Boca y River estuvieron a la altura del acontecimiento: una final inédita en la Copa Libertadores, con un ritmo intenso y múltiples emociones, que dejó un resultado 2-2 en este Superclásico internacional con miras a la revancha del próximo 24 de noviembre en El Monumental.
Después del diluvio que castigó el campo de juego el sábado y obligó a la postergación del duelo, el terreno lució en óptimas condiciones y fue el Millonario el que lo aprovechó para desplegar su buen fútbol a ras del césped y controlar al dueño de casa.
Las intervenciones del arquero Agustín Rossi para desactivar las oportunidades del visitante fueron las acciones destacadas en los primeros minutos, pero la lesión en la pierna izquierda de Cristian Pavón se robó el protagonismo: a los 26 minutos, el 7 xeneize debió abandonar la cancha para darle lugar a Darío Benedetto.
Pese a haber sido dominado, Boca afloró con una jugada colectiva para llevar el balón a los pies de Ramón Ábila. El delantero intentó con su remate de derecha y el rebote le dio una segunda oportunidad para castigar de zurda. La pelota se hizo incontrolable para Franco Armani y Wanchope celebró la apertura del marcador a los 33 minutos.
La ventaja le duró poco a los dirigidos por Guillermo Barros Schelotto, ya que 120 segundos más tarde, una salida rápida del Millonario permitió que Lucas Pratto se escapara y disparara de manera perfecta dentro del área, para vencer la estirada del portero de Boca con su remate cruzado que se metió junto al palo.
Antes del descanso, un centro al área de Sebastián Villa encontró el cabezazo de espaldas de Pipa Benedetto. Una vez más, como en las semifinales (convirtió tres goles entre la ida y la vuelta contra Palmeiras), el goleador gritó su gol y le devolvió la diferencia en el resultado a su equipo.
El segundo tiempo resultó mucho más reñido, el Xeneize no fue capaz de generar jugadas de riesgo mientras que los del Muñeco Gallardo hicieron méritos para alcanzar la igualdad. La misma llegó a los 15′, cuando un centro con efecto de Gonzalo Pity Martínez se topó con el desvío —sin cambiar su dirección— de Carlos Izquierdoz, quien buscó anular la llegada de Pratto, y terminó con la pelota dentro del arco.
River buscó mayor fútbol con la entrada de Nacho Fernández, Bruno Zuculini reforzó la mitad en lugar de Enzo Pérez y el colombiano Juan Fernando Quintero vio acción durante los últimos 15 minutos. A su vez, Carlos Tevez ingresó por Villa (el Apache tuvo un remate alto) y Julio Buffarini reemplazó al lesionado Gonzalo Jara.
El entusiasmo y la intensidad se mantuvieron en el juego, pero se desvanecieron las ocasiones (salvo por un mano a mano de Benedetto que tuvo una aparición providencial de Armani en los 90′), por lo que el resultado no se movió y la definición de la Libertadores en Núñez, en busca del campeón, llega con el marcador igualado.