La semana pasada, tres mujeres venezolanas presentaron una querella en contra del Hospital San Borja Arriarán por violencia obstétrica, situaciones que, en uno de los casos, incluso, habría causado la muerte de un recién nacido.
En ese contexto, y tal como había sucedido en ocasiones anteriores, Anita Román, presidenta del Colegio de Matronas, indicó que la violencia obstétrica no existe, causando de inmediato molestia en las organizaciones que se movilizan para erradicar esta práctica del sistema de salud.
Por esto, para la tarde de este lunes la agrupación de mujeres Parir-NOS convocó a una manifestación en el frontis del Colegio de Matronas, acción en rechazo a los dichos de la presidenta del organismo.
Rocío Rodríguez, integrante de Parir- NOS Chile, explicó que como agrupación buscan poder generar debate en torno a la violencia obstétrica para poder erradicarla del sistema de salud, pero que este objetivo se ve dificultado si quien representa a unos de los gremios más importantes de los que participan en el parto se niega a aceptar su existencia.
Además, señaló que “las mujeres estamos constantemente expuestas a la violencia, entonces, desconocer que esto pasa nos parece grave y por eso invitamos a manifestarnos y seguir haciendo visible lo invisible. La violencia obstétrica es una de las violencias de género mas normalizadas e invisibilizadas”.
Rocío Rodríguez agregó que no basta con que se quiera avanzar y legislar para tener mejores infraestructuras en las salas de parto, ya que para acabar con la violencia se requiere cambiar la formación de los profesionales de la salud.
“Vemos que hay espacios donde se busca promover la instalación de salas de atención integral al parto, por ejemplo, tanto en el sistema público como privado, pero el tema es que esos espacios no son suficientes si no trabajamos todos por cambiar un tema que es cultural y del sistema. Mientras siga habiendo profesionales que sigan ejerciendo violencia la pueden ejercer tanto en la sala de parto integral, como en un pabellón común y corriente”, explicó.
La discusión en torno a la violencia obstétrica no es un tema nuevo, y en ocasiones anteriores Anita Román, presidenta del Colegio de Matronas, ha asegurado que no es necesario crear un cuerpo legal frente a este tema, pues los derechos de salud ya están establecidos en la ley.
También ha afirmado que exigir leyes para la materia es populista y que quien realmente ejerce esta violencia es el Estado por la falta de recursos, la sobrecarga laboral y la invisibilización del real significado e importancia de un parto.
La semana pasada, tres mujeres venezolanas presentaron una querella en contra del Hospital San Borja Arriarán por violencia obstétrica, situaciones que, en uno de los casos, incluso, habría causado la muerte de un recién nacido.
En ese contexto, y tal como había sucedido en ocasiones anteriores, Anita Román, presidenta del Colegio de Matronas, indicó que la violencia obstétrica no existe, causando de inmediato molestia en las organizaciones que se movilizan para erradicar esta práctica del sistema de salud.
Por esto, para la tarde de este lunes la agrupación de mujeres Parir-NOS convocó a una manifestación en el frontis del Colegio de Matronas, acción en rechazo a los dichos de la presidenta del organismo.
Rocío Rodríguez, integrante de Parir- NOS Chile, explicó que como agrupación buscan poder generar debate en torno a la violencia obstétrica para poder erradicarla del sistema de salud, pero que este objetivo se ve dificultado si quien representa a unos de los gremios más importantes de los que participan en el parto se niega a aceptar su existencia.
Además, señaló que “las mujeres estamos constantemente expuestas a la violencia, entonces, desconocer que esto pasa nos parece grave y por eso invitamos a manifestarnos y seguir haciendo visible lo invisible. La violencia obstétrica es una de las violencias de género mas normalizadas e invisibilizadas”.
Rocío Rodríguez agregó que no basta con que se quiera avanzar y legislar para tener mejores infraestructuras en las salas de parto, ya que para acabar con la violencia se requiere cambiar la formación de los profesionales de la salud.
“Vemos que hay espacios donde se busca promover la instalación de salas de atención integral al parto, por ejemplo, tanto en el sistema público como privado, pero el tema es que esos espacios no son suficientes si no trabajamos todos por cambiar un tema que es cultural y del sistema. Mientras siga habiendo profesionales que sigan ejerciendo violencia la pueden ejercer tanto en la sala de parto integral, como en un pabellón común y corriente”, explicó.
La discusión en torno a la violencia obstétrica no es un tema nuevo, y en ocasiones anteriores Anita Román, presidenta del Colegio de Matronas, ha asegurado que no es necesario crear un cuerpo legal frente a este tema, pues los derechos de salud ya están establecidos en la ley.
También ha afirmado que exigir leyes para la materia es populista y que quien realmente ejerce esta violencia es el Estado por la falta de recursos, la sobrecarga laboral y la invisibilización del real significado e importancia de un parto.
La semana pasada, tres mujeres venezolanas presentaron una querella en contra del Hospital San Borja Arriarán por violencia obstétrica, situaciones que, en uno de los casos, incluso, habría causado la muerte de un recién nacido.
En ese contexto, y tal como había sucedido en ocasiones anteriores, Anita Román, presidenta del Colegio de Matronas, indicó que la violencia obstétrica no existe, causando de inmediato molestia en las organizaciones que se movilizan para erradicar esta práctica del sistema de salud.
Por esto, para la tarde de este lunes la agrupación de mujeres Parir-NOS convocó a una manifestación en el frontis del Colegio de Matronas, acción en rechazo a los dichos de la presidenta del organismo.
Rocío Rodríguez, integrante de Parir- NOS Chile, explicó que como agrupación buscan poder generar debate en torno a la violencia obstétrica para poder erradicarla del sistema de salud, pero que este objetivo se ve dificultado si quien representa a unos de los gremios más importantes de los que participan en el parto se niega a aceptar su existencia.
Además, señaló que “las mujeres estamos constantemente expuestas a la violencia, entonces, desconocer que esto pasa nos parece grave y por eso invitamos a manifestarnos y seguir haciendo visible lo invisible. La violencia obstétrica es una de las violencias de género mas normalizadas e invisibilizadas”.
Rocío Rodríguez agregó que no basta con que se quiera avanzar y legislar para tener mejores infraestructuras en las salas de parto, ya que para acabar con la violencia se requiere cambiar la formación de los profesionales de la salud.
“Vemos que hay espacios donde se busca promover la instalación de salas de atención integral al parto, por ejemplo, tanto en el sistema público como privado, pero el tema es que esos espacios no son suficientes si no trabajamos todos por cambiar un tema que es cultural y del sistema. Mientras siga habiendo profesionales que sigan ejerciendo violencia la pueden ejercer tanto en la sala de parto integral, como en un pabellón común y corriente”, explicó.
La discusión en torno a la violencia obstétrica no es un tema nuevo, y en ocasiones anteriores Anita Román, presidenta del Colegio de Matronas, ha asegurado que no es necesario crear un cuerpo legal frente a este tema, pues los derechos de salud ya están establecidos en la ley.
También ha afirmado que exigir leyes para la materia es populista y que quien realmente ejerce esta violencia es el Estado por la falta de recursos, la sobrecarga laboral y la invisibilización del real significado e importancia de un parto.
