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Patrimonio-Evocaciones Mapuches

Columna de opinión por Yolanda Acevedo
Viernes 7 de diciembre 2018 9:43 hrs.


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El pasado jueves 11 de octubre de 2018, fue presentado por 10 diputados/as, el Proyecto de Ley de Patrimonios Culturales que modifica la actual Ley Nº 17.288 sobre Monumentos Nacionales, para regular los patrimonios culturales.

¿Que ha pasado entretanto?

¿Cuánto tendremos que esperar?

¿Cuál es su relevancia?

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Forma de Habitar: Ruca Mapuche, espacio comunitario

Si queremos hablar de “Patrimonio”, es necesario precisar sobre su etimología, palabra de origen latino esto es  patrimonium, definido en primer lugar como el conjunto de bienes que una persona hereda de sus ascendientes o por cualquier otro procedimiento. También es el Conjunto de de bienes propios de una persona o de una institución, susceptibles de estimación económica. En derecho se define como el conjunto de los bienes, derechos y cargas de una persona. Patrimonio del estado, el Diccionario Larousse, lo define como el conjunto de los bienes que, siendo propiedad del estado, no se hallan afectos al uso general o a los servicios públicos. Patrimonio hereditario genotipo. Patrimonio histórico artístico definido como el conjunto de bienes inmuebles y muebles que por su valor histórico, artístico o cultural están sujetos a un régimen especial.

Ahora bien, toda esta conceptualización y su propiedad corresponde al constructo sociológico de los estados y las naciones.

El dilema y el drama histórico y cultural en el caso de nuestros pueblos originarios es que sus patrimonios y su cosmovisión tienen otro sustrato.

Sus fundamentos se encuentran en primer lugar en la relación que ellos establecen con el lugar que habitan, su geografía es sagrada y su tradición es oral, es decir estamos en el dominio del patrimonio intangible.

Por otra parte, entender el profundo significado de aquello nos lleva a conocer necesariamente al menos en parte, la estructura de la lenguas originarias, cuyos conceptos, nociones y definiciones no tienen necesariamente una traducción al castellano.

Afortunadamente, aparece en este proyecto de Ley que modifica la Ley de patrimonio el concepto de Patrimonio intangible.

Esto invita a poner en relieve, nuestros orígenes, nuestra historia, que nos muestra por ejemplo que, tal como observaron los primeros cronistas que se internaron en el territorio americano meridional, en una vasta ocupación territorial, que se extendía desde las cumbres volcánicas andinas hasta las desembocaduras de los ríos al sur del Itata, existían concentraciones poblacionales prehispánicas -como Pitrén (300 DC – 1200 DC) y Vergel (1100 DC – 1600 DC)- que compartían una misma lengua conocida como mapudungún.

La Asociación de barrios y zonas patrimoniales en su carta abierta al Consejo de Monumentos Nacionales, fruto de los acuerdos del 7º Congreso Nacional de las Comunidades del Patrimonio, realizado entre el 15 y 17 de junio de 2018 en Antofagasta, termina exclamando que :

“El Patrimonio somos las Comunidades”. Esto es de enorme trascendencia pues considero que sólo las comunidades vivas, latentes tienen la posibilidad de recuperar y restaurar nuestro patrimonio originario.

Quiero destacar finalmente la columna de Ignacia Fernandez publicada el miércoles 28 de noviembre de 2018 titulada: “El conflicto territorial de la Araucanía”. Esta es la médula del conflicto, la connotación territorial en la historia chilena, en la historia mapuche chileno.

Sabemos dice Ignacia  que, “entre las muchas cuestiones que chilenos y mapuches entendemos de forma diferente, una clave es el valor que unos y otros asignamos a la tierra y al territorio”.

Avanzamos hacia esa comprensión y en esa necesaria práctica cuando conocemos y practicamos el sentido vital de las comunidades, de ese modo por ejemplo los Plebiscitos comunales, iniciativa aprobada en el Congreso que altera la actual ley, permitiendo que la ciudadanía pueda presentar un referendo comunal con menores quórums y de carácter vinculante.

 

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.