El gobierno neozelandés llegó este lunes a un acuerdo de “principio” para endurecer la legislación sobre armas, anunció la primera ministra Jacinda Ardern, días después del ataque contra dos mezquitas que dejó 50 muertos el 15 de marzo. La edad de las víctimas que murieron por disparos del supremacista blanco, oscila entre 3 y 77 años.
Según Ardern, los detalles de las medidas se darán a conocer la próxima semana, y consideró que “el momento de actuar es ahora”.
Nueva Zelanda ya reforzó su legislación de porte de armas de fuego en 1990, pero el país sigue siendo laxista en la materia. Las autoridades conceden licencias de porte de armas a casi todas las personas que las solicitan.
País tolerante
Aunque aún deben debatirse los detalles de la reforma, la rapidez de la decisión de Nueva Zelanda ha resonado en todo el mundo, especialmente en Estados Unidos, donde se reclaman reformas desde hace décadas y cada vez que hay una matanza resurge el mismo debate.
“Tomamos una decisión como gobierno, estamos unidos”, añadió la primera ministra neozelandesa, acompañada por su socio de coalición y vice primer ministro, Winston Peters.
Peters, cuya formación Nueva Zelanda Primero se oponía a los cambios, dijo que respaldaba totalmente a la primera ministra.
“La realidad es que después de las 13 horas del viernes nuestro mundo cambió para siempre, y lo mismo harán nuestras leyes”, aseguró.
La tragedia de Christchurch causó estupor en Nueva Zelanda, un país pacífico y tolerante de 5 millones de habitantes con una comunidad musulmana de alrededor de 50.000 personas.