Subpesca pide caducar cuatro concesiones acuícolas en el canal Beagle
En medio de la disputa judicial que se da en la Corte de Apelaciones de Punta Arenas, donde participan organizaciones ambientalistas, vecinos de Puerto Williams y comunidades yaganes, el Subrecretario de Pesca, Eduardo Riquelme, solicitó implementar la medida a su par de la Armada.
Rodrigo Fuentes
Miércoles 8 de mayo 2019 20:51 hrs.
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La ONG Greenpeace calificó como una “toma ilegal de mar” el accionar de la empresa salmonera Nova Austral, la cual ha instalado -según la ONG de manera ilícita- una serie de estructuras en el canal Beagle mientras se debate en tribunales el inicio de sus operaciones.
La salmonera posee cuatro concesiones en la zona, pero la siembra de alevines debió ser suspendida luego de que la Corte de Apelaciones de Punta Arenas acogiera a trámite un recurso judicial interpuesto por la ONG junto con vecinos de Puerto Williams y se dictara una orden de no innovar.
Sin embargo, esta paralización fue momentánea, luego que el mismo tribunal de alzada permitiera las operaciones de dos centros de cultivo por parte de la empresa de capitales noruegos.
El vocero del área de océanos de Greenpeace, Mauricio Ceballos, indicó que seguirán adelante con nuevos recursos judiciales para que, nuevamente, se decrete la orden de no innovar, en un caso emblemático para frenar la expansión salmonera en la Patagonia.
“Afortunadamente, en el caso del Beagle, la oposición de los ciudadanos y la comunidad Yagán ha permitido elevar una voz de alerta que, al fin, parece haber hecho que el Estado, a través de la Subsecretaría de Pesca, reaccione y haga cumplir la ley. Es lo que debieran haber hecho hace mucho tiempo”, sentenció.
La Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) pidió a la Subsecretaría para las Fuerzas Armadas caducar cuatro concesiones acuícolas, ubicadas en el área del Beagle, Región de Magallanes. Subpesca concretó la solicitud, sobre la base de los resultados de una investigación administrativa, la que, a su vez, se originó en requerimientos formulados por la comisión de Medioambiente del Senado y de autoridades magallánicas, entre otros actores.
El subsecretario de Pesca y Acuicultura, Eduardo Riquelme, vinculó la indagación con el hecho notorio de que más de diez años después de ser otorgadas, esas concesiones permanecían sin operar.
“Tras una investigación administrativa que hemos desarrollado para determinar cuáles fueron las razones y condiciones que permiten explicar que una concesión que fue otorgada hace más de 10 años aún no opere, y teniendo presente la información que ha certificado Sernapesca, hemos solicitado a la Subsecretaría para las Fuerzas Armadas que decrete la caducidad de estas cuatro concesiones”, afirmó.
Al respecto, el representante de la comunidad indígena Yagán de Bahía Mejillones, David Alday, manifestó su esperanza que, tanto por medios judiciales o instancias estatales, se logre retirar cualquier industria que atente contra los ecosistemas prístinos que existen en la Patagonia.
“Estamos atentos y seguiremos la resolución que aplicará la Subsecretaría de la Armada, a raíz de la determinación de Subpesca. Sin duda la caducidad es algo positivo. Creo que hoy día todos los datos que hemos entregado como comunidad, más el apoyo de otras organizaciones, están dando frutos. Amamos este lugar y queremos conservarlo, nuestra forma de vida, no solo para nosotros, sino que también para generaciones futuras, y ahora estamos aportando para eso, no solo a nivel local, también para el planeta”, argumentó.
Recordemos que en el año 2005, Cabo de Hornos fue declarada como Reserva de la biósfera por la Unesco. Pese a esto, entre las consecuencias ambientales que supone la instalación de salmoneras en la Patagonia, se encuentra la producción masiva de excremento por la cantidad de ejemplares, el abandono de las instalaciones por parte de las empresas una vez terminada la producción y el peligro de una masiva fuga de peces.
La ONG Greenpeace calificó como una “toma ilegal de mar” el accionar de la empresa salmonera Nova Austral, la cual ha instalado -según la ONG de manera ilícita- una serie de estructuras en el canal Beagle mientras se debate en tribunales el inicio de sus operaciones.
La salmonera posee cuatro concesiones en la zona, pero la siembra de alevines debió ser suspendida luego de que la Corte de Apelaciones de Punta Arenas acogiera a trámite un recurso judicial interpuesto por la ONG junto con vecinos de Puerto Williams y se dictara una orden de no innovar.
Sin embargo, esta paralización fue momentánea, luego que el mismo tribunal de alzada permitiera las operaciones de dos centros de cultivo por parte de la empresa de capitales noruegos.
El vocero del área de océanos de Greenpeace, Mauricio Ceballos, indicó que seguirán adelante con nuevos recursos judiciales para que, nuevamente, se decrete la orden de no innovar, en un caso emblemático para frenar la expansión salmonera en la Patagonia.
“Afortunadamente, en el caso del Beagle, la oposición de los ciudadanos y la comunidad Yagán ha permitido elevar una voz de alerta que, al fin, parece haber hecho que el Estado, a través de la Subsecretaría de Pesca, reaccione y haga cumplir la ley. Es lo que debieran haber hecho hace mucho tiempo”, sentenció.
La Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) pidió a la Subsecretaría para las Fuerzas Armadas caducar cuatro concesiones acuícolas, ubicadas en el área del Beagle, Región de Magallanes. Subpesca concretó la solicitud, sobre la base de los resultados de una investigación administrativa, la que, a su vez, se originó en requerimientos formulados por la comisión de Medioambiente del Senado y de autoridades magallánicas, entre otros actores.
El subsecretario de Pesca y Acuicultura, Eduardo Riquelme, vinculó la indagación con el hecho notorio de que más de diez años después de ser otorgadas, esas concesiones permanecían sin operar.
“Tras una investigación administrativa que hemos desarrollado para determinar cuáles fueron las razones y condiciones que permiten explicar que una concesión que fue otorgada hace más de 10 años aún no opere, y teniendo presente la información que ha certificado Sernapesca, hemos solicitado a la Subsecretaría para las Fuerzas Armadas que decrete la caducidad de estas cuatro concesiones”, afirmó.
Al respecto, el representante de la comunidad indígena Yagán de Bahía Mejillones, David Alday, manifestó su esperanza que, tanto por medios judiciales o instancias estatales, se logre retirar cualquier industria que atente contra los ecosistemas prístinos que existen en la Patagonia.
“Estamos atentos y seguiremos la resolución que aplicará la Subsecretaría de la Armada, a raíz de la determinación de Subpesca. Sin duda la caducidad es algo positivo. Creo que hoy día todos los datos que hemos entregado como comunidad, más el apoyo de otras organizaciones, están dando frutos. Amamos este lugar y queremos conservarlo, nuestra forma de vida, no solo para nosotros, sino que también para generaciones futuras, y ahora estamos aportando para eso, no solo a nivel local, también para el planeta”, argumentó.
Recordemos que en el año 2005, Cabo de Hornos fue declarada como Reserva de la biósfera por la Unesco. Pese a esto, entre las consecuencias ambientales que supone la instalación de salmoneras en la Patagonia, se encuentra la producción masiva de excremento por la cantidad de ejemplares, el abandono de las instalaciones por parte de las empresas una vez terminada la producción y el peligro de una masiva fuga de peces.
La ONG Greenpeace calificó como una “toma ilegal de mar” el accionar de la empresa salmonera Nova Austral, la cual ha instalado -según la ONG de manera ilícita- una serie de estructuras en el canal Beagle mientras se debate en tribunales el inicio de sus operaciones.
La salmonera posee cuatro concesiones en la zona, pero la siembra de alevines debió ser suspendida luego de que la Corte de Apelaciones de Punta Arenas acogiera a trámite un recurso judicial interpuesto por la ONG junto con vecinos de Puerto Williams y se dictara una orden de no innovar.
Sin embargo, esta paralización fue momentánea, luego que el mismo tribunal de alzada permitiera las operaciones de dos centros de cultivo por parte de la empresa de capitales noruegos.
El vocero del área de océanos de Greenpeace, Mauricio Ceballos, indicó que seguirán adelante con nuevos recursos judiciales para que, nuevamente, se decrete la orden de no innovar, en un caso emblemático para frenar la expansión salmonera en la Patagonia.
“Afortunadamente, en el caso del Beagle, la oposición de los ciudadanos y la comunidad Yagán ha permitido elevar una voz de alerta que, al fin, parece haber hecho que el Estado, a través de la Subsecretaría de Pesca, reaccione y haga cumplir la ley. Es lo que debieran haber hecho hace mucho tiempo”, sentenció.
La Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) pidió a la Subsecretaría para las Fuerzas Armadas caducar cuatro concesiones acuícolas, ubicadas en el área del Beagle, Región de Magallanes. Subpesca concretó la solicitud, sobre la base de los resultados de una investigación administrativa, la que, a su vez, se originó en requerimientos formulados por la comisión de Medioambiente del Senado y de autoridades magallánicas, entre otros actores.
El subsecretario de Pesca y Acuicultura, Eduardo Riquelme, vinculó la indagación con el hecho notorio de que más de diez años después de ser otorgadas, esas concesiones permanecían sin operar.
“Tras una investigación administrativa que hemos desarrollado para determinar cuáles fueron las razones y condiciones que permiten explicar que una concesión que fue otorgada hace más de 10 años aún no opere, y teniendo presente la información que ha certificado Sernapesca, hemos solicitado a la Subsecretaría para las Fuerzas Armadas que decrete la caducidad de estas cuatro concesiones”, afirmó.
Al respecto, el representante de la comunidad indígena Yagán de Bahía Mejillones, David Alday, manifestó su esperanza que, tanto por medios judiciales o instancias estatales, se logre retirar cualquier industria que atente contra los ecosistemas prístinos que existen en la Patagonia.
“Estamos atentos y seguiremos la resolución que aplicará la Subsecretaría de la Armada, a raíz de la determinación de Subpesca. Sin duda la caducidad es algo positivo. Creo que hoy día todos los datos que hemos entregado como comunidad, más el apoyo de otras organizaciones, están dando frutos. Amamos este lugar y queremos conservarlo, nuestra forma de vida, no solo para nosotros, sino que también para generaciones futuras, y ahora estamos aportando para eso, no solo a nivel local, también para el planeta”, argumentó.
Recordemos que en el año 2005, Cabo de Hornos fue declarada como Reserva de la biósfera por la Unesco. Pese a esto, entre las consecuencias ambientales que supone la instalación de salmoneras en la Patagonia, se encuentra la producción masiva de excremento por la cantidad de ejemplares, el abandono de las instalaciones por parte de las empresas una vez terminada la producción y el peligro de una masiva fuga de peces.
