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Debate sobre las AFPs: dignidad urgente para los adultos mayores

Columna de opinión por Patricio López
Miércoles 24 de octubre 2018 16:38 hrs.


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Este 24 de octubre nuevamente la Coordinadora No+AFP ha convocado a la ciudadanía chilena a manifestarse en contra del actual sistema de que formalmente se llama de pensiones, pero que para los expertos críticos tiene como principal objetivo capitalizar a los grandes grupos económicos. Este sistema, según las autoridades de la dictadura prometieron a los trabajadores y trabajadoras chilenos en 1981, iba a aumentar las jubilaciones en comparación con el sistema antiguo. Con esa promesa cándidamente, mirado a la distancia, la mayoría de los trabajadores concurrió a un modelo que hoy podemos calificar como una verdadera catástrofe social.

Durante décadas, los trabajadores chilenos aceptaron de forma sumisa las paupérrimas condiciones jubilatorias de las AFPs, en parte porque la gravedad del problema se ha ido develando gradualmente. En la actualidad, según datos de la Fundación Sol, el 90,9% de las pensiones de vejez que pagan las AFP son menores a $149.435, lo que equivale solo al 66% del salario mínimo. Esta contradicción en la política pública chilena es en sí misma absurda, puesto que si por un lado se establece un mínimo de ingresos sin el cual los trabajadores no pueden vivir ¿cómo es que al mismo tiempo se permite que casi todos los jubilados reciban mucho menos que esa cifra?

Técnicamente, las jubilaciones en Chile son de extrema pobreza, lo cual ha sido tolerado por los sucesivos gobiernos. La irrupción del Movimiento NO+AFP durante el gobierno anterior solo fue contestado con respuestas dilatorias, apostando a que el movimiento se desgastase o a “mejorar” el actual sistema, sin modificar sus pilares. Pero el patrón que combina ganancias millonarias de los dueños de las AFPs con jubilaciones miserables no admite modificaciones del equis por ciento, como anunciaron las autoridades anteriores y, muy probablemente, anunciarán las autoridades actuales en los próximos días.

En estas circunstancias, nuestra sociedad debe permitirse sacar el debate de lo técnico y preguntarse cuál es el lugar que queremos darle a los adultos mayores en este gran colectivo ¿Queremos de verdad, que haya personas que pertenecen a las generaciones que le abrieron camino a las nuestras, que barran las calles o conduzcan taxis o empaqueten en los supermercados arrastrando dolencias de todo tipo, por necesidad, cuando el cuerpo les pide descansar después de haber trabajado toda la vida? ¿Nos seguirá pareciendo normal que una jubilación miserable se vaya íntegra a la compra de remedios? ¿Dejaremos que la dignidad de los viejos dependa de si los hijos son buenos o malos, de si les alcanza o no les alcanza para ayudar a sus padres y males?

Estas preguntas son profundamente políticas y exceden largamente las páginas de la sección de Economía o el legítimo debate sobre cuál es la fórmula técnica para administrar los ahorros previsionales en Chile. Una sociedad que menoscaba a los mayores está renunciando a ser más sabia. Deberíamos, además, tener la obligación moral de dar dignidad a quienes durante el tránsito de su vida forjaron las cosas buenas de las que hoy disfrutamos.

Una vez más la Coordinadora NO+AFP sale a la calle para que no se clausure este debate, nadando en sentido contrario a lo que desearían las élites políticas, empresariales y mediáticas. Usted que nos está leyendo puede tomar una decisión respecto a qué hacer en estas circunstancias.

Envíanos tu carta al director a: patriciolopez@u.uchile.cl

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.