La nueva flota tiene como objetivo mejorar el servicio para los usuarios, para lo que cuentan con puertos USB para cargar celulares, cámaras de seguridad, sistema de Wifi y aire acondicionado. Sin embargo, en paralelo a esta renovación del transporte urbano metropolitano, en el poniente de Santiago la situación es totalmente opuesta.
18 de las 52 comunas de la región no cuentan con Transantiago y utilizan buses interurbanos, entre ellas, las comunas de Peñaflor, Talagante y Melipilla, donde se han iniciado una serie de movilizaciones y protestas frente al alza de los pasajes, que comenzó a principios de diciembre para Melipilla y que se concretará el próximo 17 de diciembre para Talagante, siendo el segundo aumento de este año.
El costo del peaje, el alza de los combustibles, gastos operacionales y la falta de un subsidio estatal son parte de las explicaciones que entregan las empresas Bupesa de Peñaflor, Ruta Bus 78 de Melipilla y Flota Talagante cuando deciden realizar nuevos cobros.
En concreto, el pasaje a Melipilla tuvo un incremento de 200 pesos para los adultos y 400 para los estudiantes, siendo esta la más significativa, pues representa un 40 por ciento de alza, mientras que, en Talagante, El Monte y Peñaflor los incrementos fueron de 100 pesos en el caso de la tarifa normal y 50 pesos la de los estudiantes.
Si bien pareciera ser una suma inferior, este aumento ya tiene los pasajes en 2 mil 100 pesos para los melipillanos. Al mes el gasto alcanza los 84 mil pesos y si se le suma el costo del metro por dos usos diarios, da un total de 115 mil 200 pesos de gasto en transporte al mes, lo que equivale al 40 por ciento del sueldo mínimo actual.
Juan Valdés, miembro de Melipilla se levanta contra el alza, organización que surgió para movilizarse en contra de esta situación hace un par de meses, indicó a Radio Universidad de Chile que el alza de los pasajes se hace cada vez más insostenible para los bolsillos de los melipillanos.
“En el caso de los estudiantes subió de mil pesos a mil 400 pesos, a los trabajadores se nos ofrecía un pack de ida y vuelta de 3 mil 500 pesos y subió a 3 mil 800, en el valor individual subió 200 pesos, entonces eso hace que nosotros no podamos costear esos valores y que, además, lo hacemos no porque queramos viajar a Santiago sino porque en Melipilla no tenemos mayores oportunidades, la única universidad que hay en Melipilla es la Universidad del Pacifico y está en quiebra, entonces, todos esos muchachos que por lo menos se ahorraban el pasaje de ir a Santiago ahora van a tener que hacerlo”, explicó.
En Talagante, con la nueva tarifa el gasto mensual con metro incluido será es de 83.200 mientras que desde El Monte es de 87.200, y 75.200 para Peñaflor, valores equivalentes al 28, 30 y 26 por ciento del sueldo mínimo respectivamente.
“Estamos enfrentados a empresarios inescrupulosos que se aprovechan de que tenemos que viajar a Santiago”, dice Valdés.
Efectivamente, el Decreto 212 que regula el transporte público de pasajeros no exige establecimiento de frecuencias para las flotas y ni tampoco norma cómo determinar las tarifas de los servicios.
Además del alto gasto, el servicio entregado por las flotas de buses no se condice con el valor, pues en muchos casos estos están en mal estado, no cuentan con cinturón de seguridad, los asientos están rotos y no se hace aseo a las máquinas. A esto se suma que, en el Terminal San Borja, donde se debe abordar el transporte, las filas para poder subir a un bus puede durar hasta una hora, pues la oferta no es suficiente para la demanda de usuarios.
Se agrega que muchos pasajeros viajan de pie, cuando el decreto 212 que norma este tipo de locomoción permite un máximo de 10 y, de esta forma, se expone la seguridad de los pasajeros ante un posible accidente en una autopista urbana por la que viajan miles de autos a diario entre San Antonio y Melipilla, y en la que se registran accidentes de tránsito a diario.
Se alzan contra el alza
Debido a que los cobros excesivos y el mal servicio, desde hace ya varios meses que los vecinos se han organizado para generar movilizaciones sociales que evidencien su problema y generen un llamado a las autoridades a tomar cartas en el asunto.
El movimiento Melipilla se levanta contra el alza organizó dos manifestaciones durante la última semana, primero realizaron una protesta en el Terminal San Borja, donde decenas de usuarios, a través de gritos y lienzos, denunciaron el alto cobro y el monopolio que tienen las empresas de buses.
Además, el pasado viernes se tomaron la Autopista del Sol en Melipilla, a eso de las 7 de la mañana, justo en la hora punta de la carretera, lo que ocasionó un largo taco y les permitió visibilizar su problema en medios nacionales.
Los usuarios no solo reclaman el alza del pasaje, sino que acusan que esta responde a un acuerdo entre las empresas para manejar en conjunto el mercado de los buses interurbanos de la zona: “Es tan curioso que suena a colusión, es algo de lo que la autoridad tiene que interiorizarse y ponerle ataque a esta situación”, dice Juan Valdés.
En Talagante también crearon una agrupación para manifestarse en contra de este sistema de transporte, bajo el lema Talagante se alza con el alza, la organización ha realizado manifestaciones, recolección de firmas y se han reunido en decenas de ocasiones con autoridades de transporte, sin embargo, no hay respuestas concretas sobre la posibilidad de crear una nueva legislación que regule este transporte.
Cuando hace unos meses se realizó el primer aumento de cobro de este año, la organización acudió a la Subsecretaría de Transportes y a la Fiscalía Nacional Económica, pero su reclamo fue desestimado y aseguraron que las empresas estaban en su derecho de alzar las tarifas.
Fernando González, miembro de Talagante se alza contra el alza, señaló que “si esa vez hubiesen ellos tomado en cuenta nuestro reclamo de conducta colusiva, probablemente no tendríamos gente hoy día arriesgando su vida tomándose la Autopista del Sol, que a mi me parecer, en lo personal , y aquí en Talagante, nos parece que es nefasto que la gente tenga que llegar a esa solución par poder ser escuchado en una cosa que debe ser escuchada en las instituciones públicas”.
Juan Valdés explicó que ellos también han realizado reclamos contra las flotas de buses, pero que estos se realizan online y, por lo tanto, la respuesta llega de la misma forma, por lo que no existe certeza de si realmente se está fiscalizando el servicio que entregan los buses o no.
Para Fernando González, la falta de fiscalización y de respuesta de las autoridades ha permitido que las empresas sigan sacando provecho de la situación, pues la alta demanda de transporte en la zona los obliga a utilizar las flotas aun cuando no estén conformes: “Ellos se dieron cuenta que tienen el poder para actuar sin control, actúan como quieren, saben que si suben las tarifas la gente se va manifestar un par de semanas, después se cansa, ahora viene fin de año, son astutos en ese sentido”.
Además, dijo que para ellos la verdadera intención de estas alzas es poder generar presión en el Gobierno para que se entreguen subsidios estatales a las empresas, pues en la actualidad solo cuentan con dos, uno por transportar escolares y otro que cubre el gasto de los estudiantes por el uso del pase escolar durante los meses de enero y febrero, según indicó González, por este concepto en la provincia las empresas han recibido más de 400 millones de pesos, y aunque reciben el pago para que los estudiantes utilicen su pase escolar, este no es respetado por los choferes durante la época estival.
Sin solución sigue la movilización
En Peñaflor también han realizado protestas contra el alza de pasajes y para esta semana las agrupaciones de las tres comunas ya están alistando nuevas movilizaciones para expresar su molestia y exigir a las autoridades que regulen el transporte y aceleren la que parece ser su única solución: el proyecto de Metrotrén Alameda- Melipilla, que hasta ahora no tiene una fecha de implementación, pues esta detenido en la etapa de evaluación ambiental, y por ahora solo contempla un recorrido hasta la comuna de Malloco, dejando fuera a Talagante, El Monte y Melipilla.
Frente a esta situación los vecinos seguirán organizados, pues no quieren seguir sintiéndose vulnerados por un sistema de transporte que no solo les cobra en exceso, sino que además no les entrega un servicio digno.
Juan Valdés señaló que “no vamos a parar solo con un corte de autopista (…) El movimiento va seguir porque queremos que la autoridad se haga presente y regule el tema como corresponde”, mientras que Fernando González indicó que “le han sacado el poto a la jeringa en el Gobierno a regular a estos caballeros, pero ya es hora de que se les regule, que se les pongan las normas, se fije un polinomio, se les establezcan las condiciones básicas que tienen que tener las máquinas para que los usuarios de nuestras provincias podamos tener un transporte digno”.