El martes 6 de noviembre el mundo tendrá sus ojos puestos en las elecciones de mitad de período de Estados Unidos, donde se renueva parte del Senado y la Cámara de Representantes y se elegirán gobernadores en 36 estados. Al partido de Trump se le hace más fácil matemáticamente mantener el Senado en estos comicios porque sólo se someten a elección 35 escaños de los 100 (los cuales la mayoría ya están en poder de los demócratas), mientras en la Cámara de Representantes se renuevan los 435 puestos.
Por lo tanto, los republicanos aspiran retener tanto Senado como Cámara mientras que los demócratas esperan lograr movilizar a sus votantes para lograr la muy difícil tarea de recuperar la totalidad del Congreso.
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— GOP (@GOP) November 3, 2018
En un clima polarizado y violento producto del escándalo del juez Kavanaugh, la caravana de migrantes, el ataque terrorista a la Sinagoga y el envío de bombas a líderes del partido Demócrata, estos comicios serán una especie evaluación a la administración Trump.
“El partido Demócrata podría responder a una necesidad actual de unidad en los Estados Unidos, así como Trump representó para muchos norteamericanos el sentimiento de repudio a las élites, a la globalización, el rechazo a los tratados de libre comercio y a los inmigrantes. Los niveles de división a los que ha llegado el país, los hechos de violencia que han ocurrido recientemente y, en particular, los ataques con bomba y las situaciones de menosprecio a las mujeres del Presidente y su equipo pueden llevar a muchos votantes a reaccionar diciendo que esto no es Estados Unidos, que estos no son los valores norteamericanos y que lo que queremos es tener un grado de unidad”,explicó el ex Canciller y Embajador de Chile en Estados Unidos entre 2014 y 2018, Juan Gabriel Valdés.
Para el profesor de Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, José Morandé, la polarización puede ser un factor que influya naturalmente el comportamiento electoral en estas elecciones de mitad de Gobierno. “Hay que ver, en primer lugar, qué proporción de los ciudadanos votan, la abstención también es parte de los Estados Unidos, es un factor impredecible”.
Posibles escenarios y la credibilidad de las encuestas
Las encuestas y los analistas señalan que el escenario más probable es que los republicanos mantengan el Senado y los demócratas recuperen la Cámara. Morandé resalta que lo que perjudica al partido de los liberales es un juego matemático en función del número de senadores que tienen que renovarse en este período.
“Existen unas probabilidades bastante más altas de que la Cámara de Representantes sea controlada nuevamente, de manera bastante estrecha, por el partido Demócrata y el Senado no. Quedarían empatados, un brazo del Congreso controlado por los demócratas y el otro por el partido Republicano”, expone Morandé.
Sin embargo, las encuestas se equivocaron en las presidenciales de 2016, pero para Morandé en términos numéricos las predicciones son más posibles, más exactas en estas elecciones.
De acuerdo con un artículo del experto William A. Galston, del Instituto Brookings, , el problema en 2016 no fue a nivel nacional sino a nivel estatal, porque en muchos estados no hubo ninguna encuesta o ninguna buena encuesta. También explicó que cuando las encuestas con frecuencia van mal es porque no predicen la participación correctamente. En 2016, explica Galston, los modelos estándar de quiénes podían ir a votar en las elecciones no tuvo en cuenta el tipo de movilización de los votantes menos frecuentes, como la clase obrera, denominada en este país como los trabajadores de cuello azul, a quienes Donald Trump pudo llegar en estados claves. Para Galston, la gran pregunta en 2018 es: “¿Quién va a aparecer?”.
No obstante, el partido azul mantiene las esperanzas y espera que las personas ejerzan su derecho y se movilice la gran “ola azul”, especialmente a las minorías.
“Es posible que eso ocurra porque hay un fenómeno que es que las misma razones por las cuales la gente votó por Trump, la reacción en contra de las elites, la sensación de que nada cambia puede llevara a votar a las personas en contra de las actuales autoridades republicanas, por lo tanto, puede suceder que personas que eligieron a Trump en las presidenciales pasadas voten en contra de sus gobernadores republicanos porque consideran que nada ha cambiado y quieren ver una situación distinta. El voto de protesta hoy día se puede dar en contra de los partidarios de Trump. Particularmente en el Senado y las gobernaciones”, indicó Valdés sobre las posibilidades de los demócratas.
El activismo de Hollywood
Igualmente Hollywood, históricamente liberal, se ha movilizado para llamar a los ciudadanos a votar en contra de los republicanos y Trump, pero para los analistas la influencia de este sector no es clara. No obstante, cuando la cantante pop Taylor Swift manifestó en octubre -después de años de silencio- que daba su apoyo al partido Demócrata en estos comicios, en las siguientes 24 horas de haber publicado su comunicado en Instagram, subió las inscripción de votantes tanto a nivel nacional como en su estado natal de Tennessee.
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“Llegamos a 65,000 registros en un solo período de 24 horas desde la publicación de T. Swift”, dijo a Buzzfeed News, Kamari Guthrie, directora de comunicaciones de Vote.org.
Este medio explica, para dar contexto, que 190,178 nuevos votantes se registraron en todo el país durante todo el mes de septiembre, mientras que 56,669 se registraron en agosto.
Para Morandé la influencia de Hollywood no necesariamente altera la correlación de fuerzas entre los partidos, desde el punto de vista de la representatividad política.
“Hollywood siempre ha tenido influencia pero esta es relativa. La gente de Hollywood es vista como parte de la élite y como es vista así también es descalificada por el mundo de Trump. El mundo que vota por este presidente parece impermeable a las críticas del mandatario, a sus actividades y actitudes”, resaltó el ex canciller.
Después de las elecciones
Las consecuencias de un poder legislativo dividido, en donde los demócratas recuperan la Cámara pero no el Senado, al parecer no afectaría significativamente a la administración Trump porque es el Senado el que podría hacer la diferencia para enfrentar a este Gobierno y es el que podría llamar a un impeachment del Presidente.
El embajador explica que incluso si los Demócratas recuperan el Senado la posibilidad de un impeachment no es una certeza. “Van a tener que pensarlo muy bien, tendrían que elaborar de una manera muy precisa las razones jurídicas que podrían justificar un impeachment en este cuadro. Hay que pensar que la investigación conducida por el fiscal sobre la intervención rusa en las últimas elecciones todavía no ha llegado a su fin y hay que esperar cuál va ser el impacto que pueda tener las acusaciones que se hagan y si va involucrar o no al presidente Trump”.
Con respecto a las consecuencias de un poder legislativo dividido, Morandé no ve grandes cambios. “No necesariamente podría tener consecuencias muy directas, es más bien simbólica. Puede ser una especie de repunte o recuperación de la presencia del sector de oposición al Gobierno de Trump, en particular del partido Demócrata, que está bien golpeado después de las elecciones presidenciales. (…). Desde el punto de vista legislativo es muy poco lo que puede alterar una correlación de fuerzas”.
Para Valdés el hecho que Trump esté siendo amenazado en estados como Michigan, Oregon y Nevada que son los lugares donde él ganó de manera sorpresiva, que habían votado por Obama y se volcaron luego por él, muestra una tendencia que puede ser fatal para el presidente estadounidense en los comicios de 2020. “Si se configura una mayoría en la Cámara y esa mayoría refleja una suerte de movimiento y recuperación Demócrata, no cabe la menor duda de que estarán en una mejor condición para enfrentar una elección presidencial en dos años más”.
Democrats in Nevada have spent the past 2 years organizing on the ground in their communities. Their governor’s race is neck & neck & their Senate race is one of the top pickup opportunities in the country. Check out the third installment of the DNC’s “Midterms Matter” series. 👇 pic.twitter.com/b0hzGiGVHS
— The Democrats (@TheDemocrats) 31 de octubre de 2018
Trump y el mundo
Después de estas elecciones se establecerá si hay un fortalecimiento o debilitamiento del gobierno del presidente Trump y eso tendrá un impacto con países claves en la región y el mundo. Por su parte, con Chile no se notará un gran cambio porque no es una relación prioritaria para los Estados Unidos.
Valdés no considera que estos comicios puedan causar un cambio en las relaciones entre Estados Unidos y Chile. “Hay un cuadro que no observa que se vea alterado por un proceso electoral en Estados Unidos”, afirmó.
“Nuestras relaciones con Estados Unidos, a estas alturas, son estructurales, y en materia comercial estamos muy favorecidos conforme a la lógica del gobierno de Trump”, aclaró Morandé.
Para el profesor, la influencia de estos resultados en la política internacional se puede ver en algunas materias, donde el Congreso tenga funciones específicas, como el comercio internacional, pero recuerda que en materia de política exterior el Congreso tiene tareas muy acotadas, porque reside fundamentalmente en manos del Presidente de la República.
Valdés sí considera que lo que puede cambiar son las tensiones a nivel global que se verían afectadas en una situación de confrontación en el poder legislativo. “El Congreso es necesario en Estados Unidos para dar autorización a conflictos bélicos y el Presidente tiene que pedir permiso para mandar las tropas al exterior… En esos momentos las tensiones con China son muy graves, la amenaza que Estados Unidos hace contra Irán es muy preocupante, el cuadro internacional es malo, desde el punto de vista de la capacidad de cooperación que tiene Europa y Estados Unidos hay un cuadro de desconfianza europea hacia el Presidente”.
Asimismo, el ex canciller recalcó que el panorama de relaciones internacionales de Estados Unidos es muy difícil. “Esto lleva a que el mundo entero esté mirando estas elecciones con gran interés”, afirmó.
Ya en varios estados, los estadounidenses están votando, ya que este país permite a sus electores el voto temprano y por correo. En entrevista con el medio The Guardian, Michael McDonald, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Florida que dirige el Proyecto de Elecciones de los Estados Unidos, dijo que se han emitido 22 millones de votos en todo Estados Unidos hasta el 31 de octubre, y en 11 estados hay más votos tempranos ya registrados con una semana restante para el día de las elecciones que los votos tempranos registrados en total en 2014.
Según The Guardian si las tendencias continúan, la participación podría superar al 49% registrado en 1966, un número que no se ha superado en ninguna elección de mitad de período desde ese año. Incluso si las tasas de votación disminuyen, es probable que la participación esté muy por encima del promedio del 40% en las últimas tres décadas.
Este 6 de noviembre se verá si ocurre el milagro para los demócratas y si la aversión de los sectores de oposición hacia la figura del presidente Donald Trump será suficiente para movilizar a los electores en estos comicios, o si la economía y el temor a la inmigración le dé el empuje final a los republicanos para mantener el control total del Congreso.