Marcela Fiorillo: “El repertorio español es absolutamente apasionado”
La pianista argentina vuelve a Chile para presentarse el próximo 15 y 16 de diciembre en Pirque, con un programa que abarca cinco siglos de música ibérica, incluyendo piezas de autores como Enrique Granados, Isaac Albéniz y Manuel de Falla.
Rodrigo Alarcón L.
Sábado 17 de noviembre 2018 12:46 hrs.
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En su debut en Chile, la pianista argentina Marcela Fiorillo se presentó en el castillo de Las Majadas de Pirque, con un concierto dedicado a su compatriota Astor Piazzolla. Casi exactamente dos años más tarde, volverá al mismo lugar, pero con sonidos distintos.
El próximo sábado 15 y domingo 16 de diciembre (detalles acá), la solista hará un concierto en torno a Pasión. 500 años de música española (2012), el disco donde hizo un recorrido desde la cultura sefardí hasta autores como Enrique Granados, Joaquín Turina, Isaac Albéniz y Manuel de Falla.
“Mi sensación al volver es especial y cálida. Me gustaría muchísimo que se produjera el mismo tipo de encuentro que se produjo con el repertorio de Piazzolla. Tengo la sensación de volver a un público que me dio mucho con su emocionalidad y creo que podríamos llegar a repetir la misma experiencia”, dice a Radio Universidad de Chile desde Canberra, donde se estableció hace más de una década y donde hoy enseña en la Universidad Nacional de Australia.
“El programa incluye el material grabado en el disco, pero hay algunas obras agregadas”, advierte sobre la actuación, posterior a su paso por National Gallery australiana (23 de noviembre) y La Usina del Arte de Buenos Aires (9 de diciembre).
En esa línea, Marcela Fiorillo adelanta que comenzará con una “transcripción de una transcripción que hizo Joaquín Rodrigo, sobre una hermosa canción de cuna sefardí”, para luego seguir con obras de autores como Albéniz, Granados y de Falla. “Estos tres grandes compositores tienen características bastante opuestas, a pesar de que los tres tomaron elementos folclóricos, los pusieron en medios académicos y han sido muy descriptivos de la música folclórica”, señala.
“Albéniz quizás fue el poeta de todos los músicos y el que más se dedicó al repertorio para piano. Era un virtuoso y su música tiene un enorme conocimiento del lenguaje pianístico. Es como un paralelo de Chopin. Granados fue el primero de los músicos españoles que incursionó en lo que nosotros llamamos romanticismo y su música es de una enorme riqueza para el instrumento. Manuel de Falla es él único que no ha sido el pianista, sino el sinfonista por excelencia. Representa todo el folclor que está ligado al flamenco y al cante jondo”, detalla.
Según la solista, el programa “abarca todos los colores de este arcoiris. El propósito es dejar que la gente conozca cuántos diferentes colores, influencias y expresiones, totalmente dispares, encontramos en la música española”.
Graduada del Conservatorio Nacional de Buenos Aires, Marcela Fiorillo estudió con músicos como Hadee Loustanau, Celia Bronstein, Jacobo Ficher y Alfonso Montecino, entre otros. Se ha presentado en países como Estados Unidos, Italia, Francia, China y, por supuesto, Australia; y su discografía incluye una decena de títulos, dedicados a Beethoven y Liszt, pero también a compositores sudamericanos y, especialmente, argentinos.
En Pirque, no obstante, se concentrará en esas piezas españolas, que -según cuenta- han sido parte de su biografía: “Amo este repertorio. He crecido en contacto con la música española por mi padre, que amaba a Albéniz. En Buenos Aires trabajé muchísimo sobre música española. Cuando me radiqué en Australia, mis campos de sembrar música que no es tan habitual en este país fueron la música argentina y también la española. Por eso quizás a Chile llevé primero el disco sobre Astor Piazzolla y ahora este Pasión”.
¿Hay algo que relacione ambos mundos? “El único punto de coincidencia que puedo encontrar es que son músicas con una enorme raigambre territorial y que, a pesar de ello, tienen un enorme contenido universal”, responde la pianista. “Uno escucha cualquier obra del repertorio español y la reconoce automáticamente, porque hay una territorialidad que no se puede negar, pero al mismo tiempo la gente escucha y se regocija”.
“Es música que conecta a la gente con un espacio de alegría, de disfrute y movimiento. Son pocas las obras que tienen un tenor más nostálgico y muchas las que tienen una enorme sensación de alegría, color y pasión. El repertorio español es absolutamente apasionado y quizás eso sea un punto de encuentro con la música de Piazzolla, que también es absolutamente pasional”, concluye.
En su debut en Chile, la pianista argentina Marcela Fiorillo se presentó en el castillo de Las Majadas de Pirque, con un concierto dedicado a su compatriota Astor Piazzolla. Casi exactamente dos años más tarde, volverá al mismo lugar, pero con sonidos distintos.
El próximo sábado 15 y domingo 16 de diciembre (detalles acá), la solista hará un concierto en torno a Pasión. 500 años de música española (2012), el disco donde hizo un recorrido desde la cultura sefardí hasta autores como Enrique Granados, Joaquín Turina, Isaac Albéniz y Manuel de Falla.
“Mi sensación al volver es especial y cálida. Me gustaría muchísimo que se produjera el mismo tipo de encuentro que se produjo con el repertorio de Piazzolla. Tengo la sensación de volver a un público que me dio mucho con su emocionalidad y creo que podríamos llegar a repetir la misma experiencia”, dice a Radio Universidad de Chile desde Canberra, donde se estableció hace más de una década y donde hoy enseña en la Universidad Nacional de Australia.
“El programa incluye el material grabado en el disco, pero hay algunas obras agregadas”, advierte sobre la actuación, posterior a su paso por National Gallery australiana (23 de noviembre) y La Usina del Arte de Buenos Aires (9 de diciembre).
En esa línea, Marcela Fiorillo adelanta que comenzará con una “transcripción de una transcripción que hizo Joaquín Rodrigo, sobre una hermosa canción de cuna sefardí”, para luego seguir con obras de autores como Albéniz, Granados y de Falla. “Estos tres grandes compositores tienen características bastante opuestas, a pesar de que los tres tomaron elementos folclóricos, los pusieron en medios académicos y han sido muy descriptivos de la música folclórica”, señala.
“Albéniz quizás fue el poeta de todos los músicos y el que más se dedicó al repertorio para piano. Era un virtuoso y su música tiene un enorme conocimiento del lenguaje pianístico. Es como un paralelo de Chopin. Granados fue el primero de los músicos españoles que incursionó en lo que nosotros llamamos romanticismo y su música es de una enorme riqueza para el instrumento. Manuel de Falla es él único que no ha sido el pianista, sino el sinfonista por excelencia. Representa todo el folclor que está ligado al flamenco y al cante jondo”, detalla.
Según la solista, el programa “abarca todos los colores de este arcoiris. El propósito es dejar que la gente conozca cuántos diferentes colores, influencias y expresiones, totalmente dispares, encontramos en la música española”.
Graduada del Conservatorio Nacional de Buenos Aires, Marcela Fiorillo estudió con músicos como Hadee Loustanau, Celia Bronstein, Jacobo Ficher y Alfonso Montecino, entre otros. Se ha presentado en países como Estados Unidos, Italia, Francia, China y, por supuesto, Australia; y su discografía incluye una decena de títulos, dedicados a Beethoven y Liszt, pero también a compositores sudamericanos y, especialmente, argentinos.
En Pirque, no obstante, se concentrará en esas piezas españolas, que -según cuenta- han sido parte de su biografía: “Amo este repertorio. He crecido en contacto con la música española por mi padre, que amaba a Albéniz. En Buenos Aires trabajé muchísimo sobre música española. Cuando me radiqué en Australia, mis campos de sembrar música que no es tan habitual en este país fueron la música argentina y también la española. Por eso quizás a Chile llevé primero el disco sobre Astor Piazzolla y ahora este Pasión”.
¿Hay algo que relacione ambos mundos? “El único punto de coincidencia que puedo encontrar es que son músicas con una enorme raigambre territorial y que, a pesar de ello, tienen un enorme contenido universal”, responde la pianista. “Uno escucha cualquier obra del repertorio español y la reconoce automáticamente, porque hay una territorialidad que no se puede negar, pero al mismo tiempo la gente escucha y se regocija”.
“Es música que conecta a la gente con un espacio de alegría, de disfrute y movimiento. Son pocas las obras que tienen un tenor más nostálgico y muchas las que tienen una enorme sensación de alegría, color y pasión. El repertorio español es absolutamente apasionado y quizás eso sea un punto de encuentro con la música de Piazzolla, que también es absolutamente pasional”, concluye.
En su debut en Chile, la pianista argentina Marcela Fiorillo se presentó en el castillo de Las Majadas de Pirque, con un concierto dedicado a su compatriota Astor Piazzolla. Casi exactamente dos años más tarde, volverá al mismo lugar, pero con sonidos distintos.
El próximo sábado 15 y domingo 16 de diciembre (detalles acá), la solista hará un concierto en torno a Pasión. 500 años de música española (2012), el disco donde hizo un recorrido desde la cultura sefardí hasta autores como Enrique Granados, Joaquín Turina, Isaac Albéniz y Manuel de Falla.
“Mi sensación al volver es especial y cálida. Me gustaría muchísimo que se produjera el mismo tipo de encuentro que se produjo con el repertorio de Piazzolla. Tengo la sensación de volver a un público que me dio mucho con su emocionalidad y creo que podríamos llegar a repetir la misma experiencia”, dice a Radio Universidad de Chile desde Canberra, donde se estableció hace más de una década y donde hoy enseña en la Universidad Nacional de Australia.
“El programa incluye el material grabado en el disco, pero hay algunas obras agregadas”, advierte sobre la actuación, posterior a su paso por National Gallery australiana (23 de noviembre) y La Usina del Arte de Buenos Aires (9 de diciembre).
En esa línea, Marcela Fiorillo adelanta que comenzará con una “transcripción de una transcripción que hizo Joaquín Rodrigo, sobre una hermosa canción de cuna sefardí”, para luego seguir con obras de autores como Albéniz, Granados y de Falla. “Estos tres grandes compositores tienen características bastante opuestas, a pesar de que los tres tomaron elementos folclóricos, los pusieron en medios académicos y han sido muy descriptivos de la música folclórica”, señala.
“Albéniz quizás fue el poeta de todos los músicos y el que más se dedicó al repertorio para piano. Era un virtuoso y su música tiene un enorme conocimiento del lenguaje pianístico. Es como un paralelo de Chopin. Granados fue el primero de los músicos españoles que incursionó en lo que nosotros llamamos romanticismo y su música es de una enorme riqueza para el instrumento. Manuel de Falla es él único que no ha sido el pianista, sino el sinfonista por excelencia. Representa todo el folclor que está ligado al flamenco y al cante jondo”, detalla.
Según la solista, el programa “abarca todos los colores de este arcoiris. El propósito es dejar que la gente conozca cuántos diferentes colores, influencias y expresiones, totalmente dispares, encontramos en la música española”.
Graduada del Conservatorio Nacional de Buenos Aires, Marcela Fiorillo estudió con músicos como Hadee Loustanau, Celia Bronstein, Jacobo Ficher y Alfonso Montecino, entre otros. Se ha presentado en países como Estados Unidos, Italia, Francia, China y, por supuesto, Australia; y su discografía incluye una decena de títulos, dedicados a Beethoven y Liszt, pero también a compositores sudamericanos y, especialmente, argentinos.
En Pirque, no obstante, se concentrará en esas piezas españolas, que -según cuenta- han sido parte de su biografía: “Amo este repertorio. He crecido en contacto con la música española por mi padre, que amaba a Albéniz. En Buenos Aires trabajé muchísimo sobre música española. Cuando me radiqué en Australia, mis campos de sembrar música que no es tan habitual en este país fueron la música argentina y también la española. Por eso quizás a Chile llevé primero el disco sobre Astor Piazzolla y ahora este Pasión”.
¿Hay algo que relacione ambos mundos? “El único punto de coincidencia que puedo encontrar es que son músicas con una enorme raigambre territorial y que, a pesar de ello, tienen un enorme contenido universal”, responde la pianista. “Uno escucha cualquier obra del repertorio español y la reconoce automáticamente, porque hay una territorialidad que no se puede negar, pero al mismo tiempo la gente escucha y se regocija”.
“Es música que conecta a la gente con un espacio de alegría, de disfrute y movimiento. Son pocas las obras que tienen un tenor más nostálgico y muchas las que tienen una enorme sensación de alegría, color y pasión. El repertorio español es absolutamente apasionado y quizás eso sea un punto de encuentro con la música de Piazzolla, que también es absolutamente pasional”, concluye.
