La economía chilena comenzó a desacelerarse a fines del 2018, y esta trayectoria se extenderá todo el 2019. Así lo expresó el economista de la Universidad de Chile Alejandro Alarcón, quien se refirió al panorama interno que se espera para este año.

Para el académico de la Facultad de Economía y Negocios de nuestra Universidad, el país está cada vez más dependiente de lo que pasa a nivel internacional. Influencia directa a partir de la llamada guerra comercial entre Estados Unidos y China, además de la tensión que experimentan los países de la Unión Europea y el Brexit, principalmente.

Al respecto, aseguró que estas situaciones geopolíticas han repercutido en una desaceleración económica de las naciones desarrolladas involucradas, afectando la economía local, y que lo seguirá haciendo.

Alejandro Alarcón, aseveró que este 2019 el Producto Interno Bruto (PIB) nacional, será inferior al 3,25 por ciento, tomando en cuenta que el conflicto entre China y Estados Unidos afecta en al menos 0,5 puntos. Esto, considerando además la incertidumbre que se crea producto del incierto final de este conflicto entre las dos potencias.

“Vamos a tener que ser muy competitivos para atraer fondos desde el exterior. Los países emergentes van a enfrentar desafíos en esta desaceleración y, por lo tanto, asumir conductas ortodoxas, por darle un nombre de estabilidad económica, sobre todo en el área fiscal. Yo creo que el mundo está cambiando y va a tener un crecimiento mucho más bajo, y eso sin duda va a afectar a Chile”, afirmó.

Consultado sobre el comportamiento de los índices de cesantía para este año, y el aumento que han tenido este último período,  Alejandro Alarcón, precisó que el gran desafío del Gobierno es superar el rezago que se experimenta en la materia.

Indicó que van a persistir los impactos en el empleo. Además, destacó que se tienen que corregir los mecanismos para medir la cesantía, teniendo en cuenta la fuerza de trabajo comprendida por migrantes, que según cifras oficiales alcanza el millón de personas.

“Hay que ser moderado y con precaución ver estas cifras de desempleo, ya que no entendemos bien como se está midiendo correctamente esto, el Instituto Nacional de Estadísticas lo ha advertido en el último reporte. Pero hay que recordar que ya existen algunos sectores que son intensivos en el uso de mano de obra que están retrocediendo por varios meses. Hay muchos aspectos que requieren análisis, pero lo principal es medirlos correctamente”, argumentó.

Una opinión similar manifestó el académico de la Universidad de Santiago, Víctor Salas. Para el economista, Chile en 2019 no crecerá más allá del 3,5 por ciento, tomando en cuenta los problemas geopolíticos entre naciones desarrolladas y la desaceleración que afecta a las potencias del mundo.

En materia de empleo, Salas aseguró que revertir los números al alza, es la principal tarea del Gobierno de Sebastián Piñera este año.

Indicadores que para el experto no han sido buenos, incluso los marcados por la estacionalidad, donde generalmente se ve un mayor dinamismo, especialmente en el sector construcción, turismo y agricultura.

“No quiero decir que estamos frente a un problema desatado en materia de empleo, pero esto afecta el consumo, la confianza de la gente, pero creo que en enero y febrero debiera bajar del 7 por ciento, si no lo hace, quiere decir que estamos frente a complicaciones que se prolongarán durante el año”, subrayó.

El académico de la Facultad de Economía de la Universidad de Santiago, advirtió que, si no baja el desempleo en meses como enero y febrero, el indicador para los siguientes períodos se incrementará aún más.