Emir Sader: “Los gobiernos de derecha tendrán un ciclo corto”
El politólogo brasileño abordó el proceso que llevó a la presidencia de Brasil al ultraderechista Jair Bolsonaro, la manipulación de los medios de comunicación en época de elecciones, el avance del capitalismo en América Latina y el decaimiento de los gobiernos progresistas en la región.
Diario Uchile
Martes 6 de noviembre 2018 16:06 hrs.
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El sociólogo brasileño Emir Sader es considerado una importante figura de las ciencias sociales en América Latina, por su significativa contribución al entendimiento de los procesos sociales y políticos del continente. Es doctorado en ciencias políticas de la Universidad de Sao Paulo y trabajó como investigador en el Centro de Estudios Socio-Económicos de la Universidad de Chile.
En su reciente visita al país, el experto conversó con el director de nuestro medio, Patricio López, y entregó su visión sobre los procesos políticos que se viven en América Latina. Entre otros tópicos, abordó el proceso que llevó a la presidencia de Brasil al ultraderechista Jair Bolsonaro, la manipulación de los medios de comunicación, el avance del capitalismo en América Latina y el decaimiento de los gobiernos progresistas en la región.
Sobre el ascenso de Bolsonaro, el experto señaló que fue la respuesta a un proceso que inició la derecha brasileña con la destitución de Dilma Rousseff en 2016, para lo cual se valió de argumentos indebidos para justificar el golpe.
“Es un encadenamiento de golpes institucionales. Sacaron a Dilma, impidieron a Lula ser candidato y en la campaña electoral hubo una manipulación, porque Haddad era favorito para ganar. Activaron un mecanismo que forma parte de esta guerra híbrida, de esta judicialización de la política. Usaron las leyes como instrumento de guerra, produjeron mentiras estúpidas. Con eso revirtieron la tendencia electoral”, señaló el experto.
En cuanto al análisis de expertos y medios internacionales que estiman que la victoria de Bolsonaro es el reflejo del hastío del pueblo brasileño por los casos de corrupción ligados a los gobiernos del Partido de los Trabajadores, Sader explicó que esas apreciaciones responden al clima anti progresista que la derecha ha fomentado con acusaciones infundadas.
Para él, el encarcelamiento del ex presidente de la República y líder del Partido de los Trabajadores, Luiz Inácio Lula da Silva, fue un artificio con el fin de elevar la figura de un candidato ultraconservador como Bolsonaro.
El ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva se encuentra encarcelado desde abril.
“Desde las manifestaciones de 2013 se generó un clima anti política y anti PT como instrumento de la derecha, llenando un contenido de acusaciones de corrupción, que en algunos casos fueron ciertos. De Dilma nada, de Lula nada. El juez que condenó a la Lula escribe ‘no tengo pruebas, tengo convicciones’. El derecho está hecho en base a pruebas. Fue claramente un artificio con la idea de descalificar al Estado como si fuera una fuente de corrupción”, expresó.
En esa línea, agregó que “buscaron un candidato anti política, buscaron un entrevistador de televisión, buscaron un juez para personificar esa idea. ¡Y lo lograron!. Pintaron a Bolsonaro, que era un político con 28 años de trayectoria, como una gran novedad, como si estuviera en contra de todo lo que está ahí”.
Rol de los medios
En ese sentido, criticó el rol que jugaron los medios de comunicación durante la campaña electoral que, a su juicio, fueron manipulados en función de un interés particular y ahondó en la dificultad de democratizarlos. Aun así, aseguró que los líderes populares se sobreponen a esta manipulación.
“Los líderes que representan conquistas efectivas de la gente, como Lula, se sobreponen a esto. A tal punto que ganaría con todo el ruido alrededor en contra de él. Es muy difícil democratizar a los medios. Se necesitan leyes que lo hagan. Cristina (Fernández) logró una buena ley, pero el poder judicial la invalidó. En Venezuela puedes estatizar cadenas privadas, pero pierdes la audiencia, porque pierdes música, deportes, series. No se substituye eso con una cadena de noticieros”, explicó.
Avance del conservadurismo
Respecto al avance de los gobiernos conservadores en América Latina, el experto les auguró una vida corta y planteó que el principal desafío para revertir el decaimiento de la izquierda sudamericana es poner el énfasis en los problemas sociales.
“El desafío es convencer a la mayoría del pueblo que los problemas centrales de nuestro país son de carácter social. Y no otros. Los gobiernos de derecha no vienen para quedarse, porque no tienen capacidad de consenso, de conquistar el apoyo popular. No tienen qué prometer. Yo creo que tendrán un ciclo corto”, enfatizó.
El experto también se refirió al surgimiento de nuevas fuerzas izquierdistas en Chile, como el Frente Amplio, y sobre cómo se pueden volver a vincular con las bases sociales, en un contexto en el que paradójicamente a la izquierda parece irle mejor en los sectores acomodados.
“Es positivo que se abra espacio a nuevas fuerzas, porque tiene que llegar a los sectores más amplios. Pero para llegar debe tener una linea anti neoliberal que privilegie las políticas sociales y no el ajuste fiscal, que rescate el papel activo del Estado y no la centralidad del mercado”, expresó.
Asimismo, apuntó al desgaste del gobierno del Presidente Sebastián Piñera como impulsor para abrir espacio al progresismo ,“hacia sectores populares que han votado por él y que vuelvan a ser conquistados por la izquierda”.
Al comparar los gobiernos conservadores con los progresistas, el experto aseguró que la izquierda sudamericana ha hecho el “milagro de remar contra la corriente al disminuir la desigualdad y avanzar en la inclusión social, entre otros”. Por contraparte, para él, el conservadurismo ha marcado amplias diferencias en estas materias.
Foto referencial @ www.katakrak.net
El sociólogo brasileño Emir Sader es considerado una importante figura de las ciencias sociales en América Latina, por su significativa contribución al entendimiento de los procesos sociales y políticos del continente. Es doctorado en ciencias políticas de la Universidad de Sao Paulo y trabajó como investigador en el Centro de Estudios Socio-Económicos de la Universidad de Chile.
En su reciente visita al país, el experto conversó con el director de nuestro medio, Patricio López, y entregó su visión sobre los procesos políticos que se viven en América Latina. Entre otros tópicos, abordó el proceso que llevó a la presidencia de Brasil al ultraderechista Jair Bolsonaro, la manipulación de los medios de comunicación, el avance del capitalismo en América Latina y el decaimiento de los gobiernos progresistas en la región.
Sobre el ascenso de Bolsonaro, el experto señaló que fue la respuesta a un proceso que inició la derecha brasileña con la destitución de Dilma Rousseff en 2016, para lo cual se valió de argumentos indebidos para justificar el golpe.
“Es un encadenamiento de golpes institucionales. Sacaron a Dilma, impidieron a Lula ser candidato y en la campaña electoral hubo una manipulación, porque Haddad era favorito para ganar. Activaron un mecanismo que forma parte de esta guerra híbrida, de esta judicialización de la política. Usaron las leyes como instrumento de guerra, produjeron mentiras estúpidas. Con eso revirtieron la tendencia electoral”, señaló el experto.
En cuanto al análisis de expertos y medios internacionales que estiman que la victoria de Bolsonaro es el reflejo del hastío del pueblo brasileño por los casos de corrupción ligados a los gobiernos del Partido de los Trabajadores, Sader explicó que esas apreciaciones responden al clima anti progresista que la derecha ha fomentado con acusaciones infundadas.
Para él, el encarcelamiento del ex presidente de la República y líder del Partido de los Trabajadores, Luiz Inácio Lula da Silva, fue un artificio con el fin de elevar la figura de un candidato ultraconservador como Bolsonaro.
El ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva se encuentra encarcelado desde abril.
“Desde las manifestaciones de 2013 se generó un clima anti política y anti PT como instrumento de la derecha, llenando un contenido de acusaciones de corrupción, que en algunos casos fueron ciertos. De Dilma nada, de Lula nada. El juez que condenó a la Lula escribe ‘no tengo pruebas, tengo convicciones’. El derecho está hecho en base a pruebas. Fue claramente un artificio con la idea de descalificar al Estado como si fuera una fuente de corrupción”, expresó.
En esa línea, agregó que “buscaron un candidato anti política, buscaron un entrevistador de televisión, buscaron un juez para personificar esa idea. ¡Y lo lograron!. Pintaron a Bolsonaro, que era un político con 28 años de trayectoria, como una gran novedad, como si estuviera en contra de todo lo que está ahí”.
Rol de los medios
En ese sentido, criticó el rol que jugaron los medios de comunicación durante la campaña electoral que, a su juicio, fueron manipulados en función de un interés particular y ahondó en la dificultad de democratizarlos. Aun así, aseguró que los líderes populares se sobreponen a esta manipulación.
“Los líderes que representan conquistas efectivas de la gente, como Lula, se sobreponen a esto. A tal punto que ganaría con todo el ruido alrededor en contra de él. Es muy difícil democratizar a los medios. Se necesitan leyes que lo hagan. Cristina (Fernández) logró una buena ley, pero el poder judicial la invalidó. En Venezuela puedes estatizar cadenas privadas, pero pierdes la audiencia, porque pierdes música, deportes, series. No se substituye eso con una cadena de noticieros”, explicó.
Avance del conservadurismo
Respecto al avance de los gobiernos conservadores en América Latina, el experto les auguró una vida corta y planteó que el principal desafío para revertir el decaimiento de la izquierda sudamericana es poner el énfasis en los problemas sociales.
“El desafío es convencer a la mayoría del pueblo que los problemas centrales de nuestro país son de carácter social. Y no otros. Los gobiernos de derecha no vienen para quedarse, porque no tienen capacidad de consenso, de conquistar el apoyo popular. No tienen qué prometer. Yo creo que tendrán un ciclo corto”, enfatizó.
El experto también se refirió al surgimiento de nuevas fuerzas izquierdistas en Chile, como el Frente Amplio, y sobre cómo se pueden volver a vincular con las bases sociales, en un contexto en el que paradójicamente a la izquierda parece irle mejor en los sectores acomodados.
“Es positivo que se abra espacio a nuevas fuerzas, porque tiene que llegar a los sectores más amplios. Pero para llegar debe tener una linea anti neoliberal que privilegie las políticas sociales y no el ajuste fiscal, que rescate el papel activo del Estado y no la centralidad del mercado”, expresó.
Asimismo, apuntó al desgaste del gobierno del Presidente Sebastián Piñera como impulsor para abrir espacio al progresismo ,“hacia sectores populares que han votado por él y que vuelvan a ser conquistados por la izquierda”.
Al comparar los gobiernos conservadores con los progresistas, el experto aseguró que la izquierda sudamericana ha hecho el “milagro de remar contra la corriente al disminuir la desigualdad y avanzar en la inclusión social, entre otros”. Por contraparte, para él, el conservadurismo ha marcado amplias diferencias en estas materias.
Foto referencial @ www.katakrak.net
El sociólogo brasileño Emir Sader es considerado una importante figura de las ciencias sociales en América Latina, por su significativa contribución al entendimiento de los procesos sociales y políticos del continente. Es doctorado en ciencias políticas de la Universidad de Sao Paulo y trabajó como investigador en el Centro de Estudios Socio-Económicos de la Universidad de Chile.
En su reciente visita al país, el experto conversó con el director de nuestro medio, Patricio López, y entregó su visión sobre los procesos políticos que se viven en América Latina. Entre otros tópicos, abordó el proceso que llevó a la presidencia de Brasil al ultraderechista Jair Bolsonaro, la manipulación de los medios de comunicación, el avance del capitalismo en América Latina y el decaimiento de los gobiernos progresistas en la región.
Sobre el ascenso de Bolsonaro, el experto señaló que fue la respuesta a un proceso que inició la derecha brasileña con la destitución de Dilma Rousseff en 2016, para lo cual se valió de argumentos indebidos para justificar el golpe.
“Es un encadenamiento de golpes institucionales. Sacaron a Dilma, impidieron a Lula ser candidato y en la campaña electoral hubo una manipulación, porque Haddad era favorito para ganar. Activaron un mecanismo que forma parte de esta guerra híbrida, de esta judicialización de la política. Usaron las leyes como instrumento de guerra, produjeron mentiras estúpidas. Con eso revirtieron la tendencia electoral”, señaló el experto.
En cuanto al análisis de expertos y medios internacionales que estiman que la victoria de Bolsonaro es el reflejo del hastío del pueblo brasileño por los casos de corrupción ligados a los gobiernos del Partido de los Trabajadores, Sader explicó que esas apreciaciones responden al clima anti progresista que la derecha ha fomentado con acusaciones infundadas.
Para él, el encarcelamiento del ex presidente de la República y líder del Partido de los Trabajadores, Luiz Inácio Lula da Silva, fue un artificio con el fin de elevar la figura de un candidato ultraconservador como Bolsonaro.
El ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva se encuentra encarcelado desde abril.
“Desde las manifestaciones de 2013 se generó un clima anti política y anti PT como instrumento de la derecha, llenando un contenido de acusaciones de corrupción, que en algunos casos fueron ciertos. De Dilma nada, de Lula nada. El juez que condenó a la Lula escribe ‘no tengo pruebas, tengo convicciones’. El derecho está hecho en base a pruebas. Fue claramente un artificio con la idea de descalificar al Estado como si fuera una fuente de corrupción”, expresó.
En esa línea, agregó que “buscaron un candidato anti política, buscaron un entrevistador de televisión, buscaron un juez para personificar esa idea. ¡Y lo lograron!. Pintaron a Bolsonaro, que era un político con 28 años de trayectoria, como una gran novedad, como si estuviera en contra de todo lo que está ahí”.
Rol de los medios
En ese sentido, criticó el rol que jugaron los medios de comunicación durante la campaña electoral que, a su juicio, fueron manipulados en función de un interés particular y ahondó en la dificultad de democratizarlos. Aun así, aseguró que los líderes populares se sobreponen a esta manipulación.
“Los líderes que representan conquistas efectivas de la gente, como Lula, se sobreponen a esto. A tal punto que ganaría con todo el ruido alrededor en contra de él. Es muy difícil democratizar a los medios. Se necesitan leyes que lo hagan. Cristina (Fernández) logró una buena ley, pero el poder judicial la invalidó. En Venezuela puedes estatizar cadenas privadas, pero pierdes la audiencia, porque pierdes música, deportes, series. No se substituye eso con una cadena de noticieros”, explicó.
Avance del conservadurismo
Respecto al avance de los gobiernos conservadores en América Latina, el experto les auguró una vida corta y planteó que el principal desafío para revertir el decaimiento de la izquierda sudamericana es poner el énfasis en los problemas sociales.
“El desafío es convencer a la mayoría del pueblo que los problemas centrales de nuestro país son de carácter social. Y no otros. Los gobiernos de derecha no vienen para quedarse, porque no tienen capacidad de consenso, de conquistar el apoyo popular. No tienen qué prometer. Yo creo que tendrán un ciclo corto”, enfatizó.
El experto también se refirió al surgimiento de nuevas fuerzas izquierdistas en Chile, como el Frente Amplio, y sobre cómo se pueden volver a vincular con las bases sociales, en un contexto en el que paradójicamente a la izquierda parece irle mejor en los sectores acomodados.
“Es positivo que se abra espacio a nuevas fuerzas, porque tiene que llegar a los sectores más amplios. Pero para llegar debe tener una linea anti neoliberal que privilegie las políticas sociales y no el ajuste fiscal, que rescate el papel activo del Estado y no la centralidad del mercado”, expresó.
Asimismo, apuntó al desgaste del gobierno del Presidente Sebastián Piñera como impulsor para abrir espacio al progresismo ,“hacia sectores populares que han votado por él y que vuelvan a ser conquistados por la izquierda”.
Al comparar los gobiernos conservadores con los progresistas, el experto aseguró que la izquierda sudamericana ha hecho el “milagro de remar contra la corriente al disminuir la desigualdad y avanzar en la inclusión social, entre otros”. Por contraparte, para él, el conservadurismo ha marcado amplias diferencias en estas materias.