La versión de Todos eran mis hijos, el clásico de Arthur Miller, se convirtió en uno de los estrenos más vistos de 2018 en el Teatro UC (Jorge Washington 26, Ñuñoa) , con más de 6 mil espectadores.
La pieza, dirigida por Álvaro Viguera, regresa esta vez con la joven actriz Camila Hirane (Oleanna, Verdades ocultas) en uno de los roles protagónicos. Junto a ella estarán Cristián Campos, Coca Guazzini, Jorge Arecheta, Benjamín Westfall, Cristián Carvajal, Elisa Zulueta, Luis Cerda y Sol de Caso.
“Este antiguo drama, que devela oscuros negocios e inconfesables secretos, resulta, aún en nuestros días, bastante familiar”, explica Campos, quien en el montaje interpreta a Joe Keller, un exitoso empresario, sin más conflictos –aparentemente— que la desaparición de Larry, uno de sus dos hijos, durante la II Guerra.
A esta reposición se suma Tribus, obra que agotó sus entradas en el Festival Santiago a Mil, por lo que debió extender sus funciones. Escrita por la británica Nina Raine, debutó en mayo pasado bajo la dirección de Manuela Oyarzún Grau y con las actuaciones de Mateo Iribarren, Tamara Acosta, Pablo Manzi, Ignacia Baeza, Andrea García-Huidobro y Nicolás Zárate.
“Para construir mi personaje trabajé con una profesional que es intérprete en lengua de señas. Fue un trabajo riguroso, pero a la vez muy interesante, donde la indagación corporal tuvo un significado particularmente profundo”, explica Manzi (Donde viven los bárbaros, Tú amarás), quien personifica a Willy, un joven sordo en conflicto con su familia, una donde cada integrante transmite en su propia frecuencia.
Coordenadas
La obra Todos eran mis hijos se presentará entre el 22 y el 26 de enero, de martes a sábado a las 20.30 horas. Mientas, Tribus se exhibirá entre el 23 al 26 de enero, de miércoles a sábado a las 21 horas.
Las entradas tienen un valor de $10.000 (general), $6.000 (adulto mayor) y $5000 (estudiantes).