Diario y Radio Universidad Chile

Año XVI, 18 de abril de 2024


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EUNACOM y Fe Pública


Jueves 24 de enero 2019 20:01 hrs.


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Señor Director:

A raíz de la decisión del MINSAL, de hacer abandonar el sistema público a los médicos con título obtenido en el extranjero, que no hayan aprobado el EUNACOM, se ha producido un debate respecto del tema.

Obviamente la decisión del MINSAL creará problemas prácticos en los lugares adonde atienden estos médicos. Sin embargo, también el tema de fondo es motivo de debate, en especial porque está comprometida la Fe Pública, y lo está en un área muy sensible: la Salud de los chilenos.

Intentaré, en forma lo más sintética posible, explicar el origen del EUNACOM.

Antecedentes:

En primer lugar, cabe informar que prácticamente todos los países occidentales, desde hace al menos 200 años, han dado un trato especial o distinto al reconocimiento de títulos de médicos cirujanos (Doctor en Medicina en muchos países) y de profesores.

En segundo lugar, debe tenerse en cuenta que en Chile el título de médico cirujano, es habilitante para el ejercicio totalmente autónomo de la profesión. No hay Ley de Especialidades Médicas.

Dada la autonomía universitaria, en Chile el título médico cirujano lo otorgan las universidades.

La reválida del título de médico cirujano obtenido en el extranjero, era responsabilidad exclusiva de la Universidad de Chile.

El Examen Médico Nacional (EMN), antecesor del EUNACOM, nace como necesidad, tanto de retroalimentar a las escuelas de Medicina (una forma de auto evaluación), como de cautelar la fe pública. Lo anterior en virtud del hecho que estaban surgiendo numerosas escuelas de Medicina y lo estaban haciendo de manera muy inorgánica. Esa responsabilidad fue asumida por la Asociación de Facultades de Medicina de Chile (ASOFAMECH).

Posteriormente se agregó el hecho que aumentó en forma explosiva el número de médicos con título obtenido en el extranjero (“médicos extranjeros”), que deseaban ejercer en Chile. Entre estos últimos, los había de los más variados países y escuelas de Medicina, también con lenguas nativas y culturas de origen muy diversas.

Fue entonces, y por muy diversas razones, que se decidió, unir esfuerzos, capacidades y competencias, de modo que ASOFAMECH, tomó responsabilidad en ambos exámenes.

En consecuencia, se pasó en muy poco tiempo, de trabajar en la elaboración del EMN a elaborar un examen que, además, fuera habilitante para el ejercicio profesional de los médicos extranjeros. Como es obvio, no era un cambio solo cuantitativo, sino de objetivos y metodologías.

En ese periodo, se analizó el tema del conflicto de intereses de ASOFAMECH como “formadora” de los médicos chilenos, y “evaluadora” de los médicos extranjeros (y propios).

Se evaluó con MINSAL, que obviamente también tiene conflictos de interés, la posibilidad que asumiera el EMN. Como resultado de esa evaluación, se tomó conciencia que MINSAL estaba sobrepasado en sus capacidades con su labor sanitaria, y que además no tenía las competencias para realizar un examen de este tipo y magnitud.

No recuerdo los detalles, pero se dialogó con el Colegio Médico de Chile A. G.

Se evaluó la existencia de capacidad nacional (agencias privadas) y se concluyó que no la había.

Se evaluó la posibilidad de agencias extranjeras, sin embargo, sus limitaciones respecto de su conocimiento de “lo chileno” en el tema, y también los costos asociados, hicieron que en la época se desechara esta posibilidad.

En consecuencia, ASOFAMECH tuvo que seguir con la responsabilidad de cautelar la fe pública nacional, y de no frustrar los planes de vida de médicos extranjeros capaces.

Más allá de que toda obra humana es imperfecta, me consta que el espíritu de quienes participamos era sano y honesto, para con todos.

 

Dr. Alberto Estévez De Vidts

Ex Encargado de Reválida Médica de la Universidad de Chile

Ex Secretario Ejecutivo de la Comisión Elaboradora del EMN

El contenido vertido en esta Carta al director es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.

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