que le vamos a decir al país. Esperamos, por cierto, que esta sea una articulación lo más amplia posible, que puede ser todo el espectro de la centro izquierda, que va desde la Democracia Cristiana hasta el Frente Amplio”.

Carlos Maldonado, Álvaro Elizalde y Heraldo Muñoz, presidentes del PR, PS Y PPD, respectivamente.

Sin embargo, desde que asumió el actual ejecutivo, la oposición se ha visto inmersa en polémicas y discusiones que están muy lejos de la unidad. De hecho, iniciativas como la acusación constitucional a los ministros que otorgaron libertad a criminales de lesa humanidad o declaraciones en torno a política internacional han evidenciado las grandes diferencias políticas e ideológicas que separan a los partidos opositores.

Es por lo mismo, que Carlos Maldonado llamó a identificar los puntos en común y en base a ellos, ofrecer al país un proyecto distinto al que pretende la derecha.

“Claramente, no todos los partidos -desde la DC hasta el Frente Amplio- pensamos lo mismo, sino seríamos un solo partido, pero tenemos suficientes elementos comunes como para poder ofrecer una alternativa al país distinta a la de un gobierno de derecha. Esperemos que seamos capaces de identificar claramente esos elementos comunes y de construir una propuesta sólida, acá no sirve sumar por sumar”.

El ex ministro de justicia de Michelle Bachelet ve esencial que la derecha, actualmente en el gobierno, no vuelva a gobernar en los próximos años, por eso, este nuevo bloque debe recuperar la confianza de la gente ofreciendo a Chile lo que Maldonado considera que necesita.

“Nosotros creemos que no es bueno que gobierne la derecha. La derecha tiene una matriz ideológica que no se hace cargo de los problemas del país, que no va a mejorar la distribución del ingreso, que no va a introducir solidaridad en la salud y educación, que no va a fortalecer la educación pública, porque no son los temas propios de la derecha. Tenemos que hacer este trabajo para lograr recuperar la confianza en la ciudadanía y volver a gobernar para avanzar en la dirección que creemos, es la que el país necesita”.

Por lo mismo, Maldonado tiene la convicción de que Convergencia Progresista debe ser lo más amplia posible. De no ser así, de no sumarse las otras colectividades al proyecto, se deberá sí o sí –a juicio de Maldonado- llegar a acuerdos para frenar a la derecha en las venideras elecciones municipales.

“Ojalá una circulación tan amplia para que pueda por sí misma enfrentar tanto los eventos electorales como ser, eventualmente, una coalición de Gobierno, pero eso es una cosa que no podemos asegurar que se vaya a producir. Si hay más de un frente, más de una coalición en la centro izquierda, por lo menos habrá que ponerse de acuerdo en cómo enfrentar las elecciones unipersonales, alcaldes, gobernadores regionales, para evitar que la derecha, siendo minoría, pueda llevarse esos cargos porque la centro izquierda no tenga un acuerdo electoral que le permita sumar fuerzas. Ojalá haya solo una gran coalición, pero eso no lo puede afirmar nadie hoy”.

Por ahora, las tres colectividades de Convergencia Progresista no han tomado contacto formal con otros partidos, y en sus próximas reuniones solo se enfocarán en decidir elementos programáticos y electorales.

“Todos los partidos tenemos contacto permanente, ya sea formal o informalmente. Ahora, como coordinación PS, PPD, PR, no hemos tomado todavía definiciones sobre conversaciones, invitaciones u otro tipo de actividades, por ahora, lo que tenemos fijado es nuestra próxima reunión tripartita con esa mirada de trabajo conjunto en decidir sobre ciertos elementos programáticos y avanzar en la mirada electoral”.

Pese al optimismo de Carlos Maldonado, hay quienes no ven con buenos ojos el bloque recién nacido. Por ejemplo, desde el Partido Comunista han declarado que es un repetido intento de volver a la política de los años noventa, incluso, desde las bases del Partido Socialista han criticado la iniciativa por acercarse más “al centro que a la izquierda”.